Colors - Soonhoon

Cincuenta y tres

Como siempre, Soonyoung acompañó a su novio a casa con las manos juntas y una pequeña charla sobre cómo les había ido el día. Jihoon sostenía un nuevo par de claveles en la mano, un color diferente que también tenía un significado diferente.

Eran claveles rojos destinados a regalárselos a la persona que amabas.

Jihoon se sorprendió al principio de haber recibido un color tan fuerte y significativo, pero se alegró de tener un regalo tan bonito de alguien que también había llegado a amarlo por lo que realmente es. Y sabía que lo atesoraría con todo su corazón.

Ahora, estaban frente a la casa que Jihoon compartía con sus dos amigos y miró a su alma gemela que también lo miraba.

-Adiós, Soonie.- Era un apodo con el que decidió llamar a su novio después de las numerosas llamadas de Soonyoung de él como Hoonie. Es justo que le haya dado al otro su propio apodo. Y a Soonyoung le encantó.

Cuando sus dedos se separaron, Jihoon giró sobre sus talones para continuar su camino hacia la puerta principal por su cuenta.

Cuando Jihoon sacó sus llaves, los metales tintinearon juntos, sintió que una mano fuerte agarró su bíceps y tiró de él antes de que sus labios se encontraran con los suyos.

El momento pasó antes de que Jihoon pudiera siquiera registrar lo que sucedió y su alma gemela solo le estaba sonriendo tontamente.

-Olvidé mi beso de despedida. ¡También! Cuidado con las flores. Las elegí con el corazón.

Luego, se alejó saltando, despidiéndose de su novio antes de desaparecer en un rincón. Jihoon finalmente enderezó su mente e hizo un puchero, arrodillándose para recoger los claveles que había dejado caer por las repentinas acciones de Soonyoung y sopló el polvo imaginario de los pétalos.

-Estúpido Soonyoung y su cursi culo.- Jihoon giró el pomo y entró en la casa con Minghao y Mingyu discutiendo frente a la televisión saludándolo. Jihoon sonrió mientras tomaba sus llaves y cerraba la puerta con llave.

-Pero eso es algo que me encanta de él, de todos modos.

★彡

Soonyoung caminó casualmente por las calles familiares del vecindario de su novio, pasando junto a algunas personas que pasaban caminando y comprándose un bocadillo en una panadería.

Caminó pacíficamente a casa con un postre en la mano para dárselo a su madre, quien probablemente ya les esté cocinando la cena. Un pequeño postre no molestaría a la mujer.

-Disculpe?- Soonyoung se detuvo a medio paso y volteó a mirar detrás de él donde estaba parado un anciano, con las manos en los bolsillos de su chaqueta. El hombre parece reacio cuando Soonyoung se volvió hacia él y Soonyoung no sabía por qué.

-¿Sí, señor? ¿Necesitas algo?

El mayor parece ganarse su confianza y se puso de pie correctamente, ajustándose los anteojos que estaban a punto de caerse del puente de su nariz.

-Sí, necesito algo. ¿Puedo hablar contigo un momento?

Soonyoung no entendió lo que el otro había querido decir con sus palabras. No pudo evitar sospechar del hombre mientras retrocedía con cautela. El hombre captó la indirecta y sacudió la cabeza con pánico.

-¡Oh, no! ¡No soy un secuestrador! ¡Solo necesito hablarte de algo! Más específicamente, sobre Jihoon.

Soonyoung arrugó las cejas cuando se sintió alertado por la mención del nombre de su novio, mirando al hombre.

-¿Quién eres? ¿Cómo conoces a Jihoon?- Exigió, sus palabras mezcladas con veneno, advirtiendo en silencio al hombre. El mayor suspiró con exasperación antes de mirar directamente a los ojos de Soonyoung, expresión seria.