Líneas del destino. FreenBecky

Nunca

POV FREEN

Miraba a Rebecca sentada en la silla de la terraza mientras recostaba su cabeza en sus brazos sobre sus rodillas, teníamos casi una hora de esta manera. Tenía un mar de emociones dentro de pecho mientras mi mente trabaja a marchas forzadas tratando de descifrar lo que estaba pasando.

Noté como su cuerpo se relajaba el movimiento de su cuerpo al respirar era más lento. Entré en la habitación para sacar una frazada del closet de Rebecca y la coloqué sobre ella para evitar que su cuerpo relajado se enfriara.

Me lleve la mano al cabello alborotándolo.

¿Qué sucede, mi amor? ¿Por qué reaccionaste así si estabas bien antes de entrar al baño? Todo estaba bien, no entiendo. Yo solo tomé el...

Caminé de nuevo a la habitación y observé el estuche negro sobre la cama. Entrecerré los ojos mientras la yema de mis dedos acariciaban el pequeño estuche. Lo había abierto hace una hora antes de que Rebecca sufriera ¿un ataque de ansiedad? ¿Por que?

Lo abrí lentamente para mirar una vez más el anillo de oro blanco con incrustaciones de diamantes y al centro un gran diamante amarillo. Lo tomé entre mis dedos y lo levanté para observarlo de cerca.

Sentí como mi ceño se fruncía tratando de encontrar una explicación coherente entre el anillo y lo que acaba de pasar ¿por qué Rebecca tenía un anillo de compromiso en su habitación? ¿De quien era? ¿Su hermano? ¿Irin? Nada tenía sentido.

-¡¿Freen?!- escuché la voz de Rebecca y alce mi vista hacia la terraza. Guardé el anillo de nuevo en el estuche y lo coloqué en la bolsa de mi pantalón.

-¿Estás mejor? - pregunté mientras salía a la terraza para encontrarme a Rebecca masajeando su frente. Me miró pero no dijo nada. Sus ojos marrones parecían tan apagados como nunca antes los había visto.

-¿Quieres que te lleve al hospital? ¿Tienes hambre? ¿Qué hago? - pregunté mientras me arrodillaba frente a ella y sus ojos se volvieron a cristalizar haciendo que derramara unas lagrimas.

-Ya estoy bien - dijo en hilo de voz y yo negué.

-Las pastillas - dije - ¿necesitas otra? ¿Para qué son?

Rebecca me miró como quien mira su propia tumba, había miedo, desesperación, angustia. Una combinación que no pensé ver jamás en ellos.

-Tuve un ataque de ansiedad - dijo girando su cabeza para mirar a las montañas de se alzaban enfrente.- pero ya estoy mejor-se llevo una mano a la sien- Me duele un poco la cabeza pero se me pasara.

-¿Ansiedad? - pregunté tratando de tocar sus manos pero ella las retiró rápidamente llevándoselas al pecho.

-No es nada, Freen. No quiero hablar sobre eso. - de pronto su voz era tan inexpresiva, tan fría. Estaba alzando una barrera nuevamente.

-Sí no me cuentas no te puedo ayudar, bebé- dije acariciando su pierna con el dorso de mi mano.

-No te estoy pidiendo ayuda. No quiero hablar de eso- sus palabras me golpeaban lentamente como dardos.

-Bien - apreté los labios mientras veía como ella se perdía mirando inexpresivamente hacia enfrente-Solo quiero que estes bien, ¿quieres que traiga algo para co...

-¿Por qué no te callas, Freen? Te acabo de decir que me duele la cabeza solo necesito que no hables- apreté la mandíbula.

Gritó mientras presionaba sus manos contra su cabeza antes de comenzar a darse palmadas en la frente.

-¡Rebecca! - la sujeté de las muñecas para contener los movimientos de su palma contra su frente - Basta, solo dime qué hacer, haré lo que sea para ayudarte.