Capitulo 7

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Jungkook no tenía que recorrer el trayecto tan deprisa. Quedaban seis horas de luz del día y podían alcanzar el siguiente pueblo con estación para diligencias antes del anochecer a un ritmo normal. Pero los caballos estaban frescos, y él seguía enfadado, de modo que llegaron una hora antes del ocaso. Descargó el resto del enfado en el empleado de la estación, que intentó negarles un coche regular sin coste adicional, e incluso quería quedarse el coche que ya tenían. Ni hablar. Tal como Jungkook lo veía, los dos hermanos tenían derecho a un viaje gratis hasta Trenton como compensación de la experiencia que les habían hecho pasar.

Esa noche, los chicos se alojaron en un hotel, uno decente. Al menos no mereció las quejas de ellos. Lo que no podía decirse de la mayor parte del día. El viaje había provocado un montón de gritos, que Jungkook había ignorado, en el interior del coche. Puede que todos provinieran de aquél solteron con una imaginación hiperactiva.

Después de los tres whiskies en la cantina más cercana, por fin dejó de apretar los dientes. Seguía sin estar contento. Tenía que soportar a unos jóvenes, no a unos niños, y eran tres. Tendría que haber pedido a Dami que se lo aclarara antes de partir. No debería haber supuesto que los sobrinos que el hermano de ella había dejado <<a su cargo>> fuera niños pequeños. Debería haberse negado a hacerle ese favor pero, por desgracia, ya era demasiado tarde para lamentarse.

Ya había sido bastante terrible pensar que viajaría con un par de niños hasta el rancho, pero la mayoría de los niños que conocía se portaban bien, y no había esperado tener problemas. Los jóvenes, en cambio, solo podían crear dificultades y, por lo que había visto hasta entonces de esos hermanos, iban a creárselos.

En cualquier caso, debería haber imaginado antes que los hermanos kim eran adultos, en especial después de tener que localizarlos. Pero estar convencido de que eran bastante pequeños para causarle molestias le impidió considerar los comentarios que había oído sobre ellos a lo largo del camino, en que ni una sola vez los calificaron de adultos, que él recordara. Frases como <<esos jovencitos tenían una prisa terrible>>, <<esos muchachitos no atendían a razones>> o <<esos chicos dejaron el tren más deprisa que una prostituta saldria de una iglesia>> no indicaban precisamente que eran jóvenes que podían despertar su interés lascivo.

¿Podían? ¡Caray, el tal Taehyung era precioso! Unos cabellos rubios de tono dorado y un peinado que marcaba su rostro oval con rizos que le quedaban perfectos. Una naricita respingona, las mejillas sonrosadas, una barbilla suave los labios más seductores que había visto en mucho tiempo. Y unos ojos azul oscuro que brillaban como gemas pulidas, rodeado de unas gruesas pestañas negras un poco emborronadas por el calor, lo que indicaba que seguramente no era ese su color natural, pero aún así, la clase de ojos en los que un hombre podía perderse encantado.

Por eso no fuera suficiente, tenía además una figura llamativa que le hacía caer la baba a cualquiera. Cintura de avispa y las caderas redondeadas, y no era demasiado alto, 20 y pocos centímetros más bajo que él, lo que era bastante ideal en su opinión.

Su irritabilidad al conocerlo era comprensible. Lo habían abandonado en un pueblo casi fantasma, antes que eso había sufrido el asaltó a un tren y Dios sabía cuántas cosas más. Para un joven educado con delicadeza, el Oeste podía ser un lugar duro, él había sufrido muchos más los percances. Lo menos que podía hacer era llevarla a Twisting Barb sin más incidentes.

En cuanto a su hermano, era un solteron; con esas gafas horrorosas que llevaba, no podía definirlo de manera distinta; aunque no estaba haciendo nada benévolo, después de cómo lo había insultado, no podía pensar de él de otro modo.

Eran tan distintos como el día y la noche, tanto que, de no saberlo, uno no sospecharía jamás que eran hermanos. Los dos rubios, sí, los dos con los ojos azules y una bella figura, pero el parecido terminaba ahí.

Un Hombre Para Mi (KookJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora