cuando nadie está en casa [Dreamnotfound]

Capítulo 1

No había razón para creer que el amor podría ser algo doloroso. A la vista de Dream, no había nada más bello que el amor.

Había vivido en un hogar muy cariñoso. Sus dos padres estaban juntos y tenía una hermana pequeña que, a pesar de que a veces podía ser un fastidio, la amaba.

Nunca había estado en una relación, ya que hasta el momento no había llegado alguien a su vida a la que pudiera amar de forma romántica.

Lastimosamente su vida no podía ser todo color de rosa.

Se escuchó el tintineo de las llaves en la puerta principal. Dream y Drista, que estaban sentados en el sofá viendo una película, se miraron mutuamente sabiendo quién había llegado.

—¡Papá! —corrieron los dos a saludarlo.

A veces su padre tenía que hacer viajes por su trabajo y pasaban meses sin verlo, por lo que siempre se emocionan cuando volvían. Aunque en una parte también se emocionaban por los regalos que les traía.

—¿Adivinen que les traje?

Los tres fueron a la comedor donde estaba su madre poniendo la mesa para la cena. Su padre puso el maletín sobre la mesa y saco dos bolsas de regalo.

Ambos tenían un cat beanie completamente idénticos, solo que el de Dream era un poco más grande.

—¿Les gustó?

—¡Están increíbles! —dijeron los dos al unísono.

Dream ya tenía dieciocho años, pero aún se emocionaba cuando su padre les regalaba algo. Era algo que dudaba que fuera a cambiar.

La cena fue tranquila. Su padre había hablado un poco de su viaje, mucho menos de lo de costumbre, pero nadie sospechó nada.

Llegó la hora de dormir y cada uno se fue a su habitación.

Durante la madrugada Dream se despierta y escucha un llanto muy suave, como si alguien estuviera llorando, pero no quisiera que lo escuchen.

Va a la habitación de su hermanita y la ve sentada en su cama sollozando.

—Drista, ¿qué pasa?

La niña niega con la cabeza.

—¿Tuviste una pesadilla?

Volver a negar.

—Entonces, ¿por qué lloras?

—No puedo decirte.

—Está bien. No importa cual sea la razón por la que estés así, ya verás que todo saldrá mejor, ¿sí? Ahora a dormir que mañana tienes que ir a clases.

Dream le da un beso en su frente y regresa a su habitación.

No le había dado tantas vueltas al asunto. Tal vez su hermanita solo había tenido un mal sueño. No era algo de qué preocuparse.

...

Normalmente él iba solo al instituto, pero aquel día fue diferente.

—¿Adónde vas? —le preguntó a su madre.

—Te acompañaré al instituto.

—¿Hice algo malo?

—No, solo quería acompañarte.

El camino fue silencioso. Ninguno decía nada y el ambiente comenzaba a ser incómodo.

—Dream, hijo mío. No quiero que esto te afecte o cambie al chico maravilloso que eres. Quiero que recuerdes que eres un chico fuerte y que tendrás un futuro brillante a pesar de todas las dificultades. Vamos a lograr juntos salir adelante, ¿sí?