Teresa llegó junto a la familia, Miranda corrió hacia Javiera quien estaba sentada en la sala de espera.
-Javiera ¿mi mamá? ¿Qué paso? Quiero verla.
-Esta en cirugía.
-¿Qué? ¿Por qué? -hablo Emiliano.
-No traía el cinturón, es su brazo, estamo-
-¿Esperando? Estas mal. -Emiliano se alejo.
-Para Emiliano.
-¡Hey! -grito en recepción. -Flavia Betancourt, es mi hermana, la trajeron hace un rato. Quiero verla.
-Esta en cirugía, cuando acabe el doctor saldrá a hablar con ustedes.
-Queremos hablar ahora.
-Emiliano. -lo toco Leiva.
-¡No me toques weon!
-¡Tío ya! Ya saldrán, por favor. -suplico Miranda.
-Ya, perdón, perdón Miri. -la abrazo. -Estoy asustado cachay, ya perdón. Perdón Leiva.
-Todo bien. -aseguró su cuñado.
-Javiera. -su cuñada se acwrco cuando la vio alejarse. -¿Estas bien?
-Quiero ver a mi esposa.
-Va a estar bien, ¿ya?
-Ya. -asintió.
Un par de horas después, los cuales fueron eternas para quienes ha Ian estado esperando, salió el médico para hablar con ellos.
-¿Cómo está mi mujer y Ramiro?
-El señor Ramiro esta bien, algunos golpes pero esta estable. La señora Flavia salió bien de la cirugía, una pequeña fractura que se pudo estabilizar con éxito, un golpe en el lado derecho pero tambien se pudo contener. -sonrió.
-¿Podemos verla? -pregunto Javiera.
-Puede pasar solo una persona, aún está bajo los efectos de la anestesia.
-¿Miranda? -cuestiono la inspectora.
-No, pasa tu Javi, tranquila. -sonrió. -¿Podemos ver a Ramiro?
-A él si pueden pasar a verlo, esta consciente. -sonrió el médico.
...
Javiera entró con cuidado, Flavia estaba dormida, su piel pálida, podía ver algunos golpes en su rostro.
Respiro profundo y se acerco a ella.
-Perdon mi amor. -beso su mejilla.
Acaricio su cabello con delicadeza, cerró los ojos y respiro aliviada al tenerla al menos ahí.
En un momento la vio que comenzaba a despertar.
-¿Amor?
-Mmm. -se quejo.
-Tranquila, no te muevas mucho.
-¿Qué paso? -parpadeo lento.
-Un accidente.
-¿Y Ramiro? Au. -se movió de más.
-Quieta, quieta. Ramiro esta bien, la familia esta con él.
Flavia volteó a verla y lloro.
-Sshh, tranquila. ¿Te duele mucho?
-Tuve mucho miedo. -sollozo.
-¿Recuerdas como sucedió?
Ella asintió.
-¿Quieres hablar ahora?
-No. -respondió rápidamente.
