Capitulo 28

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La lección no habia terminado como Seokjin habia creido al principio. Estaba solo empezando. Ya no tenia nada que ver con los caballos. Pero no sabia eso cuando Jungkook lo llevó a la cuadra, donde hacía menos calor.

Por un momento, no veía nada. La rápida transición del sol radiante del exterior a la penumbra del interior daba a la cuadra un aspecto mas oscuro del que tenía en realidad. Pero cuando sus ojos de adaptaron a la tenue luz, se encontro echado sobre un montón de heno en uno de los compartimentos vacios, con el cuerpo de Jungkook medio cubriendo el suyo, y su boca impidiendo cualquier objeción, aunque no pensaba hacer ninguna.

Estaba demasiado aturdido. Habia pasado demasiado deprisa. Y ni siquiera estaba seguro de por qué. Lo que había murmurado sobre invitaciones y piedras no tenia demasiado sentido para él.  Que lo volviera a besar, tampoco. Habian acordado que el beso de la noche anterior era un error, o por lo menos, eso habia supuesto él. Y esta vez Jungkook no había bebido. Asi que se le estaban acabando las razones que explicarán por qué quería besarlo.

No solo estaba haciendo eso. El beso era tan apasionado que al principio no se dio cuenta. Pero cuando toco su pecho con la mano, la anormal calidez que sintió fue la primera pista de que ya no había ninguna barra de tela entre ambos. Tenia la camisa desabrochada.

El pánico fue su reacción inmediata al verse asi, fuera de la intimidad de su dormitorio.

—¿Y si viene alguien? —dijo con voz entrecortada tras interrumpir un momento el besó.

—¿Te importa? A mi no.

Tuvo que pensárselo. ¿Cómo iba a pensar cuando ahora le acariciaba su pezón? En realidad, si parara en aquel instante, se echaría a llorar. Y no era probable que nadie entrara a esa hora del día. No, tampoco le importaba. Si aparecía alguien, ya se preocuparía entonces.

Asi que dejo que encontrará de nuevo sus labios. Le rodeo el cuello con los brazos, en una respuesta silenciosa. El beso se volvió mas voraz mientras Jungkook exploraba a fondo la boca con la lengua. Estaba perdiendo otra vez el contacto con la realidad, atrapado en una oleada de sensaciones turbulentas muy alejadas a su escasa experiencia.

Las caricias de Jungkook se volvieron mas atrevidas, algo bruscas. Oía que su respiración era tan irregular como la de él. Tenía la sensación de que era prisionero de su propia pasión. Esperaba que la controlará mejor que él.

Su boca descendió por su cuerpo, le chupo el cuello. Le hizo cosquillas, le disparó la sangre, provocó que quisiera enroscarse alrededor de su cuerpo. Bajo mas aún y le rodeo un pezon con los labios. Sabia que Jungkook no tenía la boca tan caliente pero, aun asi, sintió que lo abrasaba.

Las sensaciones eran cada vez mas profundas. Notó vagamente que le palpaba el pantalón y comprendió que quería quitárselo. No tuvo suerte, asi que ataco desde otro ángulo.

—Tendria que haber una ley que prohibiera este tipo de pantalones— gruño cuando no pudo llegar demasiado arriba con la mano desde la parte inferior del pantalón de montar.

A Seokjin le entraron ganas de reir y se sorprendió a si mismo al ceder a ellas.

—¿De verdad quieres desnudarte en una cuadra, sobre un montón de heno?— bromeó a continuación en un tono remilgado.

—Usa la imaginación. Sé que la tienes muy viva. Piensa que estas acostado sobre seda.

—¿Es eso un si?

Ahora rió Jungkook, a carcajada limpia. Rodó por el suelo con él hasta dejarlo sentado a horcajadas sobre su cintura, con las rodillas dobladas a cada lado de su cuerpo, de modo que casi lo tenia por completo al alcance de la mano. Se deshizo con rapidez de su camisa, la extendió en el heno a su lado. Y la prenda paso a formar parte también de la manta que estaba preparando sobre el heno.

Un Hombre Para Mi (KookJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora