Capitulo 8

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Seokjin estaba abatido. No estaba acostumbrado a hacer un ridículo tan grande, y a hacerlo aposta. Era cierto que solía empezar causando mala impresión a cualquiera que tuviera posibilidades de convertirse en un amigo o un pretendiente, lo suficiente para que esa persona considerara que no valía la pena conocerlo.

Táctica defensiva para asegurarse desde el principio de que su hermano no se pusiera celoso punto y llevaba tanto tiempo poniéndolo en práctica que le salió de modo automático.

Si habías por usado en hacerlo con Jeon Jungkook el día que los encontró. Debería haber bastado el hecho de acusarlo de tener intenciones nefastas cuando no dudaba en absoluto de que había ido a rescatarlos. Era evidente que se había sentido insultado y que desde entonces lo había evitado: no le dirigía la palabra y ni siquiera miraba en su dirección. El resultado perfecto. Pero no había contado con el efecto que él tendría en seokjin.

Tenía que admitirlo: le gustaba, y demasiado. La atracción inicial que había sentido por él no disminuía con ese distanciamiento como debería. Pensaba en él sin cesar, esperaba oír el sonido de su voz, alcanzar a verlo cuando cabalgaba junto al coche; todo lo que no debería hacer, pero no parecía poder evitarlo.

Taehyung no se había percatado aún de su interés por Jungkook porque lo consumía su propio malestar. Pero si pensara, ni que fuera un segundo, que a Seokjin le gustaba, procuraría conquistarlo, no para quedarse con él, claro, sino para fastidiarlo.

De modo que Seokjin no tenía porque aumentar la aversión de Jungkook hacia él: este ya le tenía bastante. Lo que él debía hacer era quemar todas sus naves para asegurarse de que nunca hubiera la más remota posibilidad de que él pudiera ser suyo. Porque aunque perdieron el juicio por completo y le hiciera saber que le gustaba, sabía que no podía competir por él con su hermano.

Taehyung intentaba todo lo habido y por haber para conseguir lo que quería. Si lo que quería era un hombre, incluso dormía con él, aunque solo fuera una vez, para que sintiera devoción por él. Lo había hecho antes, y se había asegurado de que Seokjin lo supiera si se trataba de un hombre por el que Seokjin había mostrado algún interés. Asi que hasta que Taehyung estuviese casado y se marchara a vivir lejos de él, no podia empezar a pensar en casarse a su vez.

De modo que habla vuelto a hacer el ridículo, y ahora se sentía triste y avergonzado por ello. Y esa vez ni siquiera había sido queriendo. Chocar con Jungkook aquella tarde no había sido sino un accidente. Pero estar a punto de disculparse con él había disparado la alarma en su interior. No quería que se pensara solo que era torpe. Eso no era un rasgo lo bastante malo para provocar una aversión extrema. Aunque sí otra acusación injustificada.

Al menos, podía haber sido algo más ingenioso. Acusarle de ser perverso con los débiles era más que absurdo. Demostraba lo nervioso que se había puesto al encontrarse tan cerca de él que ni siquiera podía pensar con claridad.

Habría dicho entonces que no podía estar más avergonzado. Pero, quién lo iba a decir, Jungkook se enfrentaba a algo de peligro durante aquel atraco abortado a la diligencia y él perdía todo su sentido común. Ni tan solo estaba seguro de que era peor, si tener miedo por él o comportarse como un idiota debido a ello.

Estaba abatido por completo. Y encima, tenía que cenar con él justo esa noche, cuando se ponía colorado cada pocos minutos porque no podía dejar de pensar en su ridículo comportamiento.

En cualquier caso, era inevitable, pos lo menos esa noche. El pueblo era pequeño y solo había un restaurante en el único hotel, y nada más que una mesa vacía en el; además el comedor estaba cerrando (el cocinero ya se habia ido a su casa), de modo que no podia poner ninguna excusa para volver más tarde a cenar, ni él tampoco.

