Tan solo amantes XII (CAPITULOS ÚNICOS)

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Flavia cerró con cuidado la puerta de su habitación.

-¿Javiera sigues ahí?

-Si. ¿Qué tanto haces?

-Es que Emiliano esta afuera con Fernanda, vinieron a cenar pero se quedaron bebiendo algo con Dante.

-O sea que no puedes salir. -dijo algo desanimada.

-No, lo siento. -se sentó en la cama.

-No te preocupes, lo entiendo. ¿Ya te cambiaste?

-¿Si ya me puse mi pijama? No, ¿por qué?

-Hazlo, ponte el negro y envíame un mensaje.

-Ok. -sonrió. -Pero ¿para qué? -pregunto algo confundida.

-Haz lo que te digo y escríbeme, corre.

Colgaron.

Flavia se metió a su closet y se cambió.

Un par de minutos después su teléfono sonó nuevamente.

-¿Te cambiaste?

-Ya. ¿Por qué? ¿Quieres asegurarte de que no saldré a ninguna parte? -bromeo.

-No. Me encanta cuando usas tu pijama negro, sin brasier. -su tono comenzaba a ser casi un susurró.

-¿Te gusta mucho? -suspiro.

-Demasiado, sobre todo en invierno cuando tus pezones se marcan por el frío.

Flavia se agitó.

-Javiera ¿qué..?

-Sshhh, cierra los ojos e imagíname ahí contigo.

-Si sigues hablándome así...

-¿Así como mi amor? ¿Te confieso algo?

-Ajá. -mordió su labio.

-Estoy tocándome justo ahora los pezones.

-No seas mala. -jadeo.

-¿Por qué? Hazlo tú también. -susurró.

Flavia bajo el tirante de su pijama y acaricio sus pechos, no le llevó nada endurecer sus pezones, oír jadear a Javiera del otro lado realmente la motivaba.

-Imagina cuando juegos con ellos con la punta de mi lengua, de arriba hacia abajo.

-Dios, se siente igual de bien.

-¿Cerraste la puerta? -pregunto para asegurarse.

-Lo hice, tranquila. Sigueme hablando.

-Me escabullo entre tus piernas, me encanta como te mojas. ¿Ya te lo había dicho cierto? -sonrió.

-Ajá, lo hago por ti, tú lo provocas.

-¿O sea que me pertenece todo eso? -susurró.

-Completo. -aseguró.

La mano de la pelirroja estaba entre sus piernas, colo su mano dentro de su braga y sintió su propia humedad.

Gimió y Javiera sonrió.

-Mi lengua se desliza con tanta suavidad que tu cuerpo tiembla. -jadeo.

-¿Ajá? -gimió.

-Me gusta que te toques así, también estoy haciéndolo. -gimió.

-No dejes de hacerlo, me encanta saber que soy yo quien te provoca eso. -su respiración era agitada.

CAPÍTULOS UNICOS // LA VIDA DESPUÉS DE CASADASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora