cuando nadie está en casa [Dreamnotfound]

Capítulo 21

Dream lo acorrala entre sus brazos y uno de los estantes que choca con la espalda de George. Este último acaricia el cabello de su novio con la yema de sus dedos, mientras lo besa de forma impaciente.

Sus lenguas juguetean entre sí y Dream puede sentir el sabor a café en la cavidad bucal de George. Odia completamente el olor a café, pero debe admitir que le encanta como este sabe en la boca de George.

Las manos de George bajan por su espalda lentamente hasta llegar al nudo del delantal que desata sin mucho esfuerzo.

Se separan del beso por un instante mientras Dream intenta quitarse el delantal y ayuda a George a quitarse el suyo.

Sus miradas son una mezcla de timidez y deseo. Las pupilas de George están más dilatada que la otra vez. Le sorprende como alguien tan tierno tenga deseos tan perversos.

—¿Puedo quitar esto? —pregunta el rubio, refiriéndose a la camisa de George.

—Ni siquiera debes preguntar.

Mientras desabotona la camisa el pecho de George se va descubriendo más y más. Le encanta como se le marcan las clavículas y esa pequeña cintura que siempre oculta debajo de su camisa. Cuando la camisa ya está en el suelo, Dream besa su cuello delicadamente. George tira su cabeza para atrás haciendo que le sea más fácil. La piel se le eriza al sentir los suaves y húmedos labios de su novio contra su piel.

Extrañaba ser tocado con esa delicadeza. Le gustaba ir lento, disfrutar cada roce, cada sutil toque, cada beso. Le gustaba ser tratado con la misma delicadeza con la que se trata a una escultura de cristal.

Dream lo toma de la cintura para subirlo a una de las encimeras, dejando caer uno de los costales de café que había ahí. George entrelaza sus piernas alrededor de la cintura del rubio, atrayéndolo hacia sí mismo.

—Hagamos esto un poco más igualitario, amor —le susurra George al oído.

Sus manos bajan hacia los botones de la camisa de Dream y va quitando uno a uno revelando una cadena alrededor de su cuello que no había visto antes.

—¿Es nueva?

George toma con delicadeza la cadena dorada.

—No tanto. ¿Te gusta?

—Me encanta cómo se te ve.

Dream sonríe en respuesta y se quita la cadena para ponerla alrededor del cuello de George.

—Ahora es tuya.

—Gracias.

La camisa de Dream termina también en el suelo dejándolos a ambos en las misma condiciones.

Las uñas de George bajan por su espalda dejando líneas rojas sobre esta. Dream jadea en reacción cuando las manos de George se escabullen bajo su pantalón y acarician su trasero sobre la tela de su ropa interior. Dream sonríe y le baja el cierre del pantalón, no lo duda más y le baja el pantalón junto a sus boxers hasta debajo de la rodilla, dejando que el trasero de George choque contra la fría encimera cubierta de acero.

Su pene está erecto y George trata de ocultarlo con su mano, pero Dream la aleja.

—Se ve tan tierno así pequeño.

—Cállate.

Dream ríe suavemente en su oído.

—Es del tamaño perfecto, amor.

Dream lo toma con su mano y lo masturba de arriba abajo. Acaricia la punta con su pulgar haciendo que inevitablemente George gima. George lo muerde en el hombro intentando no ser tan ruidoso.