El padre de Allison se aseguró de que las ventanas estuvieran cerradas. Aparte, de que estaban electrificadas. No había manera de que pudieran haber entrado por ahí.
—El sistema de seguridad no se activó. —aviso, algo confundido por aquello.
—¿Como entraron? —preguntó Allison igual de extrañada.
—No entraron. —contestó Isaac mirando a la nada—. Fue como su salieran de las sombras.
El padre de Allison reaccionó de tal manera, que no supe cómo interpretar. Pero no dijo nada. Su cara estaba adornada por la sorpresa pero confusión.
—¿Sabes que significa? —le pregunto a su padre. Chris Argent parecía estar en un pequeño trance—. Papá. —Allison lo llamó nuevamente y él volvió a la realidad.
—Uh, no estoy seguro. —fue lo único que dijo como respuesta, no dejándonos a todos convencidos—. Escúchenme, necesito que lo mantenga en secreto por un par de horas.
—¿Por completo? —preguntó el rubio aún sollozando.
—Solo 24 horas.
—Pudieron haberlo matado. —hablé después de un rato, algo curiosa de porque él quería mantenerlo en secreto, pero no dije nada más.
—Pero no. Y creo que fue por una razón. —los cuatro aguardamos silencio para que él hablara—. Que tal vez vienen por mi.
Allison enseguida al oír a su padre se giró a verlo con los ojos abiertos y algo atemorizada. Al parecer, no conocía tan bien a su padre como creía. Argent salió de la habitación dejándonos atrás.
Suspiré rompiendo por un corto segundo el largo silencio que Argent había dejado con su ida. Miré de nuevo a Isaac que seguía conmocionado y algo tembloroso.
—Te dije que no quería venir aquí.
—Lo siento mucho, mi amor. —pegué mi frente con la suya para darle apoyo—. Perdóname. No quería que esto pasara. ¿Te lastimaron mucho? ¿Donde te duele?
—Estoy bien. —suspiró—. Solo... ven aquí. —él me acomodó a su lado y me abrazó con fuerza. Como si tuviera miedo de que me fuera.
Pero no iba a hacerlo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Una fiesta te subiría el animo? —preguntó Evan mirando a Isaac.
—¿Una fiesta? —frunció el ceño Allison. Evan nos mostró su teléfono donde le habían mandado la invitación y la ubicación.