[Meses después]
El mes más bonito del año estaba con nosotros, diciembre llegó en menos que lo esperaba, los villancicos navideños, luces y decoraciones en todos los negocios de la ciudad no faltaron.
Veía el jardín el cual todo estaba iluminado con luces navideñas y era una maravilla. Las rosas rojas aumentaron y fueron quedando algunas blancas, William no quiso que desaparecieran pues en algún monte fueron la esencia de la villa.
- Es bellísimo, ¿Verdad? - dijo Bianca a mi lado.
- Todo es hermoso Bianca, el lugar es tan diferente a cuando llegué, de ser la casa de los sustos pasó a ser la casa de los deseos - sonreí.
- Y vaya que los cumple - llegó Miguel en ese momento.
- Miguel, ¿Dónde has estado estos días? - pregunté, pues hacía vario tiempo que no lo veía.
- Pues, no sé como decírtelo Sofía pero... es nuestro padre él está en problemas.
Al escuchar eso, creí que sentiría algún tipo de dolor pero no fue así, no sentí ni siquiera felicidad, todo en cuanto a él era neutro como quien dice, "ni me va ni me viene".
- ¿Problemas de que? - pregunté.
- Fraude, quiso pasarse de listo y lo atraparon si no consigue un abogado pronto, pasará un buen tiempo en la cárcel.
- Miguel tu conviviste mucho más tiempo con él, si quieres ayudarlo por mi no hay problema, pero no esperes que te dé un centavo para pagar el abogado y que mucho menos que vaya a verlo, yo no tengo padre por mi, que se quede el resto de su vida en la cárcel no me importa.
Sé que me escuché dura y que cualquiera que no conociera mi historia me juzgaría como una mala hija. Mi padre me trató peor que a un perro, encontré refugio en personas que no llevan mi misma sangre y son a los únicos que considero familia. El hecho de que Dafne y Roberto compartan la misma sangre conmigo, no quiere decir que los considere mi familia y que tenga obligación a ayudarlos.
La familia se apoya, se aconseja. Te cuida no te golpea, no te maltrata y mucho menos te vende a un viejo asqueroso para pagar sus deudas. Mi padre hizo todo eso conmigo y si hay algo que debo agradecerle, es por el trato que hizo con don Bernardo.
- No, créeme que tengo la posibilidad de ayudarlo pero no lo haré, porque sé que es culpable. Ya no quiero tener nada de que ver con ellos - respondió Miguel.
- Esa es tu decisión. ¿Y Dafne? ¿Dónde está ella ahora?
- En casa de su amiga Petra, sabes que es la única que la soporta.
Tampoco me sentí mal por ella, ya que en más de una ocasión pateó mi rostro.
- Al final de la historia cada quien recibe lo que merece - comenté mientras volvía al sofá.
Muchas veces me pregunté, que había hecho mal en la vida para que ellos me odiaran tanto, siempre traté de ser una buena hija una buena hermana, les servía en la boca y aún así, nunca recibí un simple gracias: pero eso ya no importaba tenía una nueva familia y la cuidaría con mi vida.
Después de la pequeña cena con ellos, esperé a William en la habitación puesto que no me sentía nada bien.
En segundos escuché que la puerta se abrió.
- Creí que ya estabas dormida - dijo él acercándose a mi.
- Te estaba esperando, ¿Cómo te fue? - pregunté mientras quitaba su saco.
- Bien, hay alguna cosas que debo solucionar lo antes posible - respondió.
Sabía que la situación y traición de Oscar le iba afectar, ellos dos eran muy amigos y este último terminó apuñalándolo por la espalda.
- ¿Cómo va todo con respecto Oscar?
- Mal, él tenía acciones en la compañía y no puedo hacer como si todo ese dinero fuera un fantasma, le propuse la idea de ponerlas en venta pero...
- ¿Pero qué? Supongo que quiso chantajearte.
- Hay algunos proyectos que necesitan su firma, proyectos importantes; fui a verlo para tratar de convencerlo y que venda a alguien no sé tal vez a tu hermano alguien de confianza, pero se niega a hacerlo.
William raras veces estaba frustrado, su semblante siempre era tranquilo como si tuviese todo bajo control, pero en esa ocasión lo veía preocupado.
- Sé que lo vas a solucionar. Ahora ven, acuéstate un rato que es tarde.
Nos acostamos juntos sobre la cama, recargué mi cabeza sobre su pecho; amaba hacer eso ya que siempre escuchaba como latía su corazón. Siempre me pregunté si William querría tener hijos después de lo qué pasó con Miguel su supuesto hijo. No quería presionarlo pero es que yo anhelaba ser madre.
- ¿Has sabido algo de Miguel? - pregunté rompiendo el silencio.
- Si, hace poco llamé para ver si necesitaba algo me dijeron que todo iba bien, y que es muy inteligente en la escuela.
- Al menos él está feliz. Sé que empezabas a tomarle cariño como tu hijo.
- A lo mejor Sofía, pero después de lo qué pasó con mi padre, el abuelo y después el asunto de Miguel, me di cuenta que ser padre no es nada fácil y que hay que estar preparado para serlo, no sólo económicamente sino también psicológicamente, los niños necesitan tiempo y eso es algo que yo por ahora no puedo dar.
- Eso quiere decir que no te interesa tener hijos, ¿Verdad?
Me destrozaba que dijera eso, yo si quería tener hijos con el hombre que amaba, pero él no lo deseaba.
- No es que no quiera, sólo que no es el momento. Los dos hemos pasado por muchas cosas, creo que deberíamos sanar antes de pensar en traer un hijo al mundo. No quiero que pienses que no quiero tener hijos contigo, eso sería maravilloso mi amor, pero hay que darnos tiempo, ¿Está bien?.
Por supuesto que no estaba de acuerdo con él. Yo si quería tener un bebé y verlo correr por toda la casa, que me dijera mamá, eso sería maravilloso; pero ese sueño también debía esperar.
Después de la charla, nos dimos un baño caliente para después entrar a la cama.
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La elección de amar
RomanceSofía Jhonson, es intercambiada por uno de los hombres más poderosos y fríos del mundo, o es lo que todos dicen. De un arreglo de ambas familias surgirá el amor. Los Garner y los Jhonson, unen a esta pareja destinada, en sagrado matrimonio, Sofí...