Capitulo 17

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Taehyung era demasiado complicado para molestarse por él. Esa fue la conclusión que llegó Jungkook aquella mañana. Bueno, casi. Pero realmente era como si Taehyung fuera dos hombres distintos: tierno y complaciente de noche, una verdadera arpia de día.

Pensó que la grosería debía ser cosa de familia.  No, eso no era cierto. Dami no tenía nada de grosera, y era familiar directo de los hermanos Kim.

La confusión que lo acosaba ahora era culpa suya. Debería haberse mantenido firme y esperado a que viaje terminara antes de averiguar por dónde iban los tiros con Kim Taehyung.

Sabía por experiencia que los ánimos enardecían con facilidad cuando uno hacía algo que no deseaba y, por los comentarios que había oído, sabia que Taehyung no quería ir a Tejas, para empezar, y que además de te estaba todo lo relacionado con el viaje. De modo que los estallidos de grosería eran algo comprensible o, por lo menos, había buenos motivos para que Taehyung los tuviera. Lo más seguro era que cuando hubiera terminado el viaje, fuera del todo distinto.

Pero a la noche anterior estaba tan hermoso quedé en ningún modo habría conseguido contenerse y no besarlo. Y él había intentado rescatarlo. Eso le había llegado al alma; jamás lo habría esperado de Taehyung. Siempre se mostraba tan distante, indiferente. Al menos con él.

A pesar de todo, la noche anterior, se habia derretido en sus brazos. Lo sorprendió, le encantó, sintió aumentar su deseo y, entonces, de modo extraño, hubo algo que no lo acababa de convencer. Y, por un instante, llegó a preguntarse por qué lo había besado.

No tenia nada que ver con el beso, que habia sido maravilloso. Tenía nada que ver con la facilidad con que él había cedido. Tenia que ver con él. Tenía algo que no cuadraba, era demasiado desconcertante: gélida y, de repente, cálida, como si fueran dos...hombres...distintos. ni hablar. La luz de la hoguera no era muy brillante, pero tendrían que  ser gemelos para que él cometiera semejante error. Vaya, hombre.

No deberia estar tan perplejo. Lo habia visto venir, solo que no lo había admitido. Los hermanos podían parecerse mucho, Claro que no había demasiadas probabilidades de que tuvieran tantos rasgos idénticos a no ser de que fueran gemelos. Por supuesto que era gemelos. Sólo que uno era ciego como un topo y tenia un genio terrible. Y era posible que lo hubiera besado a él.

Asi que eran gemelos. Eso no cambiaba nada, y seguia sin explicar su confusión respecto a Taehyung. O quizás era él. Tal vez no estuviera interesado como habia creido.

En realidad, puede que ese fuera el problema. Deberia estar interesado, pero ¿Lo estaba? ¿De verdad? ¿O le recordaba Taehyung a Taehyun, incluso sus nombres eran casi iguales, un exterior espléndido con nada que le gustara demasiado en el interior? Era otra razón que lo había llevado a esperar a que el viaje terminara para cortejarlo, asi que él tendria tiempo de relajarse, o de recuperarse segun como se mirara; de instalarse y de volver a ser él mismo.

Espera un gran cambio y actitud en dos últimos días. Ya no tendría de que quejarse. La casa de Dami tenia un aire del Oeste, pero era muy cómoda. Y en ella trabajaba una de las mejores cocineras del pais. Una vez hubieran pasado por los dolores del viaje y estuviera rodeado de las comodidades y de la familia, descubriría como era Taehyung en realidad.

Habia visto su peor cara, por lo menos esperaba que fuera asi, no había visto nada mucho peor. Tenía ganas de ver su mejor cara.

El carruaje llego a Twisting Barb un poco antes de mediodía, seguido de la carreta con el equipaje y Leroy al cabo de unos treinta minutos. Jungkook tendria que explicar lo de Leroy. Estaban demasiado alejados de todas partes para dejarlo allí. No había ninguna casa lo bastante cerca para que pudiera ir andando si se llevaban a su caballo, a fin de demorarlo. Y el camino no lo bastante concurrido para que alguien lo encontrarás y lo deja atado.

Sin embargo, Jungkook ya no esperaba mas problemas de Leroy ahora que estaban en el rancho. Alguien podría acompañarlo a buscar el caballo (Jungkook no se habia molestado demasiado en ir a buscarlo). Y había vaciado la munición de los revólveres de Leroy, de modo que podrían devolverselos.

Su padre debia de empezar a chochear, o estar desesperado, para enviar alguien como Leroy a buscarlo. Sobre todo cuando le habrían dicho que Jungkook se dirigía a Twisting Barb. No conseguía verle ningún sentido, a no ser de que fuera para demostrar algo. DoYeon podría haber cabalgado al rancho de Dami y quizá llegar antes que él aunque puede que eso fuera lo que habia hecho. Y a lo mejor al ver que Jungkook no llegaba antes del anochecer, como habia previsto, habia enviado a Leroy a averiguar por qué.

Pero significaba que Leroy formaba parte del entorno de su padre, y Jungkook no se imaginaba que DoYeon quisiera tener aquel viejo estúpido maloliente cabalgando cerca. En la actualidad, DoYeon no iba a ninguna parte sin que lo acompañará un mínimo de cuatro pistoleros, hombres capaces de abordar cualquier tipo de problema que se presentará. Aunque todos iban limpios y tenian buenos modales, y veneraban a DoYeon porque les pagaba muy bien.

Dami salió al porche a recibirlos. Parecía nerviosisisma. ¿Por qué no había visto a sus sobrinos desde que eran unos chiquillos? ¿O por que DoYeon se habia presentado y la había mortificado por tener a su hijo trabajando para ella? Jungkook no esperaba ver tan pronto a su padre, no estaba preparado para ello; aun asi, habia imaginado que lo vería al día siguiente o poco después, ahora que DoYeon sabía que estaba en el condado. Le había permitido averiguar que había vuelto cuando habia decidido entrar en el pueblo, ya que sabía que alguien saldría disparado hacia la finca de los Jeon con la noticia.

Un par de hombres se habian acercado para atender el carruaje y para ayudar a los hermanos y a su sirviente a bajar. El solterón fue el primero en llegar al porche.

Jungkook desmontaba cuando oyó que Dami preguntaba:

—¿Cuál de los dos eres?

—Seokjin.

Dami se relajó al ver que Seokjin también parecía nervioso y le dio un gran abrazo.

—Bienvenido, Jin. Solía llamarte así, ¿sabes?¿Te acuerdas?

—No, pero mi madre también me llamaba Jin—contestó Seokjin con una sonrisa vacilante.

—Siento lo de tu padre.

—Si, fue un desafortunado accidente.

—Pero me alegra mucho ofreceros un hogar todo el tiempo que queráis.

—Gracias...

—¿Es esto?— interrumpió Taehyung mientras subía los peldaños—. ¿La casa de un rancho, y pequeña para más inri?¿Y se supone que tengo que vivir aqui?

Dami se sonrojo de inmediato. A Jungkook le supo mal por ella. Estaba bastante nerviosa, y que Taehyung la sometiera a tal escarnio era de una grosería increíble.

—Se que no es tan majestuosa como vuestra casa en Haverhill, pero aquí hay pocos sitios mejores —afirmó Dami a la defensiva —. Mi marido dedico mucho trabajo a...

—No los suficiente— interrumpió Taehyung de nuevo—. Pero no se por qué esperaba algo mejor, cuando todos los pueblos que hemos visto por el camino eran de lo mas sordido.

Jungkook ya había oído suficiente. Furioso por el modo en que trataba a Dami, iba a quemar todas sus naves y decirle a Taehyung que cerrara el pico, pero Seokjin se le adelantó.

—¿Podrías contener los malos modales cinco segundos, hermanito del alma?— preguntó con una sonrisa tensa —¿O te resulta imposible?

Taehyung solto un grito ahogado y levanto la mano para abofetear a Seokjin por el insulto, merecido o no. Jungkook quiso detenerlo, pero no estaba lo bastante cerca. No fue necesario. Al parecer, Seokjin había esperado la represalia y estaba preparado. Con un ligero empujón, hizo que Taehyung se tambalease y rodase peldaños abajo hasta caer en la tierra.

Un Hombre Para Mi (KookJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora