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POV FREEN

Bajé del autobús con la capucha de la sudadera puesta y lentes negros cubrían mis ojos protegiéndolos del intenso sol de Bangkok. No había bebido tanto pero estaba agotada. Solo quería llegar y dormir.

Caminé arrastrando los pies por el estacionamiento externo del colegio, Heng se despidió de mí golpeando mi cabeza mientras se burlaba de mi estado deplorable.

-Sí que te divertiste ¿no? - dijo Oaey que me esperaba en las escaleras del instituto. Quería que la tierra me tragara no están de humor como para lidiar con la tarada número uno del mundo.

-No estoy para tus tonterías - dije cuando pase a su lado.

-Sabes que lo papás de Becky son increíbles, me amaron cuando me conocieron - Oaey se reía burlonamente.

Me detuve al escuchar la afirmación, mi cuerpo se tenso y el cansancio desapareció dejando tras de sí una corriente de adrenalina. Me giré para verla levantarse de las escaleras quedando a unos escalones debajo de mi.

-Ella no te llevo a conocer a sus padres, me lo hubiera dicho de haber sido así. - Oaey sonreía mientras negaba con la cabeza.

-Sí lo hizo y nos divertimos tanto.

Solté la maleta que llevaba y baje los escalones para quedar en frente a frente de Oaey. Mi mano sujeto su su playera jalándola hacia enfrente.

-¿Qué pasa, Freen? ¿Te moleta que Becky también pueda divertirse como lo haces tú?

-Ni en tus mejores sueños Becky estaría contigo. Ella jamás sé fijaría en ti. - me quite los lentes.

-Lo vas  arruinar Freen. Te conozco y sé que lo harás. Ya lo hiciste una vez y te aseguro - su mano golpeó mi brazo como si fuera un cuchillo haciendo que la soltara- qué voy a estar ahí. Cuando ella se de cuenta de que merece algo mejor que, bueno - me miró de arriba hacia abajo con asco - no será difícil que lo vea.

Mi cuerpo el se paralizó antes las palabras de Oaey, yo no le fallaría a Rebecca no podría pasar, yo estaba enamorada de ella.

-Freen no me mires así, ella no es para ti. ¿Lo sabes no ? - yo solo la miré en silencio mientras pensaba que yo sabía que Rebecca era mucho para mi por eso me esforzaba con ella, por eso hacía todo para que se enamorara de mi - Lo sabes, perfecto. Y cuando ella lo entienda o cuando tú lo arruines, porque lo vas arruinar. Volveré a besar sus deliciosos labios.

Oaey palmeó mis hombros ante mi mirada y mi cuerpo congelado. Sonrió satisfactoriamente y camino para perderse dentro de los pasillos del colegio. Me fui a mi habitación y me recosté con los ojos cerrados intentando dormir pero las palabras de Oaey se habían quedado muy dentro de mi.

¿Qué pasa si realmente no logro hacer que Rebecca se enamore de mi? ¿Ella podría hacerlo? Yo no lo arruinaría, no podría pensar en esa posibilidad. Pero la idea de que Rebecca quisiera a alguien que no fuera yo, bueno. Esa posibilidad era real.

Me levanté a abrir la puerta cuando llamaron a ella. ¿Mis pensamientos la habían llamado? Apenas la abrí los brazos de Rebecca rodearon mi cintura, su olor fue la paz que mi cabeza necesitaba. La abracé fuerte por la cintura, no quería que me dejara nunca. No quería que encontrara a alguien mejor que yo. Que egoísta.

-¿Por qué no me avisaste que habías regresado? - su voz, su hermosa voz que había echado tanto de menos los últimos días. - Me encontré a Heng en la cafetería y dijo que te sentías mal. Que todo el viaje parecías un zombie.

Se inclinó así atrás lo más que mis brazos se lo permitieron y llevó sus manos a mi cara, acarició mis párpados, mis mejillas. Lucia tan preocupaba que mi corazón latió más fuerte al pensar en ello.

-Solo estoy cansada - dije besando la yema de sus dedos con una ligera curva en mis labios - ¿me extrañaste?

-Mucho - sus palabras llenaron de una sensación cálida todo mi cuerpo. - supongo que no has comido, traje un poco de sopa y arroz con pollo a la plancha.

Me arrastró al sillón donde me besó castamente antes de sacar los recipientes con la comida, estiré mi mano para tomar la sopa pero ella lo retiró rápidamente.

