cuando nadie está en casa [Dreamnotfound]

Capítulo 4

Dream se mantiene callado mientras camina de manera acelerada junto a su hermana.

—¿No tienes clases? —le pregunta la niña.

—Mamá ha pedido permiso para que vaya a buscarte.

—¿Te quedarás conmigo en casa?

—Tengo que regresar al instituto.

—¿Hoy también saldrás con tus amigos?

—¿Por qué estás haciendo tantas preguntas? —el expresión de Dream se suaviza y mira a su hermana tiernamente.

—Últimamente llegas muy tarde a casa.

—Lo siento. Intentaré llegar más temprano. El fin de semana podemos hacer algo divertido, ¿qué te parece?

—¿Podemos jugar a la fiesta del té?

—¡Claro!

—¿Lo prometes?

—Te lo prometo. Ahora vayamos rápido a casa que tengo que regresar a clases.

Últimamente no le gustaba regresar a casa. Intentaba estar el menor tiempo ahí porque le traía malos recuerdos y ganas de llorar. Estar fuera en el instituto o en el trabajo lo hacían olvidarse de todo. Pero si su hermana quería que se quedara en casa lo intentaría solo por ella.

...

Regresa al instituto y llega solamente para la última hora.

—Tienes suerte de haberte ido. El profesor de química nos dio la regañada de nuestras vidas porque encontró droga en la mochila de Quackity —le cuenta Sapnap.

—¡No era droga, era jarabe para la tos!

—Invita, Quackity —le dice Dream.

—¡No, es para mí! ¡Estoy mal de la garganta?

—Mucho pene —lo molesta Karl.

—¡Que no!

Todos ríen a excepción de Quackity quien les muestra el dedo medio.

—Nosotros también te amamos —Karl lo abraza por la espalda.

—¿De verdad? —dice emocionado.

—No, era broma.

Y vuelven a estallar en risas.

...

Esta vez llega temprano a la cafetería. George lo saluda con esa linda sonrisa que tiene siempre y Dream le devuelve el saludo.

—¿Qué tal el instituto?

—Bien. Tuve que salir un rato a recoger a mi hermana del colegio y me encontré con mi padre. Está fingiendo ser el mejor padre del mundo ahora.

—Y al parecer eso no te gusta.

—No, porque ya no lo veo así. Me molesta que quiera hacerse el bueno después de lo que hizo. ¿No puede solo irse y dejarnos en paz?

—Se que va a doler un poco esto, pero por más que lo odies sigue y seguirá siendo tu padre.

—Ya no quiero.