Capítulo 33

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Nuevamente otro día había llegado a su fin. Karl ya se había ido y George subió a su habitación cuando la escuchó hablar con alguien.

-Te estaremos esperando, cariño. Ya verás que estará feliz de verte.

Tenía unas profundas ganas de dormir, aunque el sueño se le iba a quitar si no sabía quién era ese tal "cariño".

-¿Con quién hablas? No será un novio nuevo, ¿verdad?

-No te preocupes, ya pasé esa etapa.

-¿Entonces quién era?

-Supongo que no puedo ocultarlo, ya que se quedará en casa durante unos meses. Wilbur se quedará en nuestra casa durante su voluntariado.

-¿Otra vez?

-¿No te gusta la idea? Si quieres le digo que busque otro lugar dónde quedarse.

-No, no. No lo decía de mala forma, solo que... no pensé a ver a Wilbur otra vez. Él fue mi primera experiencia prácticamente en todo y siempre fue muy dulce conmigo, pero después de que se fuera no volvimos a hablar. ¿Y si le caí mal?

-George, Wilbur está feliz por volverte a ver. Además, ni siquiera lo verás mucho tiempo. Él estará ocupado en su voluntariado y tú con la cafetería.

-Tienes razón. ¿Cuándo llega?

-Mañana.

...

Todas las horas que durmió el día anterior son más notorias ahora. No podía dormir, y por si fuera poco, también tenía hambre. No es como si no hubiera nada para comer, pero no tenía los ánimos para cocinar ni el dinero para pedir algo para comer.

Era demasiado tarde como para llamar a sus amigos. Seguramente Karl ni se atrevería a contestarle y Sapnap tampoco, y Quackity estaba tan enamorado de esos dos que seguro lo ignoraría. Al final solo le quedó llamar a la única persona que podría responderle.

-¿Hola? Eres Dream, ¿no?

-Sí, soy Dream.

-Al fin agendé bien a alguien -murmura-. ¿Qué pasa? ¿Teníamos una cita hoy?

-No. Soy el "chico rico". Necesito que me devuelvas mi dinero.

-Pues no lo tengo. Adiós.

Fundy estaba por colgar, mas se detiene al escuchar a Dream.

-¡Espera, espera, espera! ¿De casualidad no conoces un lugar donde pueda trabajar?

-Uhm... mi padre no tiene más puestos de trabajo libre, pero yo tengo un pequeño negocio donde te podría pagar veinte dólares la hora y quizá te pague más si lo haces bien.

Aquella cantidad era más que suficiente. En ningún lugar le iban a pagar tanto siendo tan solo un adolescente. Era una gran oferta que no podía rechazar. Era tanta la emoción por el dinero, que ni siquiera preguntó de qué era el trabajo.

-Acepto. ¿Cuándo empiezo?

-Cuando quieras, aunque ahora no hay mucha clientela. Puedes venir hoy en la noche.

-Ahí estaré. Gracias Fundy.

-No hay de qué. Todo por ayudar a mi chico rico.

Horas más tarde aparece frente al bar del padre de Fundy. Está por llamarlo, pero justo Fundy lo encuentra primero.

-¡Hey! Pensé que no vendrías. Justo necesitaba a alguien y nadie estaba disponible. Ven por aquí.

Fundy lo lleva al interior del bar e ingresan a una de las zonas más privadas del lugar. Prácticamente solo habían puertas y Fundy lo mete a una de esas.

-Te cambias, por favor. Tu cliente ya debe estar por llegar.

Dream mira la habitación, abre el armario y no hay nada de ropa ahí ni en ningún lugar.

-Fundy, no hay nada.

-Mierda -maldice-. Creo que le di a Jeremy la última lencería. Solo desnúdate y ya.

Dream se queda helado al escuchar eso. ¿Qué clase de trabajo había aceptado?

De repente un hombre de poco menos de treinta años entra en la habitación. Es atractivo sin lugar a duda, pero de igual forma estaba perturbado.

-Perdón, tengo que irme de aquí.

El hombre lo empuja a la cama antes de que pueda salir y empieza a arrancarle la ropa como si de algún animal hambriento se tratara.

-Deja de resistirte o te va a doler más.

-¡¡Fundy, ayúdame!! -grita como si creyera que pudiera ayudarlo.

Para su sorpresa Fundy entra a la habitación y cerra la puerta tras de sí.

-Perdón por este inútil de mierda -le dice al hombre-. Es su primer día y no sabe nada del trabajo. Dream, siéntate y mira, porque si vas a seguir así te voy a tener que pagar menos.

Dream se sienta en el suelo de forma obediente, mientras ve a Fundy besar a ese hombre con tal facilidad que está seguro que no es la primera vez que lo hace. Fundy lo hace ver tan sencillo y ni siquiera hace un mueca de asco. Lo escucha gemir tan fuerte que ni siquiera tapándose los oídos puede dejar de escucharlo.

Minutos después el hombre se viste, le paga y simplemente se va.

-Bien. Ya viste lo que se hace acá, ahora a trabajar.

-¿Tu padre sabe de esto?

-Sabe que se hacen estas cosas, pero no sabe que trabajo aquí. Así que cuidado con revelar tu edad. Aquí tú tienes dieciocho y eres virgen, ¿ya?

-Tengo diecisiete y no soy virgen.

-A nadie le importa. Solo hazme caso y deja de gastar mi tiempo. Ahora desnúdate y espera a tu siguiente cliente.

Dream se queda en la habitación hasta que llega el siguiente hombre. Era dinero rápido y si cerraba los ojos no se veía tan asqueroso.

Al final sale con cuarenta dólares en el bolsillo, un horrible dolor en todo el cuerpo y con más chupetones de los que la ropa cubría. Tal vez con el tiempo se podría acostumbrar y hacerlo con tanta facilidad como Fundy.

...

A primeras horas de la mañana, poco antes de que George abriera la cafetería aparece Wilbur. Lleva su mochila y una maleta de mano. Tiene el cabello despeinado por el viaje y esa tierna sonrisa de la que se había enamorado hace unos años.

-¡George, no puedo creer que seas tú! ¿Has crecido o es idea mía?

-Tal vez un par de centímetros. Me alegra verte por aquí de nuevo. ¿Qué tal el viaje?

-Casi no pude dormir porque había un bebé al lado mío. ¿Te molesta si me voy a dormir ahora?

-Claro que no. Ve y descansa. Le avisaré a mi madre que has venido.

-Gracias, George -dice, besando ambas mejillas-. Eres el mejor.

Wilbur no llevaba ni cinco minutos allí y ya lo tenía sonrojándose.

cuando nadie está en casa [Dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora