Llega a casa y lo primero que ve es a su madre en la sala viendo su teléfono. Sus miradas se cruzan por un instante.
—¿Dónde estabas?
—En casa de Karl. Estábamos viendo una película.
—Te dije que me avisaras si ibas a llegar tarde, Clay. Estaba preocupada por ti.
—Lo siento.
—¿Te pasa algo? ¿Quieres hablar?
—No. Estoy cansado. Hasta mañana —dice con desinterés.
—Hasta mañana. Descansa, Clay.
Apenas entra a su habitación se recuesta en su cama y rompe en llanto.
Se siente completamente frustrado. Nunca se había imaginado discutiendo con George. Nunca hubiera imaginado que George fuera capaz de tratarlo así. Después de todo, siempre se había encargado de mostrar una fachada amable y solidaria, pero al parecer, ni George podía ser tan perfecto.
No quería ir a trabajar mañana y que el ambiente esté tenso. En verdad, ya ni tenía ganas de trabajar, pero debía hacerlo por su hermana y su madre; para que nada les faltara.
...
Llega a la cafetería después del instituto cómo es costumbre. George no lo recibe con una sonrisa como de costumbre. Tiene la mirada en el piso como si lo estuviera evitando.
Dream va al almacén a ponerse el uniforme y siente que alguien lo sigue. Escucha que cierran la puerta y se voltea para encontrarse con George que sigue mirando al suelo.
—Lo siento —dice mediante un murmullo—. Lo siento por lo de ayer y por si fui un poco brusco con mis palabras. No quería discutir contigo frente a tus amigos. Pero fui sincero con lo que dije. Ni siquiera terminaste tus horas de trabajo ayer y no puedo pagarte por no trabajar. Si me hubieras dicho que Karl te había invitado, lo habría entendido e incluso puede que te haya dejado salir más temprano. O si me hubieras dicho que no podías hacerte cargo de la cafetería solo, también lo hubiera entendido. Pensé que estabas bien con quedarte solo y por eso me fui con Karl. No quiero que nuestra amistad se vea afectada por esta pelea y de verdad me gusta tener un buen ambiente en la cafetería, después de todo, la cafetería es todo para mí.
Dream se queda sin palabras. Se siente mal consigo mismo, porque en parte siente culpa que George tenga que disculparse primero, aunque solo intentaba velar por el bien de su cafetería.
Quiere responderle, pero tiene un nudo en la garganta que le impide hablar.
—¿Dream?
—Lo siento. Tú siempre eres tan bueno y yo tan egoísta. Yo veo a mis amigos todos los días y para ti fue la primera vez que te reencontraste con tu amigo de la infancia. No hay nada que tengas que disculparte, George. Te prometo trabajar más duro ahora y si quieres puedo hacer horas extras por todas las veces que no cumplí con mis horas.
—Gracias por ser tan comptensivo, Dream. No tardes mucho. Hoy hay mucha clientela.
Cuando Dream sale del almacén ve a George yendo de un lado a otro. De verdad había mucha clientela ese día. Normalmente los sábados eran así de ajetreados, pero específicamente ese día había mucho más.
—Dream, puedes tomar los pedidos, por favor.
—Sí, ya voy.
Dream iba de mesa en mesa tomando todos los pedidos.
La campanita de la puerta indicando que alguien había entrado suena y Dream voltea por instinto, una muy mala acción.
Se queda paralizado al ver a aquella persona. Su rostro palidece y empieza a sudar frío cuando esos pares de ojos de encuentran con los suyos. Rápidamente corre hacia George a entregarle todos los pedidos que había tomado y simula secar las tazas.
—¿Estás bien? —le pregunta George al verlo tan alterado.
—Acabo de ver a mi padre.
George mira hacia el frente reconociendo al hombre al instante por el muy parecido que tenía a Dream.
—¿Ese es tu padre?
—Sí.
—Oooh... ya veo. Ahora que están los dos juntos ya les veo el parecido.
—¿A qué te refieres?
—A nada. Solo que tu padre a veces frecuenta la cafetería, pero no sabía que eran familia hasta ahora. Es demasiado obvio ahora que me doy cuenta. Eres como una versión joven de él, físicamente hablando. Porque estoy seguro que tú no tienes su personalidad de mierda.
—¿Y tú qué sabes de su personalidad?
—Según lo que me has contado, no parece ser buena persona. Tomaré su pedido, no te preocupes.
Dream sigue simulando que su padre no está ahí mientras seca las tazas y alguno que otro plato.
No le tiene miedo a su padre. Tiene miedo que le cuente a su madre que está trabajando y que esa es la razón por la que llega tarde a casa.
George se acerca el hombre para tomar su pedido, pero este lo esquiva y se dirige hacia Dream.
—Clay, no sabía que estabas trabajando.
—Eeeh... Sí, es que quería comprarme un juego nuevo.
—Me lo hubieras dicho y te lo hubiera comprado. Dime el nombre del juego y te lo compro ahora.
—No, no, quiero comprarlo con mi dinero. Gracias.
—¿Por qué estás nervioso?
—No estoy nervioso.
—Disculpe —interrumpe George—. ¿Va a consumir algo? Estamos muy ajetreados y necesitamos la disponibilidad de todos los empleados. Si quiere puede esperar a las nueve que es su hora de salida.
—No, no te preocupes. Ya me iba a retirar.
El padre de Dream sale de la cafetería y desaparece de su vista.
—Gracias —le susurra Dream a George.
—No hay nada que agradecer, es hora de trabajar.
La madre de George aparece y se queda sorprendida al ver toda la clientela.
—¿Qué tal les va, chicos?
—Un poco ajetreado —responde George.
—¿Necesitan ayuda?
—No, no, nosotros podemos. No te preocupes, mamá. Estamos bien.
—Voy a salir. Si necesitan ayuda, me avisan.
—Gracias —dicen ambos al unísono.
—Tu madre es muy gentil.
—Lo sé. Solo espero que no se aprovechen de su gentileza.
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cuando nadie está en casa [Dreamnotfound]
FanfictionDream siempre ha creído en el amor como una de las cosas más hermosas del universo. Sin embargo, aquello cambia cuando ve a su familia desmoronarse por culpa de su padre. George será el encargado de demostrarle que el amor es bello cuando encuentra...