-¡Ella no está muerta! -insistió Derek como las últimas veces. Gire los ojos ante eso. Yacía insistiendo de que lo que Isaac había dicho no podía ser cierto.
Le dolió, saber que Érica posiblemente esté muerta. Pero trataba de disfrazarlo con enojo. Como siempre lo hacía cuando algo que le afectaba emocionalmente surgía.
-Derek, él dijo 'hay un cadáver, es Érica'. No hay mucho espacio para interpretación. -le dijo Stiles ya hastiado de su persistencia.
-¿Si? ¿Y quien estaba en la bóveda con Boyd? -preguntó molesto con algo de ironía. Lo mire tratando de decirle que se calmara pero él fingió no verme.
-Alguien más, obviamente. -respondió Stiles de nuevo con un dejé de claridad.
-Pudo haber sido la chica de la motocicleta. -Scott sugirió matando la tensión que había y se sentía en el aire-. La que te salvo. -miró a Isaac.
-No, ella no era como nosotros. -explicó mirándonos-. Quien está con Boyd sí lo es.
-¿Y si así murió Érica? Los hacen enfrentarse durante en lunas llenas y ven cual sobreviven. Una luchas muerte de hombre lobo. -insinuó Stiles.
Derek lo miró por unos segundos dudando ante lo que Stiles había dicho. Sonaba extraño pero con lógica. Derek volteo a mirarme rápidamente para luego mirar a Scott.
-Debemos sacarlos esta noche.
-Nos van a matar enseguida pongamos un pie en ese lugar. -le dije incrédula. Derek volvió a ignorarme.
-Debes ser listo, Derek. -Deaton finalmente habló, en dirección al Alfa-. No puedes entrar como si nada.
-Si Isaac pudo entrar nosotros también.
-Pero no pasó la puerta de la bóveda, ¿o sí?
-Hay que hacer un plan. -Scott opinó.
-¿Y como haremos un plan para entrar en una bóveda de un banco en menos de 24 horas? -frunció las cejas.
-Creo que alguien ya lo hizo. -anunció Stiles en su teléfono seguramente rebuscando información-. El primer Banco Nacional de Beacon Hills cierra sus puertas tras tres meses del robo. No dice como lo robaron pero me imagino que no es difícil averiguarlo.
-¿Cuanto tardarás?
-Es internet Derek. -resopló burlón-. Minutos. -contestó sin borrar aquella sonrisa.
-Más te vale que sea así. -Derek devolvió con una expresión seria-. Si eso es todo, nosotros nos iremos. Envíale a Evelyn lo que encuentres, ¿entendido? -lo señaló aún con su semblante serio.
-Sí, como sea. -Stiles movió su mano en el aire quitándole importancia mientras se metía de nuevo en su teléfono.
Derek asintió hacia Scott y Deaton para salir por la puerta con rapidez. Todos lo vimos desaparecer en silencio. Solté un suspiro y ayudé a Isaac a bajar de la mesa. Él tomó mi mano y juntos caminamos a la salida.
-Gracias por su ayuda. -agradecí y Deaton sonrió igual que Scott.
-Cuídate, Eve. -sonreí a eso y también desaparecimos por la puerta.
Caminamos fuera de la veterinaria aún con lluvia. Isaac se cubrió con la toalla que tenía para que el agua no le diera. Corrimos al auto y Derek arrancó hacia el loft.
Ya estando dentro, Isaac corrió arriba para cobijarse y tratar de dormir. Yo me quede con Derek abajo. Este evitó mi mirada a toda costa.
-¿Estás consciente de que pudo morir? -lo mire enojada.
-Está bien. -le restó importancia dándome la espalda.
-No, Derek. No está bien. -camine hasta quedar frente a él-. Pusiste en riesgo su vida por tu impaciencia. Pudo haber muerto. -Derek suspiró y suavizó el rostro al ver mi expresión afligida.
-Evelyn...
-No, escúchame bien. -él cerró la boca de inmediato-. Si algo le pasa, y es tu culpa; el que seas mi Alfa no va impedirme que te haga nada. -escupí cerca de su rostro. El de Derek era inexpresivo.
Y no dijo nada cuando crucé frente a él para llegar a las escaleras y subirlas cin velocidad para llegar a la habitación que compartía con Isaac. Apoye mi cabeza en la puerta cerrada y suspire. Mordí mis labios con fuerza recordando lo que había hecho recientemente.
Oh, Dios. Había amenazado a Derek, mi Alfa. Seguro él pensará que querré robarme su poder o algo parecido. Mierda.
-¿Todo bien? -la voz de Isaac me asustó de momento y él sonrió maliciosamente acercándose a mi peligrosamente.
-S-sí. -respondí haciéndolo a un lado para pasar y sentarme en la cama-. Deberías dormir, has sido un día largo. -pedí en murmuró mientras pasaba mis manos por mi rostro.
No oí respuesta de su parte, solo el colchón hundiéndose debido a su peso. Luego sentí su presencia a mi lado.
-Eve. -su respiración chocó contra mi mejilla. No gire ni respondí-. Amor. -al oír como me había llamado gire lentamente para verlo de reojo-. Gracias por preocuparte por mi. Y... lo... lo que le dijiste a Derek... -iba a continuar pero no se lo permití.
-Isaac yo haría lo que sea por ti. -tome sus mejillas entre mis manos-. Ten siempre en cuenta eso. -el brillo que resplandecía de sus ojos me sacó una breve sonrisa-. Vamos a dormir, ¿si? -Isaac me miró por varios segundos para luego asentir.
Nos acostamos en la cama, yo dándole la espalda. Él se arrastró por el colchón para que su pecho quedara pegado a mi espalda.
-Descansa. -besó mi mejilla y se durmió profundamente.
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-¿Stiles te mando la información? -Derek preguntó enseguida me vio.
-No. -respondí en un suspiro ligero, terminando de bajar los escalones que me faltaban. Oí como gruño bajo pero lo dejé pasar-. ¡Isaac, ya vámonos! -grite y el rubio apareció segundos después-. ¿Estás listo?
Isaac asintió y salimos del loft para subir al Jeep e irnos a la escuela. Isaac colocó música para que no estuviéramos en silencio.
-¿Desayunaste? -él asintió-. Estás mintiendo. Él suspiró.
-Comeré algo en la escuela. -entrecerré los ojos y él me sonrió dulcemente.
