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Bianca era como mi hermana menor, un día el abuelo la recogió de la calle y la llevó a casa, en ese entonces yo era un niño, sin embargo también me hice responsable de ella.
Jamás se quiso ir de la villa, decidió quedarse a trabajar y así lo aceptamos ya que no tenía ningún familiar en este mundo, eso era lo que ella decía.
Pero... lo que hizo no tiene nombre, aún no sé si el maldito enfado que sentí, fue por haber desobedecido mis órdenes, ó, que Sofía recibiera visitas de mi chofer en su habitación.
— Patrón — llegó Elvin, justamente estaba pensando en él.
— ¿Pasa algo? — pregunté sin verlo, mi mirada seguía fija sobre aquellas hermosas rosas blancas.
— Quisiera hablar con usted, más que jefe es mi amigo y sabe que estaré para cualquier cosa que usted desee y... — hizo una pausa, tal vez mi temperamento le causaba un poco de miedo.
¿Tan mal encarado me veo?
— No digas nada Elvin, eres un buen empleado, Sofía no podía estar en mejores manos, gracias por hacer lo que hiciste, el abuelo estará agradecido.
— Por esta familia haría lo que fuera sin que me lo pidieran... sé que la srta Sofía no es parte de la familia pero, ella es una buena persona, noble, sencilla, humilde...
Mirando el rostro de Elvin, como hablaba de ella, fue mi imaginación o sus ojos brillaron al mencionar su nombre.
¡Patético!
— Veo que la conoces muy bien.
— Para saber si una persona es buena o no, basta con verla a los ojos, su mirada lo dice todo... con ella no he tenido más que un intercambio de algunas cuatro palabras, es muy gentil, a pesar de lo que ha sufrido.. siempre muestra su mejor sonrisa.
A pesar de lo que ha sufrido, pienso en eso, Sofía ha tenido una vida muy difícil lo sé, según lo que el abuelo me contó, pero ella, es tan dulce, alegre, gentil.
— Gracias por cuidarla, sabes que para el abuelo ella es muy especial.
— Sabe que lo hago con mucho gusto, y si me permite decirle algo más señor... la srta Sofía nunca se lo dirá, pero Bianca ha sido muy dura con ella, tal vez porque piensa que tiene ciertos beneficios para con usted.
— ¿Beneficios? — pregunté extrañado — ¿A qué te refieres con eso?.
— Patrón — dijo Elvin poniéndose de pie — no nos hagamos, aquí todos sabemos de los sentimientos que guarda ella para usted, es por eso que no quiso irse de la villa, tal vez se siente inferior o incómoda por la llegada de la srta Sofía, es lo que pienso.
Elvin tenía razón, Bianca siempre trató de acercarse a mi por algún motivo, pero jamás le di alas para que pensara que ella y yo podríamos tener algo, es hermosa no lo niego, pero no es alguien a quien escogería como pareja.
La verdad es, que ya no me importa encontrar a alguien, desde esa noche quedé roto por dentro y jamás podré recuperarme.
Duele como si hubiese sido ayer.
— Hablaré seriamente con Bianca, gracias otra vez.
Después de que Elvin se marchara, quedé meditando por un momento sus palabras, observaba aquel jardín, nunca quise que hubiera otro color que fuese el blanco, a ella le gustaban tanto las rosas blancas, es por eso que el jardín está hecho en su honor.
Soy un imbécil al guardarle luto a una relación que para ella no fue importante, pero ¿Qué hago? Ya lo intenté y no puedo sacarla de mi cabeza... de mi corazón.
No suelo tomarme el día haciendo nada, pero ese día tenía que estar en la villa y verificar que Sofía estuviera bien. Subí hasta su habitación y toqué la puerta.
— Sofía, ¿Puedo pasar? — pregunté, dudando si hacerlo o no.
Era tan extraño sentir ese leve emoción en mi pecho, anhelaba verla y saber que estaba bien.
— Estoy bien — dijo ella abriendo la puerta.
Acababa de ducharse, su cabello lo llevaba suelto, y aún estaba húmedo.
El cabello largo de una mujer era lo que más me encantaba.
— Es bueno saberlo, yo quería hablar contigo sobre lo de hace rato, ¿Puedo pasar?
— No pasó nada hace rato señor Garner, no se preocupe no es necesario que me aclare las cosas, sé cual es mi lugar, pierda cuidado.
Su mirada de indiferencia me molestó, más cuando trataba de ser formal conmigo, sabía que estaba molesta.
— Deja de ser infantil, aclaremos esto — entré a la habitación sin preguntar.
Ella era tan ordenada.
* Quiero que seamos amigos — digo y me doy la vuelta para verla.
Sigue en la puerta y me mira con asombro.
— ¿Amigos? — me pregunta.
— Si... un día de estos te llevaré a la Ciudad de México, para que conozcas al abuelo, él aclarará todas tus dudas, como te dije yo solo sigo sus órdenes.
Caminó hasta la cama, sentándose sobre el borde, sin mirarme.
— Claro — bajó la cabeza.
Siempre odié que hiciera eso, llegué a ella y me senté a su lado, jugaba con sus dedos tratando de disimular algo.
— Sé que Bianca... no te ha tratado bien y debiste hacérmelo dicho, en verdad lo siento.
Vale, jamás me había disculpado con alguien, pero Sofía se merecía una disculpa sincera.
Ella sonrió y me vió.
— Está bien, tú no hiciste nada no es necesario que te disculpes... estuve pensando en la propuesta de ir a tu empresa y formar parte de tu proyecto, bueno iré, si esta es una oportunidad para crecer lo acepto.
Algo dentro de mi empezó a cobrar vida al escucharla, quería ayudarla, no por cumplir una orden, sino por elección propia.
— Oye eso es genial, entonces mañana mismo te presentaré con los miembros del proyecto, ¿De acuerdo?.
— De acuerdo — respondió emocionada — espero y no lo arruine.
— Eso no pasará, hay excelentes profesionales que van ayudarte y aclarar tus dudas, no tengas miedo.
Nuestra plática fue amena, el resto del día me dediqué a explicarle algunas cosas necesarias como, la manera de hablar, caminar, expresarse con claridad, leímos algunos libros y también reímos.
Un hombre de veintiocho años, por primera vez desde hace algunos años, fue feliz, olvidé mis agonías y eso fue lo mejor, hasta que ella se cansó y se quedó dormida.... con la cabeza recostada sobre los libros.
Me dediqué a observarla por unos segundos, ¿Qué tiene ella que la hace importante para el abuelo? ¿Qué tiene ella que me hace querer protegerla de cualquier cosa?.
No lo sabía.
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La elección de amar
RomanceSofía Jhonson, es intercambiada por uno de los hombres más poderosos y fríos del mundo, o es lo que todos dicen. De un arreglo de ambas familias surgirá el amor. Los Garner y los Jhonson, unen a esta pareja destinada, en sagrado matrimonio, Sofí...