Flavia tenía tantas preguntas, pero se sentía incapaz de hacer alguna. ¿Qué hacia ahí después de tantos años? ¿Por qué ahora?
-No sabía que era tu restaurante. Mi publicista busco algo elegante, sofisticado y dio con este lugar.
Su voz hacia que todo dentro de ella reaccionará.
-Tampoco sabía que se trataba de ti. -respondió seriamente.
Un hombre llegó junto a ellas.
-Angela, ven. Revisaremos el discurso.
-Ok, me gustaría platicar contigo después. -hablo sin dejar de mirarla.
-¿Flavia cierto? -hablo aquel hombre.
-Ella es. -respondió Bautista.
-Cuando oí de este restaurante y de sus referencias, supe que era el indicado. Déjame decirte que es hermoso y muy acogedor. Ahora conociendote en persona entiendo el porqué.
Flavia solo sonrió. Y ellos se retiraron.
-No sabía que se conocían.
-Quedas al pendiente aquí.
Se alejo, necesitaba aire, ¿qué demonios acababa de suceder? ¿Por qué había aparecido después de tantos años? Miles de emociones la golpeaban.
-Tranquila Flavia. -intentaba calmar su respiración.
...
El evento estaba a punto de comenzar, Angela presentaría su línea de cosméticos, buscaba con la mirad entre la gente a Flavia, solo veía al hombre que hace un momento había estado junto a ella. ¿Y Dante? Se preguntaba, él jamás se separaba de ella. ¿Por qué no estaba ahí? Cuando tuvo que alejarse de ella hace tantos años jamás volvió a buscarla ni a saber nada de ella.
*flashback *
-¿Y si alguien se entera? Mis padres me matarían, comprende Flavia.
-Vamonos, busquemos la manera de estar juntas, de alejarnos de todo y de todos.
-No se Flavia, no estoy segura. -se alejo de ella, se sentó frente a la ventana de aquel pequeño espacio que llevaba tiempo siendo un escondite y un refugio para ambas.
-Mira Angela, piénsalo. Podemos luchar por esto, pensalo ¿si? -la ayudo a voltear y la beso con suavidad. -Piénsalo, tengo que irme, mi mamá debe estar esperándome.
*fin flashback *
Y esa había sido la ultima conversación que habían tenido antes de romperle el corazón, después de aquello Angela había sido presionada para casarse y tuvo que hacerlo. Dejando atrás a quien tal vez podría haber sido la mujer de su vida.
-Angela ¿Estas escuchandome?
Sacudió rápidamente la cabeza alejando aquellos pensamientos.
-Si, lo hago. ¿Qué sucede?
-Comenzaremos.
-¿Y Flavia?
-No la vi. ¿Quieres que este presente? -pregunto confundido.
-No, así esta bien. -sonrió.
...
Javiera llegó al restaurante y vio a Bautista.
-¿Javiera? -la observo.
-Si, no empieces. Tuve que ir a la casa a cambiarme ¿ya viste lo linda que estaba mi esposa? Debía estar a su altura.