Capitulo 46

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Dami solo estaba bromeando cuando dijo que entregaría la carta de Oh Sehun a Taehyung despues de que Seokjin y ella se hubiesen ido del pueblo. Su tía no era tan cobarde como había resultado ser Sehun. Envío una invitación a la pareja recién casada para que cenara con ellos en casa de Jungkook esa noche. Pero, curiosamente, ambos se rehusaron.

No tan curiosamente en realidad. La noche del sábado era la mejor de todas para la cantina Not Here. Y lo cierto era que Taehyung empezaba a ser la atracción principal del local, aunque no en cuanto a la diversión. Bueno, eso dependía de como se viera. Por el mero hecho de tener la lengua mordaz y venenosa había sido responsable de que toda la semana hubiera habido clientela superior a la habitual. Y solo por hacer lo que se le daba mejor: insultar a los admiradores que no le interesaban.

Por asombroso que pareciese , lo tejanos encontraban sus insultos divertidos. No importaba que supieran que estaba casado, los hombres seguían rodeándolo, coqueteando con él, haciendo lo imposible por captar su atención, escuchando todas sus palabras. Y nadie se ofendia cuando hería a algún vaquero en lo más vivo. La gente se partía de la risa, incluso los hombres insultados consideraban un halago que se hubiese fijado en ellos.

Taehyung se había adaptado de maravilla a esa vida nocturna subida de tono. Y,  al decir de tono, se la pasaba muy bien siendo el rey del local. Sandeul lo consideraba un gran beneficio para el negocio, de modo que no se quejaba.

Seokjin se maravillo al oir todo esto esa noche, durante la cena. Dami había ido de visitas esa tarde para enterarse de las últimas habladurías, asi que no le sorprendió que tuvieran que cenas solos.

—No es la vida que hubiera deseado para uno de mis sobrinos, pero en el caso de Taehyung, parece ser la clase de ambiente en el que puede desenvolverse mejor.

—Si, pero me preguntó si ya se ha percatado de ello o si sigue dedicando sus energías a <<volver a casa>>— contestó Seokjin.

Jungkook no había hablado demasiado aún. Ni siquiera había arqueado una ceja con la noticia de la herencia perdida. Claro que su herencia no tenía nada que ver con él, ahora que Taehyung no podía ser suyo. Aunque es probable que el dinero no le hubiese interesado nunca, ya que él era el heredero del rancho mas importante de la zona.

Esa noche parecía algo distraído. ¿Tendría todavía el corazón roto? Puede. No iba a mostrarle compasión. Él tampoco se la había mostrado por su reciente perdida.

—Ire a la cantina por la mañana, al salir de la iglesia, antes de marcharnos— indicó Dami.

—Todavia estaran durmiendo— comentó Jungkook.

—Pues tendrán que despertarse— contestó Dami—. Detesto dar las malas noticias pero en este caso no tengo demasiada elección.

—¿Quieres que me encargue yo?— sugirió Jungkook.

<<Si claro, no desaprovecharás la oportunidad de volver a ver a Taehyung>>, pensó Seokjin, indignado, Dami considero incluso su oferta, pero sacudió la cabeza.

—No, es responsabilidad mía. —Y, luego, sonrió—. Ire con el tiempo justo para decir lo que hay que decir si no quiero salir después del anochecer. De este modo me evitaré buena parte del berrinche.

Lo cierto es que no hubo berrinche. Al principio, Taehyung se tomó la noticia a broma  de acuerdo, apenas estaba despierto cuando la oyó. Pero cuando Dami aseguró que era verdad, se quedó tan conmocionado que apenas dijo nada más.

Seokjin tenía dudas acerca de la conmoción de su hermano, ya que era típico que Taehyung  hiciera caso omiso de las cosas que no le gustaban. Era mucho mas probable que se negara a creer que había perdido su herencia.

Un Hombre Para Mi (KookJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora