Flavia quedo arreglandose mientras Javiera bajo rápidamente.
-Martita ¿hiciste lo que te dije?
-¿Qué hay paca? -Bautista aparecio desde el jardín.
-¿Ya estas aquí? -bufó.
-Martita dijo que querías hablar conmigo, tú diras. -sonrió.
Javiera miro a Martita quien nego.
-Veme en mi oficina mañana, aquí puede oirnos Flavia.
-Perfecto. Iré arreglando mis honorarios.
-Con lo que le cobras a mi esposa y se que es demasiado para lo que haces, te basta y te sobra. -quiso golpearlo pero se corrio.
-Paca violenta.
Flavia bajo y los noto muy callados.
-¿Y ese milagro que no estan peleando? -saludo a Bautista.
-Nada más mi amor. -Javiera la abrazo por la cintura.
-Pero que linda te ves hoy, si no estuvieras casada dirias que sale de caceria. -Bautista rió.
-Siempre tan gracioso el empresario frustrado.
-Paca enana.
-Y ahí estan. -Flavia nego.
-Señora sientense en el comedor si gustan ya les llevo el desayuno.
-Gracias Martita. -sonrio Flavia.
Los tres pasaron al comedor.
Javi le acomodo la silla a Flavia y acaricio su mejilla al sentarse.
-Supe que estaras de cumpleaños.
Javiera lo pateo por debajo de la mesa.
-Hija de... -se quejo.
-¿Qué? ¿Estas bien?
-Un calambre. -se sobo.
-Es mi cumpleaños pero no voy a festejarlo, no acostumbro, ni siquiera sabria como atender a los invitados si es que los hubiera.
-¿Cómo? ¿Nunca lo festejaste? -se sorprendio.
-De grande no. -sonrió. -Gracias Martita.
-De nada señora.
-¿Puedo saber por qué?
-¿Pariente de Saldaña?
-¿De quién?
-Javiera... -rió.
-Deja las preguntas, a ti ¿qué? Weon.
-Solo preguntaba.
-Tranquilos, no. Nunca festeje de grande. Creo que no es algo asi como un día importante. -bebio de su café.
-Para mi lo es. Es el día en que mi mujer con los ojos más bonitos llego a este mundo. -acaricio su mano. Flavia sonrió.
-No si la paca empalagosa. En fin, si tienes que festejar, hay mucho por festejar. ¿Cierto paca?
-Cierto weón. -asintió.
-Ya veremos. Por lo pronto hoy quiero ir de compras, tengo ganas de gastar. -rió.
-Iré contigo. -afirmo Javiera.
-También yo.
-Tú no, es salida de esposas.
-Yo debo ir, callate. Como te decia Flavia...
Otra golpe bajo la mesa.
-Hija de tu p... ay...
-¿Qué? ¿Otro clamabre?