Capitulo 4

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Taehyung y Seokjin tenían que haber esperado el Galveston. Era el destino final de la amable pareja que Oh Sehun había encontrado para que los acompañará, y estaban mas que dispuestos a alojar a los chicos con ellos hasta que Kim Dami llegara a buscarlos. Pero Taehyung se negó en redondo.

No habia dejado de quejarse hasta aquel momento. Incluso antes de dejar la casa, se había quejado ya de lo apresurado de su marcha. Pero el día después del entierro zarpaba un barco, y Sehun les había sugerido encarecidamente que lo tomaran, ya que no habría ningún otro en varias semanas. De nuevo en tierra firme, Taehyung debería verse apaciguado un poco, pero no, el concurrido puerto donde estaba su barco fue el siguiente blanco de sus insultos.

De todos modos, Seokjin había logrado disfrutar del viaje por el mar. Era la primera vez que subía a un barco y todo le parecía interesante. El aire salado, la ropa de cama humeda, las cubiertas ventosas y aveces resbaladizas, intentar caminar sin tropezar con nada o acostumbrarse al movimiento del barco eran novedades para él,   y eran esas mismas cosas las que más quejas provocaban en Taehyung.

Era sorprendente que el capitán no hubiera lanzado a Taehyung por la borda. Una vez, Seokjin le había oído farfullar para si mismo la posibilidad de hacerlo. Y Taehyung vivió un momento angustioso a los cuatro días de viaje, cuando acabó colgado de la barandilla mientras el mar daba lengüetazos al costado del barco. Había jurado que alguien lo había empujado, lo que era ridículo, aunque, con probabilidad, casi todos a bordo lo hubieran pensado más de una vez.

El comportamiento de Taehyung había sido como Seokjin había esperado. Cuando su hermano había dicho que no soportaba viajar, no había exagerado. Y cuando Taehyung se sentia abatido, quería que todos los demás también lo estuvieran. Seokjin logro evitar ese estado de ánimo, pero es que hace mucho había aprendido a <<no escuchar>> a su hermano cuando se ponía especialmente pesado. Sus compañeros habían adoptado la misma actitud, y antes del final del viaje, asentían y mascullaban frases adecuadas, aunque habia dejado de <<escuchar>> a Taehyung.

Puede que esa fuera la razón de que no trataran de impedir que los chicos partieran solos. Aunque era más probable que estuvieran contentos de librarse de Taehyung. Y los dos ya eran lo bastante mayores para viajar solos. Además, estaba con ellos un doncel de confianza, Namjoon. Era unos años mayor que ellos, y en la mayoría de los círculos sería considerado un acompañante apropiado.

Seokjin procuró persuadir a su hermano de que esperara que llegara su tía. Señaló que podrían cruzarse con ella en el camino sin ni siquiera saberlo. Pero Taehyung había insistido que a lo mejor la tía Dami no había recibido a una carta de Sehun, de modo que esperar en Galveston solo era una pérdida de tiempo. Seokjin sabía, por supuesto, que era inútil intentar convencer a su hermano. A Taehyung solo le importaba su opinión,  y jamás se equivocaba. Que muchas veces no tuviera razón no hacía caso.

Unos días después ya van tirados en un pueblecito bastante alejado de su destino. Varios contratiempos e incidentes inesperados habían contribuido a tan lamentable situación, pero en el fondo, la culpa seguía siendo totalmente de Taehyung. ¿Lo aceptó él? Claro que no. Desde su punto de vista, la culpa era siempre de los demás, nunca suya.

Si vienen en el Este se daba por sentado que el modo más veloz de viajar era el tren, ese cómodo medio de transporte no se había extendido aún por Tejas, motivo que los llevó a viajar hasta allí en un barco. Había una línea ferroviaria en el sur de Texas que iba de la costa noroccidental hacia el centro del estado, con unos pocos remales de corto recorrido, pero la línea terminaba muy lejos de su destino final. Aunque habían intentado llegar en tren hasta el final de la línea un grupo de ladrones había alterado ese plan.

Seokjin consideraba el asalto al tren como algo que podría contar a sus nietos, si tenía alguno. Era algo apasionante una vez terminado, aunque aterrador mientras había ocurrido. El tren había parado en seco, y antes de que pudieran recuperarse, cuatro hombres armados habían irrumpido gritando en el vagón de pasajeros. Parecían nerviosos, claro que tal vez aquello fuera normal dadas las circunstancias.

Un Hombre Para Mi (KookJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora