Al principio de todas las cosas, la Madre Tierra, Gea, surgió del Caos y dio a luz a su hijo Urano mientras dormía. Él la contemplaba tiernamente desde las montañas y dejó caer sobre ella una fértil lluvia que penetró en sus hendiduras secretas, haciendo brotar hierba, flores y árboles, junto con las bestias y aves apropiadas para cada planta. Esta misma lluvia hizo fluir los ríos, creando así los lagos y los mares.
Sus primeros hijos de forma semihumana fueron los gigantes de cien manos: Briareo, Giges y Coto. Después nacieron los tres Cíclopes salvajes de un solo ojo, constructores de gigantescos muros y maestros herreros: Brontes, Estéropes y Arges.
Urano engendró a los Titanes en la Madre Tierra, pero tras arrojar a sus hijos rebeldes, los Cíclopes, al Tártaro, un lugar tenebroso en el mundo subterráneo, tan distante de la tierra como ésta lo está del firmamento, la Madre Tierra, en venganza, persuadió a los Titanes para que atacaran a su padre. Liderados por Cronos, el menor de los siete, y armado con una hoz de pedernal que su madre le entregó, sorprendieron a Urano mientras dormía. Fue con esa hoz que el despiadado Cronos lo castró, sujetando sus genitales con la mano izquierda y arrojándolos al mar. De este acto surgió Afrodita, la diosa del Amor, la Belleza y la Lujuria.
Al ver lo ocurrido, Urano maldijo a Cronos con la profecía de que sería derrocado por uno de sus hijos, después de que Cronos tomara el puesto de rey de toda la creación. Cronos se casó con su hermana Rea, y tras consumar su unión, comenzó a desarrollar una paranoia. Cada vez que nacía un hijo, Cronos lo devoraba. Primero fue Hestia, luego Deméter, Hera, Hades y finalmente Poseidón. Rea, enfurecida, dio a luz a Zeus, su sexto hijo, en plena noche. Para salvarlo, lo entregó a Gea, quien lo llevó a Licto, en la isla de Creta, y lo escondió en la cueva de Dicte, en el monte Egeo. La Madre Tierra dejó allí al pequeño Zeus para que fuera criado por la ninfa del fresno Adrastea y su hermana Io, hijas de Meliseo, junto con la diosa-cabra Amaltea. Zeus se alimentaba de miel y bebía la leche de Amaltea.
Zeus creció y alcanzó la edad viril entre los pastores del monte Ida, ocupando otra cueva. Decidido a enfrentar a su padre, fue en busca de la titánide Metis, que vivía junto a la corriente del Océano. Siguiendo su consejo, visitó a su madre, Rea, y le pidió que lo nombrara copero de Cronos. Rea accedió y le proporcionó la pócima emética que Metis había preparado, para mezclarla con el aguamiel de Cronos. Tras beberla, Cronos vomitó a sus hijos devorados, que salieron ilesos. En agradecimiento, ellos le pidieron a Zeus que los liderara en una guerra contra los Titanes.
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El Renacer del Olimpo
FanfictionUn sólo ataque devastó el Olimpo Un gran Cataclismo separa dos eras Una profecía y la elección de un grupo pueden condenar a finalizar una era Solo las Hermanas del Destino y Khaos pueden manipular las riendas de la vida de mortales y Dioses. El Ic...