¿Estamos todos? (La vida despues de casadas)

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Javiera bajo la charola de la cena, Marta aún la esperaba.

-¿La señora esta bien?

-Si Martita, extrañaba tus comidas. -sonrió.

-Mañana le haré un desayuno más nutritivo y rico. ¿Tiene un horario en especifico para despertar?

-No Martita. -rió por su emoción.

-Pero estaré atenta.

-Yo me quedare un par de días aquí así que tranquila.

-Esta bien señora. ¿Gustan café o algo más?

-No, Flavia con la medicina ya tiene sueño.

-Bien, dejo limpio y también me iré a dormir.

-Descansa Martita, gracias.

...

Subió al cuarto y su esposa ya dormía, apago en silencio la luz y se recosto junto a ella. Beso us frente y agradeció una vez más tenerla junto a ella.

...

En la mañana siguiente Javiera despertó y su esposa ya no estaba junto a ella.

-¿Mi amor?

"En el baño"

-Flavia, me hubieras despertado.

-No creí que esto fuera tan difícil. -intentaba quitarse el pijama.

-Déjame ayudarte mi amor. ¿Te vas a duchar?

-No, solo quiero cambiarme. ¿Por qué hace tanto frío aquí?

-Creo que olvide subir la calefacción. -sonrio nerviosa.

-Solo búscame algo abierto, me cubriré con algo encima.

-Bien mi amor. ¿Quieres bajar o le digo a Marta que nos suba desayuno?

-Prefiero bajar. -sonrió.

-Listo. -la beso rápidamente. -Buen día mi amor.

-Buen día inspectora. -rió.

-Chucha, hace mucho frío aquí.

-Estoy desnuda Javiera apresúrate.

-Ya voy. Ya voy. -corrió el closet.

...

Marta sirvió la mesa mientras Flavia era regañada mientras bajaba.

-Ya Javiera.

-Es que no puedes ponerte el pijama y quieres bajar sola.

-Oye tampoco. Contratamos a alguien que me ayude con eso.

-¿Y qué alguien más te vea desnuda? Estas loca.

-Me vieron cuando entré a urgencias. -su tono fue burlón.

-Omitimos esa parte. -su mandíbula se tenso.

-Javiera no puedes ponerte celosa por eso.

-Eres mi mujer. ¿Por qué alguien más tiene que verte sin ropa?

-Lo hicieron cuando nació señora. -se burlo Marta.

-Cállate Martita. -negó.

Flavia rió apretando su costado.

-Vas a ver eh Martita.

-Ya por favor. -jadeo la pelirroja.

-Tú también.

La puerta sonó, Marta corrió a la puerta, Emiliano y Miranda llegaban con cositas para el desayuno.

-Hermanita de mi vida. ¿Cómo amaneciste hoy? -sonrió.

-Hola Milito. -sonrió. -Mi amor. -beso a Miranda.

-Hola mami, Javi. -sonrió.

-Flaca necesito hablar contigo después.

-Claro. -respondió rápidamente.

-¿Sobre qué? -pregunto la mujer en la cabecera de la mesa.

-Algo sin importancia mi amor. -respondió su esposa.

-Tonta no soy, ¿qué pasa entre ustedes? Están raros desde que estoy en el hospital. Hablen ahora.

-Mi amor después, desayunemos.

-No, ahora. Las cosas se solucionan rápido. ¿Qué pasa?

-La Javi y mi tío se sacaron la mierda cuando tú desapareciste.

-¡Miri! -se quejo Emiliano.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Es que--

-Yo lo digo. -hablo Emiliano. -Estaba de la cresta sin saber que te había pasado contigo y la culpe. Tuvimos un desacuerdo. Yo admito mi error y admito que me fui lejos con las tonterías, quiero que sepas que no era lo que pensaba, fue el calor del momento.

-¿Eres idiota o que? -hablo Flavia furiosa.

-Mi amor, tranquila. Todos estábamos en las mismas, Emiliano acepto tus disculpas, ya te conozco como eres. -quería poner paños fríos a la situación.

-Ya po, gracias flaquita y tu, la niña de la coleta mal hecha, discúlpame por lastimar a tu pajarillo. -rió.

-Dejame en paz Emiliano, Javiera me peino.

-¿La amas o la odias? -rió Miranda.

-¿Esta muy mal hecha?

-Yo peinaba mejor a mis chiquillas y soy hombre.

Ambos lanzaron la risa.

-¿Marta?

-Ramiro se peina mejor.

-Ramiro es calvo. -añadió Javiera.

Todos comenzaron a reír.

La puerta se abrió y un Bautista muy animado entró.

-Si vienes con trabajo vete.

-Cállate paca. Hola linda. ¿Y ese peinado? ¿Innovando? -rió.

-Ya pue. -desarmo su coleta.

-Amor.

-Mi amor admitelo.

-Por algo uso mi cabello corto.

-Maldita paca. -rió Bautista.

-¿Qué haces aquí?

-¿Tú? ¿No trabajas?

-No. -sonrió.

-Cobrando un salario que no se merece.

-Mira weon.

-Ya los dos. Desayunemos tranquilos. ¿Si? ¿En serio no iras mi amor?

-Mi esposa me necesita. Ya le envié todo a Gonzalo y me llamara si me necesita. -beso su mano.

-Que cursis, eewww. -añadió Miranda.

-Mi enamorado llega esta noche.

-Con razón todavía podes sentarte. -afirmó Emiliano.

-¡Emiliano!

-Entendi esa. -sobrina y tío chocaron puños.

-Ordinario como su cuñada.

-¿Yo que? -La inspectora le lanzó una servilleta.

-Extrañaba mi hogar. -susurró Flavia mientras veía al par pelearse, a Miranda y Emiliano robarse el desayuno. -Hogar dulce hogar, Martita más café.

-Si señora. -sonrió en su complicidad.

CAPÍTULOS UNICOS // LA VIDA DESPUÉS DE CASADASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora