cuando nadie está en casa [Dreamnotfound]

Capítulo 26

George nunca se ha sentido cómodo en Inglaterra, a pesar de haber que su familia fuera de allí. No ha pasado mucho tiempo ahí, así que no es muy difícil de entender.

Cuando llega a Londres se siente vacío. A comparación de Florida, allí está nublado y no reconoce ningún rostro.

—Tengo un mal presentimiento —le dice a su madre.

—¿Por qué?

—¿Sabes que es muy posible que nos encontremos a la hermanita de Dream si vamos al apartamento de su padre?

—Lo sé. Es por eso que acepté venir.

—¿¡Estás loca!? La hermanita de Dream nos conoce y le va a contar. ¡Dream va a odiarme!

—En algún momento se iba a enterar de la verdad. Es mejor que se entere lo antes posible.

George se queda callado imaginando la reacción que Dream iba a tener al enterarse. No podía imaginar ninguna reacción buena por su parte.

Suben a un taxi de camino al apartamento de la pareja de su madre. Solo esperaba que Drista no estuviera con él.

Toma su celular y ve que Dream está en línea, por lo que decide mandarle un mensaje.

Dream

¿Encontraste a Drista?

Me llamó hoy. Dijo que estaba en Londres con mi padre. Dice que se quedará a vivir con él.

¿Y estás bien con eso?

Obviamente no. Quiero a ese hombre lejos de mi familia.
¿Llegaste a Londres?

Sí, acabamos de llegar.

Me alegro.

Hay cierta vibra tensa que siente en los mensajes. No son los mismos mensajes cariñosos que suele mandarle Dream. Supone que es porque está estresado por Drista, pero quiere que esté más tranquilo cuando se entere de la verdad.

Dream

Dream, te amo.

¿Por qué?

Porque te amo.

No, no. Me refiero a por qué lo dices ahora.

Para que no lo olvides.

Yo también te amo.

George apoya su cabeza en la ventana y apaga su celular. Solo espera que no cambie de opinión en un rato.

Llegan al apartamento del padre de Dream y bajan sus maletas del auto. Su madre igual está más callada de lo normal, ya que era una persona muy habladora y ahora parecía que le hubieran sellado los labios.

Van al ascensor y suben hasta el quinto piso. Debe admitir que el edificio es hermoso. No puede creer que un hombre con el dinero de pagar un apartamento así de lujoso tenga a su familia mendigando.

Su madre toca la puerta y espera a que les abra.

Allí aparece aquel hombre alto tan parecido a Dream, con el mismo cabello rubio oscuro y esos ojos verdes. Si George no supiera lo que había hecho ese hombre, probablemente le hubiera dicho a su madre que ese era el indicado.