-Estás cansada, yo lo haré por ti.

-No tienes que hacerlo, puedo sostener la cuchara no estoy manca.

-Me alegra que no estés manca - dijo de manera coqueta - pero quiero hacer esto quiero alimentar a mi bebé.

Ella me daba de comer mientras yo solo podía ver lo hermosa que era. Ella se merece algo mejor que tú, se dará cuenta. Mi mente luchaba por alejar las palabras de Oaey de mi cabeza mientras Rebecca sonreía llevando la cucharra hasta mi boca para después dejar pequeños besos sobre ella.

Después de comer me arropo y se acostó a mi lado abrazándome por debajo de las cobijas. Quería que este momento durara siempre. Rebecca no solía mostrar sus emociones tan fácilmente pero ahora lo estaba haciendo y me daba miedo acostumbrarme tanto pues el día que me dejara sufriría.

Las manos de Rebecca comenzaron a acariciar mis abdomen por debajo de la ropa, rasguñaba lentamente de lado a lado, un poco más abajo cada vez. Cuando llego al borde de mis pantalón metió lentamente su mano debajo de ellos.

-Estoy cansada, Becky.- dije contra su cabeza y mi mano detuvo la suya.

-¿Qué sucede, Freen? - dijo sentándose con las piernas cruzadas. Estaba enojada y confundida - has estado rara todo la tarde. ¿Qué pasó en krabi? ¿Hay algo que deba saber?

-Becca - arrastre las palabras - solo estoy cansada.

Se quedó en silencio mirando mi rostro, tratando de leer en el las respuestas que yo no decía.

-Será mejor que me vaya - dijo estirando las piernas pero la tomé del brazo para detenerla- Ya te aburriste de mi ¿cierto?

Mi corazón golpeó mi pecho y un nudo creció en mi garganta ¿cómo podía ella pensar eso? Suspiré. Lo mejor era decirle como me sentía, quizás ella lo entendería.

-Me encontré a Oaey hace rato- asintió en silencio - Ella dijo que la llevaste a conocer a tus padres el fin de semana.

-Eso no es verdad- su mirada viajo por la habitación - no es verdad, Freen. Si eso te hizo enfadar no tienes que estarlo, te juro que no es verdad.

-Lo sé, si lo hubieras hecho me hubieras contado ¿no? - pregunté mientras me sentaba en la cama. Ella solo asintió.

-Pero no estoy molesta - jugué con mis dedos hasta ella tomó mis manos entre las de ella pidiendo que continuara hablando- Oaey dijo que no soy suficiente para ti. Que mereces algo mejor - ella iba hablar pero levanté una mano para que me dejara continuar- y es cierto, Becca. Lo sé. Tú eres tan perfecta y hermosa y nunca seré suficiente para ti ¿cómo podría serlo?

Se levantó de la cama soltando mis manos y se paró al costado de la cama.

-Ella no tenía que haberte dicho eso, está loca. Iré a a hablar con ella, me va a escuchar, te juro que... - la tomé de la mano jalándola haciendo que se sentara en la cama.

-No es necesario, sé que ella tiene razón. Es solo que me duele pensar que algún día me dejarás.

-Freen - apretó mis manos con las de ellas- ella no tenía porque decirte eso. No tiene derecho de meterse entre nosotras. - acarició mi rostro - tú eres más hermosa que yo.

-Eso no es cierto - negué con la cabeza- tú era la mujer más hermosa en el universo.

-Para mí tú lo eres - se agacho para besar mis labios lentamente y después habló sobre mis labios su aliento era delicioso - Freen, yo también tengo miedo. Siento que te vas a aburrir de mi. Yo no quiero - dijo suspirando- yo no quería enamorarme pero creo que ya es un poco tarde.

-No te entiendo- dije volviendo a besar su boca.

-Creo que... Me estoy enamorando de ti, Freen.

Mis brazos rodearon su cintura y la jale hacia mi haciendo que se sentara en mi regazo,mis brazos la sujetaban con fuerza de la cintura, y ella rodena a mi cuello con sus brazos dejando mi cara contras su pecho. Escuchaba el latido de su corazón, rápido y fuerte. Sonreía ante la idea de que latía por mi. No era necesario decir nada, nuestros cuerpos decían todo. Todo estaba bien.

Líneas del destino. FreenBeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora