Un sólo ataque devastó el Olimpo
Un gran Cataclismo separa dos eras
Una profecía y la elección de un grupo pueden condenar a finalizar una era
Solo las Hermanas del Destino y Khaos pueden manipular las riendas de la vida de mortales y Dioses.
El Ic...
Estaba amaneciendo en Olimpia, mientras que en una habitación, una pareja de casados estaban acurrucados de cucharita. Durante toda la noche estuvieron haciendo el amor terminando hace dos horas donde se quedaron dormidos y abrazados sintiendo el tacto del otro. Hacía tiempo que no tenían su tiempo a solas, y esa noche lo disfrutaron como si no hubiera un mañana. Tanto fue el placer que experimentaron, que perdieron la noción del tiempo y se olvidaron de sus alrededores, no fue hasta que los rayos del sol ingresaron a la habitación que el rubio empezó a refunfuñar.
Naruto: maldito Sol, por qué demonios te desengancharon del carro Solar
Hinata: Naru, es temprano para que te quejes de eso -diría adormilada
Naruto: qué hice para merecer un bellísimo ángel de esposa -diría para parase demostrando su completa desnudez y cubriría la ventana para volver a dormir con su esposa.
Durante dos horas más durmieron de forma placentera hasta que se supo que era hora de empezar. Naruto se paró y empezó a recordar todo lo vivido en el día anterior y semanas previas, se sentía afortunado, pese a que no era lo que de niño gritó a los 4 vientos, tenía uno de los anhelos más grandes, una familia. Miró a su esposa que estaba levantándose y se sonrieron uniéndose en un beso cargado de amor.
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Tras ese beso, Hinata trató de pararse, pero, no pudo, la noche de amor y pasión anterior, dejó sumamente agotada a la ojiperla, lo que sacó leves risas a Naruto, ganándose un puchero tierno y que la ojiperla le arrojara la almohada a la cara, simplemente para que éste la regresara en un cálido beso.
Naruto: será mejor que te quedes en cama
Hinata: me dejaste sin caminar, ahora haste responsable si quedo otra vez en cinta
Naruto: perdón -diría riendo- tu dijiste que había que darle un hermanito a Boruto jajajajaja
Hinata: baka -diría sonrojada- ya lo sé, no me lo recuerdes
Naruto: bien -parándose del ceno matrimonial- te prepararé el desayuno y me iré a ver a Sakura y recoger a Boruto.
Hinata: gracias
El rubio se vistió y se fue a la cocina donde preparó un desayuno para él y para su esposa. El desayuno consistía en Pan de cebada remojado en Vino Puro, dado que éste último lo ingresó Dionisio, al cual se le agregaban algunos cereales y fruta fresca como higos y duraznos, una reinterpretación del rubio para una receta antigua. Comió con su esposa en la cama el desayuno y tras una charla, dado un tema que pasó con Sakura y Tenten, salió caminando rumbo al Panteón de Uzu.
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