Falvia salía de su oficina cuando Bautista la abordo.
-Ven, iremos por la paca, debo revisar sus cambios de ropa. En unos días es la--
-Para, yo tengo cosas que terminar y Javiera esta en lo mismo.
-Flavia es trabajo, es mi trabajo también.
-Bueno, pero tenemos aquí también.
-Tú no tomas enserió este trabajo, porque es lo que es.
-Bautista son un par de fotos.
-Me comprometi a ser quien eligiera su ropa, hice citas, reservaciones. Por favor.
-Ya po. Llamare a Javiera y le preguntaré.
-No, tomas tus cosas y vamonos, se lo diremos allá.
-No es así.
-Para mi si, rápido.
-Dios.
Tomo sus cosas y se fueron en su carro.
...
-Espérame aquí, yo iré por ella.
-¿Si? Creo que--
-Yo me hago cargo, ya vengo. -sonrio.
Bautista se apresuró.
-¿La inspectora Caceres? -pregunto agitado.
-En su oficina. ¿Qué necesita?
-Es urgente.
Corrió y golpeo.
-¿Qué te pasa weon?
-Es Flavia, algo paso, vente.
-¿Qué? ¿Cómo? Pero--
Corrió con él y dejó avisado que la localizaron en su teléfono.
-Iré por mi coche.
-No, vamos en el mio, rápido.
-¿Qué le pasó a mi mujer? -tomo su celular.
-Eh...
Flavia bajo sonriendo del auto.
-Hola mi amor.
-Amor. -se acerco a ella. -¿Qué pasó? ¿Qué tienes?
-¿De qué?
-Bautista dijo que algo te había pasado. -la reviso.
-¿Qué?
-Perdón, fue una mentira piadosa, sino no saldrías..
-Estas loco weon, me asustaste mucho. -abrazo a la pelirroja.
-Javiera, Javiera... estas apretandome muy fuerte. -se quejo.
-Ya perdón, me asuste mucho. -susurró en su oído.
-¿Por qué? ¿Qué dijiste?
-No saldría si le decía, ya vamonos.
-¿A dónde vamos? -pregunto confundida.
-Bautista quiere ver la ropa para la publicidad.
-Yo no quiero vestidos. -advirtió.
-No, ¿nos vamos? Me estresan las dos. -se quejo.
-Dame un besito para el susto.
-Pobrecita. -la beso.
-¡Por la mierda, apurense!
-Oh, este weon. Sube mi amor.
Partieron, recorrieron tiendas, Bautista les había hecho poner y quitar ropa, lograron conseguir poco, no como hubieran querido, pero ya vería que armaba con lo que tenían.