Setenta y cuatro

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-¿Estás seguro de que estás bien?

-Son unos rasguños, nada de qué preocuparse.

-¿Y si te dan infecciones? ¡Es algo de qué preocuparse!

Jihoon se rió cuando Soonyoung presionó sus pulgares sobre sus palmas abiertas, dibujando círculos para masajearlos, pero solo resultó en hacerle cosquillas a Jihoon. Soonyoung los llevó a sus labios y con cautela plantó un beso en cada uno de sus dedos que dejó una sensación de mariposa en la barriga del más pequeño.

Soonyoung lo miró a los ojos.

-Lo siento mucho- susurró, sus ojos hundidos en el dolor. Jihoon frunció el ceño.

-Ya te lo dije-, Jihoon tomó las mejillas de Soonyoung y levantó su rostro para mirarlo. -Está bien. Te perdono. Solo...- se desvió hacia sus palabras.

-Simplemente no lo h-hagas de nuevo...- tartamudeó lo que rompió el corazón de Soonyoung. -Por favor...

Soonyoung colocó la barbilla de Jihoon entre el pulgar y el índice e inclinó la cabeza hacia arriba antes de inclinar sus labios sobre los suyos. Jihoon tarareó en el beso, poniéndose de puntillas para devolverle el beso.

-No lo haré. Esta vez, cumpliré mi promesa.- Soonyoung chocó sus frentes y lo miró a los ojos, cautivando a Jihoon una vez más.

Jihoon se burló. -Más te vale. O si no-

El enano golpeó su hombro y Soonyoung aulló de dolor.

-¡Por qué hiciste eso!

-Será más duro que eso si me dejas de nuevo, te lo juro.- advirtió Jihoon, arrugando la nariz hacia él. El dolor de Soonyoung desapareció y se estaba riendo, sus manos buscaban las de Jihoon y entrelazaban sus dedos.

-¿Qué es tan gracioso?- Jihoon frunció el ceño, sus cejas juntándose en confusión. Soonyoung negó con la cabeza.

-Eres simplemente lindo.- Acercó al más pequeño y le depositó un beso en la frente.

-Te extrañé...

El zumbido de Jihoon fue amortiguado en el pecho de Soonyoung.

El silencio se apoderó de los dos, quedándose así, apoyados en la pared a sus lados mientras ignoraban a las enfermeras y médicos que pasaban con un par de pacientes mirando en su dirección de vez en cuando.

-Hola, tortolitos-, se giraron para mirar detrás de Jihoon y encontraron a Junhui en la esquina, sonriéndoles a los dos. -Hora de irse.

Soonyoung se alejó a regañadientes de su novio, pero aún tenían sus manos conectadas, sin parecer soltarse nunca y Jihoon apretó la mano para consolarlo, guiando a Jihoon hacia la entrada del hospital.

Soonyoung fue dado de alta del hospital tan pronto como el médico lo revisó y lo concibió mejor que antes después de que comenzó a comer las comidas que las enfermeras le ofrecieron tres días antes.

Era 3 de enero y Soonyoung finalmente pudo salir de las 10 pruebas diarias por las que el hospital tuvo que hacerlo pasar.

Soonyoung se veía mejor ahora. Las bolsas oscuras que colgaban debajo de sus ojos se estaban desvaneciendo lentamente y sus mejillas regordetas estaban volviendo a las que Jihoon se encuentra pellizcando hoy en día.

A Soonyoung no le importó. Le encanta la atención que recibe de su tímida alma gemela.

Cuando llegaron fuera del hospital, había una mujer apoyada en el auto rojo detrás de ella, su pie golpeando el suelo con impaciencia. Soonyoung se rió entre dientes.

Colors - SoonhoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora