Colors - Soonhoon

Seis

Se quedó quieto, su alma gemela sujetando su muñeca. Sus ojos se encontraron por segunda vez en ese día. Peor aún, en medio de una cafetería donde acuden la mayoría de los estudiantes que se mueren de hambre.

Podía sentir algunos ojos mirándolos y sintió sus mejillas arder por la vergüenza.

No está acostumbrado a tanta atención.

-Entonces, eh...- Soonyoung se rascó la cabeza y palmeó su bolso. Maldijo en silencio y Jihoon pudo sentir que su impaciencia comenzaba a aumentar. Pero la vista del niño frente a él es en realidad entrañable, moviéndose inquieto aquí y allá.

¿Es así como actúa cuando está nervioso?

-Yo—uh... tengo tu libro.- Soonyoung comenzó torpemente y Jihoon asintió, hablando.

-Lo sé. Yo tengo el tuyo.- Sin tartamudear. Bien.

-Te lo devolveré más tarde porque— miró hacia atrás a una mesa en la que Jihoon puede ver a dos chicos y otro recién llegado que estaba sentado con ellos (¿ese es Chan?) mirando en su dirección. Un chico con un lunar en la mejilla agitaba la mano con una sonrisa mientras el gordito hablaba con el chico que saludaba, abofeteándolo para llamar la atención. Chan estaba ocupado discutiendo con otra estudiante, una chica. (¿Es la hermana de Chan? Se parecen mucho).

Soonyoung se volvió hacia él y Jihoon también miró hacia atrás, con la habitual cara de perra silenciosa activada. Pero por dentro, estaba entrando en pánico, queriendo alejarse una milla de su alma gemela.

-Uh... bueno, porque mi amigo, Seungkwan,- señaló al gordito que lo miraba intensamente mientras hablaba. —en realidad tomó mis libros sin que me diera cuenta y los devolvió a mi casillero.

Jihoon asintió, entendiendo.

- Te devolveré el tuyo más tarde también. Soonyoung asintió, sintiéndose incómodo. Se quedaron allí, solo asintiendo el uno al otro y Jihoon miró hacia abajo.

-Puedes soltar mi mano ahora.

-¡Oh sí! Uh, retiró la mano y, de alguna manera, Jihoon sintió frío, como si quisiera volver a sentir ese calor. Jihoon en realidad extendió la mano, pero la retiró y la apretó al darse cuenta. -¿Te veré luego entonces, Jihoon-ssi?-

-Sí, sí.- Soonyoung asintió, sus manos balanceándose torpemente a los costados. Alguien se aclaró la garganta detrás de Jihoon y ambos se giraron para mirar, solo se dieron cuenta de que era Mingyu, que sostenía una bandeja y se la pasaba a Jihoon.

Incluso le guiñó un ojo sin ser sutil y Jihoon tuvo el impulso de golpearlo con la bandeja.

-Oh, hola, eh—¡Wonwoo!

-Es Mingyu.- Corrigió Mingyu y Soonyoung se mordió la lengua, saludando de nuevo antes de alejarse, dejando a Jihoon con una sensación de añoranza por la compañía del otro nuevamente.

Puede que haya estado rígido antes, pero su torpeza al elegir sus palabras fue desconcertante. Y todo el tiempo, Jihoon solo podía sentir el hormigueo en el toque de Soonyoung. Se sintió raro.

En el buen sentido.

Sintió un brazo envolviéndose alrededor de su cuello y Mingyu se estaba riendo.

-¡Mierda, hyung! ¡Esa fue la primera vez que lo vi así! Era tan incómodo.- Wonwoo se rió entre dientes y le dio un codazo a Jihoon que estaba pisoteando el pie de Mingyu.

-Tú también lo estabas.

-¡No, no lo estaba!

-Puedes tratar de ocultarlo pero podemos ver a través de ti, Jihoonie-hyung.- estalló otra voz y se giraron para ver a Minghao detrás de Mingyu, sonriendo suavemente a Jihoon.