Por lo menos no tuvieron que abrir la habitual serie de interminables quejas de Taehyung mientras comían. Había estado dormido todo el rato que duró el atraco, de modo que no sentía ninguna inquietud por ello porque no se había enterado hasta después, cuando estaban a mitad de camino del próximo pueblo y, en cierto modo, se hallaba de buen humor por ello. Y que Taehyung estuviera de buen humor significaba que coquetearia con todos los que estuvieran cerca.

Seokjin encontró la comida insípida, apenas podía tragarla. Se le habían despertado tantos sentimientos encontrados que empezó a doler la cabeza. Una cosa era saber lo que podía pasar y otra muy distinta estará ahí sentado viendo cómo Taehyung captaba la atención embelesada de Jungkook. Hasta el pobre Chanyeol se puso de lo más nervioso con las sonrisas de Taehyung. A Seokjin se le revolvía el estómago.

El dolor de cabeza era una buena excusa para marcharse, él la utilizó. Y que si se iba a dormir hambriento. Tendría suerte si conseguía dormir algo.

En realidad, nadie salvo Namjoon lo oyó disculparse y se percato de su marcha; se le daba bien pasar desapercibido. Logró llegar a la habitación que compartía con su hermano y su sirviente a pesar de que la luz del pasillo se había apagado. Y estaba demasiado triste para encender la lámpara de la habitación. Acomodo su cabello, colocó las gafas en la mesa más cercana, dejo caer sus ropas al suelo y se metió en la cama para aliviar sus penas.

Tal cantidad de sentimientos diversos tenia, de hecho, una ventaja: lo agotaba mas de lo que pensaba y, gracias a Dios, se durmió enseguida. No habia esperado hacerlo. Y no tenia idea de cuánto tiempo había pasado, solo sabia que estaba profundamente dormido cuando la había despertado de golpe una voz sorprendida que había gritaba: <<¿Pero qué...?>>

Desde el inicio del viaje en Haverhill, se había acostumbrado a que lo despertara Taehyung, que no era nada considerado con los demás, cuando se iba a dormir. Pero no era Taehyung quien estaba de pie junto a la cama. Seokjin reconoció aquella voz, y estaba lo bastante sorprendido para chillar:

—¡Salga de mi habitación!

Él habia tenido tiempo de recuperarse.

—Esta es mi habitación —Dijo Jungkook con calma, incluso con algo de ironía.

—Oh. —Volvía a estar avergonzado; era una mala costumbre que estaba adquiriendo—. Entonces debo disculparme.

—No se moleste —soltó Jungkook

—No lo haré —replicó, y añadió con frialdad—: buenas noches.

Durante esa breve conve, Seokjin se habia dado cuenta de dos cosas: Jungkook habia abierto las sábanas antes de percartarse de que ya habia alguien en la cama, y la habitación seguía a oscuras. Cómo él, no habia encendido la lámpara para meterse a la cama. Eso significa que podia irse sin que pudiera verlo bien y esperaba no tropezar al salir.

Era un buen plan que llevo a la práctica de inmediato. Pero no habia contado con que él alumbraba una de las cerillas que estan junto a la lámpara de aceite más o menos al mismo tiempo que él empezó a moverse. Esperaba que tuviera la mirada puesta en la lámpara para encenderla y no en él. No se detuvo a averiguarlo y salió con rapidez de la cama para cruzar la puerta y darse de bruces con Chanyeol, que iba a entrar.

Chocó con él, murmuró un rápido <<perdón, lo siento>>, pero no se detuvo. ¿Podría estar mas acalorado? Seguramente no. Y no se calmó una vez seguro detrás de la puerta adecuada, unos metros más allá del pasillo. Lo único que podía agradecer en ese momento era que la habitación seguia vacia, de modo que no tenía que explicar a su hermano ni a Namjoon que hacía corriendo por el hotel en ropa interior.

Un Hombre Para Mi (KookJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora