ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟞

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Esta vez al menos pude arrancarle algunas palabras, era tan agradable estar con él; no me imaginaba estar todo un día a su lado, debe ser vida para el alma.

— Vamos abajo.

Tomó mi mano y me llevó con él; sentí una energía incontrolable dentro de mi, algo inexplicable, todo dentro de mi empezó a moverse como loco, solo fue ese rose de piel lo que me hizo darme cuenta que, no sería capaz de irme y dejar de ver ese rostro que raras veces sonreía.

— Espera, dijiste que tenías trabajo en verdad no quiero hacerte perder el tiempo.

— Puedo hacer una excepción — respondió sin dejar de caminar.

William era tan misterioso, era como si escondiese algo; nadie podía ver más allá de su rostro serio, me preguntaba que era lo que realmente le había pasado, a lo mejor no tenía una buena relación con su familia, ya que desde la última vez no había visto al señor Alexander, y es que no fue que estos dos cruzaron alguna mirada de afecto mientras estaban en casa de mi padre. Y esta villa era enorme y vivía solo, como es que un hombre como él pudiese estar sólo.

Llegamos hasta el despacho que también me dejó con la boca abierta, era todo de color madera pero oscuro, no había una onza de otro color, eso me disgustó, aunque la vista era increíble ya que podía verse el jardín.
William se sentó sobre la silla detrás del escritorio, después habló.

— Siéntate.

Y quien podía desobedecerlo, yo no. Así lo hice, podría decir que ante él era tímida.

— No suelo hablar mucho, a menos que sea para cerrar un negocio — su voz era tan seria y serena a la misma vez. — entiendo que tengas preguntas, y probablemente esta sea la única conversación que tengamos tú y yo.

Eso me decepcionó, hablar con el enigmático hombre que tenía enfrente, podría resultar, agradable.

— Me siento en medio de la niebla, al no saber con qué propósito he venido aquí, que será de mi  vida cuál será mi destino desde ahora en adelante.

Respiró hondo, a lo mejor le costaba hablar pues el mismo lo dijo, no solía hacerlo y seguramente para lo único que habría la boca era para generar más dinero.

— Tengo un abuelo, él está pasando por un proceso delicado de salud; debes saber que es por petición suya que estás aquí — me vió, mientras que yo no entendía nada, ¿No era un intercambio?, no dije nada y me dispuse a escucharlo.

— Desde ahora en adelante estás bajo mi protección y también la de mi abuelo; mientras tanto vivirás aquí tendrás todo lo que quieras, en la empresa tenemos un nuevo proyecto el cual quiero que seas parte de él... estudiarás ahí lo que desees con profesionales excelentes.

La elección de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora