Mirandaba entro am cuarto de Flavia después de que escucho su nombre.
-¿Mamá? ¿Todo bien? -se sentó en la cama.
-Si, ven aquí conmigo. -golpeo suavemente sobre la cama.
-Estas rara vieja. ¿Qué pasa? -se sentí frente a ella.
-Tu papá quiere pasar tiempo contigo.
-¿Qué? ¿Para qué?
-Es tu papá. -ella misma intentaba concentrarse en sus problemas.
-No voy a hacerlo. ¿Qué te pasa? -se puso de pie.
-Solo prueba.
-¿Por qué insistes? ¿Estoy molestandote aquí? -prehunto furiosa.
-¿Qué te pasa Miranda?
-Es que no lo entiendo po.
-Tu mamá me demando, dice que yo te impido no verlo y aun faltan unos meses para tu mayoría de edad.
-No lo voy a hacer, llama a tu abogada y dile que nos ayude con esto, yo a ese weon no me voy acercar y es un no definitivo. -sentenció.
-Ay Miranda. -bufo negando.
...
-¿Entonces? No accedió. -la inspectora se respondió sola al ver sus gestos de negación.
-No. Y no lo hará. -afirmó. -¿Me sirves más vino? -cedió su copa.
-Claro. -tomo su copa. -¿Qué harás? -dijo mirándola a la cara.
-No puedo obligarla, no quiero tampoco. Tengo que hablar con Luciana. -afirmó.
-¿Quién es Luciana? -pregunto confundida.
-Mi abogada Javiera.
-La mujer. -digo volteando los ojos.
-No me la tire si es lo que crees. -negó con desagrado.
-Oye no dije nada, tranquila. -intento ocultar sus celos.
-Te recuerdo que quien menciono que no se tiraba a las minas que se cruzaba en el camino fuiste tú po weona. -rió.
-Esto fue diferente.
-Angela. -rió.
-Cierra la boca. -se puso de pie.
-Cierramela tú. -se cruzo de piernas moviendo su copa.
-¿Te vas a poner en esas?
-No soy una mujer a la que puedes callar fácilmente, creo haberlo demostrado. ¿O no? -alzó una ceja.
Javiera sonrió y la levanto rápidamente del cuello.
-¿A esto te refieres? -pregunto.
-No se de que hablas. -sonrió de lado.
-¿Ah no? -coloco su rodilla entre sus piernas.
Solo negó con una sonrisa en el rostro.
-Me enciendes cuando me provocas. -rozo sus labios y se alejo cuando quizo besarla.
Deslizó su mano colocandola detrás de su nuca.
La beso con tanta intensidad que la pelirroja sintió como mojaba su ropa interior.
La besaba con tanta sensualidad.
Flavia la tomo el rostro y la guió hasta el sofá.
Rápidamente se coloco a horcajadas de su cuerpo.
Javiera abrió su camisa y beso su cuello.
Se abrió paso a sus pechos y quito todo obstáculo.
Sus labios encerraron sus pezones haciendo succionando como si su vida dependiera de ello.
La pelirroja inclino su cuello hacia un lado y conecto su mirada a la suya.
Pudo verla sonreir sin quitar su boca de su cuerpo.
-No entiendo el motivo de tu afán por ellos. -dijo entre jadeos.
-Que sean mías lo hace más delicioso. -le robo un beso fugazmente.
Rieron juntas.
La mano de la inspectora rápidamente se colo entre sus piernas.
-¿Desde cuando estas así? -sonrió.
-Siempre me tienes así. -aseguró.
El pecho de la pelicastaña se infló de orgullo.
Sus dedos entraron con tanta facilidad.
El primer gemido fue atrapado por su boca, compartían la respiración y su aliento.
La pelvis de Flavia empujaba sobre sus dedos con delicadeza hasta que sintió que su cuerpo lo necesitaba más intenso.
-Dios. -gimió.
Sus dedos empujaron más y más adentro.
No midió su fuerza y fue brusca.
Provocó que la pelirroja se corriera sin pena alguna.
Coloco su frente sobre la suya intentando descansar.
...
Javiera tomo la sabana y se tiro junto a ella.
-Uufff. -cerró los ojos.
-Eres colágeno para mi. -bromeo encendiendo un cigarrillo.
-Ni tanto, calmate. -sonrió sin abrir los ojos.
-¿Crees que Dante quiera una batalla legal? -pregunto sin mirarla.
-No lo sé. Eres tú quien lo conoce.
-Dudo que quiera hacer un teatro de todo esto.
-No pienses en eso, si tu abogada es buena conseguira un buen acuerdo. -sonrió.
-Tienes razón, tengo que confiar. Oye...
-Dime. -la miro.
-Tengo hambre.
-¿Qué quieres de comer? -tomo su celular.
-Eso, así me gusta. -se burlo.
-Quedate callada. -negó riendo.
La pelirroja opto por acabar de disfrutar su cigarrillo.
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CAPÍTULOS UNICOS // LA VIDA DESPUÉS DE CASADAS
Fiksi PenggemarDemente. Flavia & Javiera♡