Capítulo 9

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Cuando acaba su turno llama rápidamente a su madre, esperando que reciba bien la noticia.

-No contesta -le dice a George.

-Seguro está ocupada. Llámala otra vez.

-¿Y si pregunta quién eres o cómo te conozco?

-Le dices que trabajas conmigo. No creo que haya necesidad de mentir, ¿no?

-Aún no le he dicho que estoy trabajando.

-Dream, ¿Qué prefieres, seguir mintiendo y que tu familia viva en la calle o decirles la verdad y tener un lugar donde quedarse? No te estoy obligando a que se los digas, pero si no tienes otra opción...

Dream suspira y vuelve a llamar a su madre.

-Bien. Se los diré -en ese momento contesta y Dream siente que se le va el alma por una fracción de segundo-. Hola, mamá. ¿Estás bien? ¿Drista está bien?

-Estamos bien, Clay. ¿Cómo estás tú?

-Estoy bien, mamá. Estaba pensando en lugares donde podríamos quedarnos y... -voltea a ver a George para que lo ayude a seguir.

-No te preocupes, tus tíos ya nos han alojado en su casa. Tus cosas están aquí, así que no te preocupes por ello. Gracias de todas formas, Clay. Eres un chico maravilloso, recuérdalo.

-Gracias, mamá. Cuídate.

Corta la llamada y guarda su celular en su bolsillo. Al menos ya tenía una preocupación menos. Aunque no tenía el mejor contacto con sus tíos, sabía que eran buenas personas. Después de todo, les habían dado un espacio en su casa, pero aún así se sentía mal cuando otros lo intentaban ayudar. No le gustaba causarles pena.

-¿Irás a la casa de tus tíos?

-Supongo. Mis cosas están allá, así que no me queda de otra.

-Igualmente si algún día crees que es muy tarde cuando termine tu turno puedes quedarte.

-Gracias.

Dream deja la cafetería, mientras que George sigue trabajando un par de horas más.

Debe admitir que aunque Dream normalmente solo le hablara de sus problemas, le encantaba tener su compañía. Y ahora que su madre ya casi no trabajaba, se sentía muy solo en gran parte del día. A veces en el fondo de su ser deseaba que a Dream le fuera tan mal que tenga que trabajar un turno completo para poder estar más tiempo con él, aunque eso resultara muy egoísta de su parte.

Cierra la cafetería y va al segundo piso. Le gusta no tener que caminar más o tomar el transporte para ir del trabajo a su casa y viceversa, porque era el mismo sitio.

Está por irse a su habitación, pero se detiene y va a aquella habitación que no se abre desde hace varios años. Es más, ni siquiera él había entrado.

Su madre le había contado que antes de que su padre muriera, ahí es donde dormían los dos. Luego de su muerte, no soportó estar en ese mismo lugar y se cambió a la habitación de a lado.

George entra notando el polvo que contenía en su interior y que estaba como una fina capa sobre los muebles. El lugar se ve viejo y maltratado. Hay algunas cosas en el suelo. Hay varios cuadros con una versión joven de sus padres. Había visto muy pocas fotos de su padre, pero las que estaban ahí eran muy distintas a las que vio.

-¿Qué estás haciendo? -la voz de su madre lo sorprende.

-Quería ordenar este lugar para Dream. No tiene dónde quedarse después de que su padre los haya botado de la casa y pensé que podría quedarse aquí. ¿Está mal?

-Lo siento, cariño -la mujer toma el rostro de su hijo con cariño-. Aún no estoy lista para dejar atrás a tu padre. Y renovar esta habitación... no es algo que quiera hacer ahora. Pero si Dream quiere quedarse, puede estar en tu habitación. Incluso le podemos comprar una cama.

-Está bien. Se lo diré -su madre está por darse media vuelta, pero George la detiene-. Ma, sobre el hombre con el que estás saliendo...

-Oh, sí. Casi lo olvido. Nos ha invitado a una cena el viernes.

-¿Nos?

-Sí, dice que quiere conocerte.

-No sé si quiera ir. Además, ¿quién se quedará encargo de la cafetería?

-Dream puede hacerlo.

-Uhmmm, no lo sé.

-Es un buen hombre. Te va a agradar.

...

Llegó el viernes. George terminaba de arreglarse al igual que su madre cuando ven a un hombre estacionarse afuera. Aquel auto ya le es familiar. No es la primera vez que lo ve ahí.

-¿Ya estás listo, George?

-Casi.

-Te espero afuera.

George intenta respirar hondo. No le gusta conocer a las parejas de su madre. Le resulta muy incómodo estar cerca de ellos y más cuando tratan de hacer de su padre.

Sale de la cafetería y se encuentra con la última persona que quería ver. El padre de Dream.

Finge una sonrisa cordial y sube a la parte trasera del auto.

¿Su madre sabía que el hombre con el que estaba saliendo era el padre de Dream? Porque si era así, iba a tener una larga discusión con ella.

...

Dream entró a la cafetería y no había absolutamente nadie. George le había pedido el favor que abriera en cuanto llegara y que en cuanto acabara su turno podría cerrar el local e ir al segundo piso para dormir en la cama que le habían comprado o en todo caso retirarse para ir donde sus tíos.

La tarde estaba tranquila y la clientela no era mucha. Todo iba perfectamente bien.

...

Llegan a un restaurante muy lujoso, incluso categorizado entre uno de los mejores de la ciudad. George en vez de estar feliz por eso, solo se molesta. ¿De verdad aquel hombre iba a gastar tanto dinero en personas que apenas conocía y no en sus hijos?

Se mantuvo callado por un buen rato. Después de todo no quería hacer una escena.

-Entonces, George. Tu madre me ha hablado muchas cosas buenas de ti -dice con una sonrisa gentil demasiado fingida.

-Por mi parte, puedo decir que no he escuchado nada de ti por parte de mi madre -dice, imitando la misma sonrisa.

Aquella cena iba a ser muy larga.


cuando nadie está en casa [Dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora