Una semana después nuevamente Flavia abría el restaurante.
Bautista se encontraba en su oficina dejando su café cuando llegó.
-Bautista. -sonrió.
-Necesitábamos volver aquí. -la saludo con un beso en la mejilla.
-Lo sé. ¿Hay reservaciones?
-Aun no. -dijo algo desanimado. -Creo que deberíamos publicar el lugar en las redes.
-¿Justo ahora?
-Con lo que paso, creo que es necesario. -afirmó.
-Bien, encárgate de eso. ¿Por favor?
-Lo haré, claro. Oye y ¿Javiera?
-Vino conmigo, quedo revisando las cámaras.
-Pero si están en tu computador.
-Lo sé pero después venía a ver eso. -sonrió.
-Bien. Hay algo que debo contarte.
-Dime. -bebio un sorbo de su café.
-Esta noche llega el muchacho. -sonrió nervioso.
-¿En serio? ¿Y tienes algo preparado?
-Tenía pensando invitarlo aquí. ¿Crees que este bien?
-Claro, será estupendo. -sonrió. -Me da mucho gusto..
-Gracias linda. -sonrió. -Mañana tenemos reunión con Angela.
-¿Para qué?
-Se va a lanzar ya la publicidad pero quiere que ustedes sean las primeras en verla.
-No se si Javiera pueda. -dudo.
-Se lo preguntaremos ahora que venga.
Javiera entró justo en ese momento.
-Buen día. -saludo.
-Hola paca, justo hablábamos de ti.
-¿Si? ¿De qué? ¿Todo bien? -se coloco junto a Flavia.
-Amor mañana tenes cita con Angela. ¿Crees que puedas estar?
-¿Y ahora que quiere?
-Tranquila fiera. -bromeo Bautista. -La publicidad ya quedó y quiero que ustedes sean las primeras en verse, también me dijo que para mañana mismo la transferencia de su pago estará hecha. Ya Flavia me dio los datos de tu cuenta.
-¿Para qué? Amor que lo hagan en la cuenta que compartimos. ¿Me permites el computador?
-¿Segura? Tómalo con confianza. -se hizo a un lado.
-Por supuesto.
-Bien, Bautista pasale los datos entonces.
-Anotado. Las dejo, debo ver unas cosas y hacer lo de la página.
Salió y dejó al matrimonio.
-¿De qué página habla? -miro a su esposa.
-No hay reservaciones, tal vez sea por lo que sucedió o no se pero decidimos promocionar su apertura.
-Me parece buena idea. -sonrió. -Revisare esto y me iré a la oficina.
-Ok mi amor. ¿Quieres un café?
-¿Me compartes del tuyo?
-Claro..-sonrió acercandole la taza.
-Que linda amaneciste hoy.
-Desperté contenta, necesitaba volver a mi trabajo. -sonrió.
-Ven aquí. -la sentó en sus piernas. -No olvides lo que hablamos. ¿Ya?