Era una experiencia tan angustiosa, Seokjin quería cabalgar directo a casa, por mucho que tardasen, sin detenerse para dormir. Jungkook no lo complació. Lo alejó de la granja y de la subsiguiente violencia que iba a tener lugar en ella, pero después encontró un árbol solitario para acampar debajo y pasar el resto de noche.
Cuando protesto porque no necesitaba descansar, Jungkook le había replicado: <<mi caballo, si.>>
No había tenido en cuenta que el caballo había cabalgado sin descanso medio día para encontrarlo. Se arrepintió, como era de esperar, y no se quejó más.
Pero no conseguía relajarse. Le hubiera gustado tener la certeza de que aquellos hombres ya no podían hacerle daño a nadie, de que ya no lo perseguirían. Era posible que Leroy no lograra capturarlos a todos. Cuatro contra uno era... Bueno, con Leroy era casi una pelea casi igualada, incluso puede que algo a su favor. Tal vez debería relajarse, por lo menos en cuanto a eso.
Sin embargo, estar pasando la noche al aire libre en la llanuras de Tejas a solas con Jeon Jungkook era motivo suficiente para no relajarse.
—¿Crees que Leroy va a matarlos a todos?—preguntó Seokjin desde el otro lado de la pequeña fogata que Jungkook había preparado.
—Seguramente no matará a ninguno— contestó él—. Eso sería demasiado fácil. Basta con entrar cuando duermes y dispararles con un rifle. Se requiere mas habilidad para capturar forajídos y entregarlos vivos, y Leroy se enorgullece de ser hábil. Además, no correrá el riesgo por si la recompensa depende de que estén vivos.
Seokjin todavía no podía creer que hubiera ido a rescatarlo. Con todos los hombres que había en la fiesta, no era necesario que Jungkook se ofreciera para la tarea.
—¿Hay alguien más buscándome?
—Nadie más lo sabe salvo mi padre, y puede que Red también— contestó él.
—Ah, asi que tu padre te mando a buscarme.
—No, yo le dije que ocurría.
—Pero, ¿cómo lo supiste tú?
—Me fijé que ibas hacia la cuadra. Sentí curiosidad porque no pasaba nada allí en ese momento. Uno de ellos me atacó y me dejo sin sentido. Leroy me encontró un poco después y, entre los dos, lo dedujimos. No había tiempo de reunir una partida.
Seokjin asintió. Debería haber sabido que la razón de que hubiera ido no tenia nada que ver del todo con ella. Jungkook lo habría hecho con independencia de quién hubiera sido el secuestrado porque era de esa clase de hombres.
Estaba sentado muy acurrucado, alzándose las piernas y con el mentón apoyado en las rodillas. Jungkook le habia dado unas tiras de cecina, una comida que no llenaba demasiado, pero tenía que bastar. Ya se había disculpado por no haber ido preparado dado que no habia planeado ir a ninguna parte antes de tener ocasión de reponer sus provisiones. Las dos mantas que llevaba no servían para taparlos a ambos a no ser de que durmieran directamente sobre el suelo. Una idea poco atractiva. Y la hoguera, que solo constaba de unas ramitas, no dudaría toda la noche, de modo que tendrían que taparse.
Seokjin había estado charlando para no pensar en que tiritaba. No hacía mucho frío, sino más bien fresco. Pero su ropa no es que fuera muy abrigada que digamos, y puede que temblar fuera también una reacción al hecho de que lo hubieran secuestrado. No podía evitar que le castañetearan los dientes.
—Ven aquí— dijo Jung al oir por fin el ruido.
—¿Por qué?
—Necesitamos dormir unas horas para poder salir temprano— explicó tras lanzarle una mirada impaciente—. Tenemos una manta pars acostarnos encima y la otra para taparnos, y refrescara más antes de que salga el sol.
Acurrucarse juntos para intercambiar calor corporal. Eso era lo que Jungkook estaba sugiriendo. Pero Seokjin tenía miedo de estar tan cerca de él. Ya había sido bastante difícil compartir el caballo con él. Y, aunque sus sentidos pudieran soportarlo, seguía siendo muy indecoroso. Jungkook era de su hermano. Bueno, pronto lo seria.
—No es nada personal— añadió Jungkook—. Solo sentido común.
Dicho asi, sería tonto si se negaba. ¿Tendría frío él también? Seguramente no. Solo le ofrecía con generosidad su calor.
Se acercó a su lado y se echó junto a él, rígido como un palo. Oyó su suspiro antes de atraerlo mas hacía sí, contra su costado. Su brazo le servia de almohada. Le puso una mano encima de la que él habia descansando, vacilante, en su pecho. Sintió calor en él enseguida y, poco después en todo el cuerpo. Se durmió.
Y empezó a soñar, a tener pesadillas en las que revivia su captura y el miedo, veia a John Bilks afilando un hacha y conocía a la esposa del granjero. En el sueño, la mujer resultaba ser una bruja, y la jefa del grupo. Quería que cortarán las dos manos de Seokjin.
Seokjin se sentó sobresaltado, soltó un grito ahogado y empezó s temblar. El grito despertó a Jungkook.
—¿Que tienes? —preguntó, al tiempo que se incorporaba a su lado—. No te preocupes, me lo imagino.
Lo rodeó con lo brazos y casi se lo sentó en el regazo. Empezó a masajearle los hombros y la espalda, pero sus temblores no cesaban.
—No dejaré que nadie te haga daño, Jin— aseguró con voz tranquilizadora—. Estas a salvo, te lo juro.
—Ya lo se— contestó Seokjin—. Sólo ha sido un sueño.
—Olvidalo.
—Lo estoy intentado.
Pero no conseguía dejar de temblar. Ese dia le habían pasado demasiadas cosas y ahora le estaban pasando factura. La calidez de Jungkook lo envolvía. Eso debería haberlo ayudado. Pero no temblaba de frío. Tampoco por él. El miedo que habia sentido antes habia refresado con el sueño y no lo abandonaba.
Jungkook siguió abrazandolo con suavidad para tratar de calmarlo, pero no surtía efecto.
—Que caray— oyó Seokjin que él decia justo antes de besarlo.
Aquello surtió efecto. En su cabeza no había espacio para el miedo si lo tenia ocupado en él. Tuvo la sensación de que su intención era precisamente distraerlo. Sin embargo, como aquel dia en la cuadra, su pasión creció con una rapidez asombrosa. Y la de Jungkook también. Puede que su beso al principio hubiese sido otra forma de calmarlo, pero pronto dejo de ser tranquilizante.
Le separó los labios con los suyos y lo arrastró a la intimidad que le ofrecía. Había ansiado el sabor y el olor de Jungkook sin darse cuenta, pero su cuerpo lo sabia y estaba encantado hasta más no poder. Lo acostó sobre la manta sin dejar de besarlo apasionadamente y se inclinó sobre él con una pierna sobre su cadera. Acarició su pezón por encima de la tela y sintió que el calor lo invadia. No podia pensar, no quería pensar. Lo sujeto con fuerza, y en ese momento su único temor era que Jungkook entrara en razón y se detuviera.
No lo hizo. En todo caso, su beso se volvió más intenso, como si él también temiera que pudiera detenerlo en cualquier instante. Debería hacerlo. Seokjin sabia, en el fondo, que debería tenerlo, pero cada vez que esa idea intentaba aflorar, la desechaba. Y la mano de Jungkook seguía recorriendo sus caderas, piernas abajo. A pesar del impedimento de su pantalón su contacto lo cautivaba.
Jungkook había dado con su piel desnuda, que subía mientras volvía sobre sus pasos para detenerse en el entrepierna. La expectación le aceleró el pulso, y el calor aumentó todavía más en su interior. Y entonces, él lo tocó donde esperaba, y en unos momentos sintió el mismo placer asombroso que le habia proporcionado aquella otra vez. No se lo podía creer. Solo tenia que tocarlo...
¿Sabría Jungkook lo que había hecho? No estaba seguro, pero su beso volvía a ser tierno mientras le acomodaba su ropa de nuevo y lo acercaba hacia él para que se durmiera. Su pulso se tranquilizó. El letargo se apoderó de Seokjin. Durmió como un bebé.
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Un Hombre Para Mi (KookJin)
FanficEsta adaptación sera KookJin, creditos a su creadora original Johanna Lindsey Los gemelos Kim, Taehyung y Seokjin pueden parecer idénticos, pero Taehyung es caprichoso, temperamental y muy vanidoso, mientras que el enérgico Seokjin esconde su belle...