Capítulo 28 | De perdidos al río

799 132 15
                                    

Aidan

Había llegado el día en el que más estrés iba a pasar, pero daba igual porque el resultado sería lo suficientemente gratificante como para que no me importara que se me cayera un poco el pelo o sudara en exceso. O eso esperaba, vaya.

Hice el examen de biología todo lo bien que supe, sabiendo que acabaría sacando mínimo un nueve, y traté de hacerlo rápidamente. Era el penúltimo examen del día y el rato libre que me quedaba tras acabarlo, era el único que tenía para buscar mi sensor entre las cosas de Jonas ya que, al acabar el último, ocuparía el laboratorio junto a Rajesh y Chris.

Acabé el examen y, antes de levantarme, miré a Christofer. Él también lo hizo. Levantó tres dedos, indicándome que solo le quedaban tres preguntas para acabar, y asentí con la cabeza tras señalar la puerta. Me levanté y fui a dejar el examen al señor Stevens, uno de los responsables del laboratorio.

―¿Cómo ha ido? ―preguntó mientras se lo entregaba.

―Creo que bien.

―¿Vas al laboratorio? ―Que me lo preguntaba me iba de lujo, porque mis dos compañeros de ciencias estaban en la primera fila, escuchando todo lo que decíamos.

―No creo que tenga tiempo. Debo ir a la taquilla a buscar los apuntes del próximo examen y luego a hablar con el entrenador Sackville ―mentí.

―Está bien. Bueno, si vas, verás que no hay batas, que las hemos llevado a limpiar.

―Perfecto, gracias.

Me marché a mi mesa, cogí la mochila y me fui, en efecto, al laboratorio. Esperé a Chris fuera de él, ya que no podía empezar a buscar sin que él hiciera guardia fuera, y aproveché para responder algunos mensajes del grupo de "secretísimo" de investigación.

Louise: CREO que he descubierto una cosilla que nos puede interesar, pero si lo pienso en frío no lo veo muy factible. Aun así, mañana lo comentamos y vemos qué os parece.

Rosalyn: Si es el cotilleo de que han pillado a Siena montándoselo en las duchas con un tío, ahórratelo.

Alice: No me interesa la vida sexual de Siena, pero sí en qué ducha lo ha hecho para no entrar nunca más.

Aidan: Toda info es buena, Louise, mañana hablamos.

Esa tarde no nos podíamos reunir porque a todos nos interesaba estudiar un poco más, ya que los exámenes del día siguiente eran todos de idiomas y era lo que llevábamos más mal. Menos Chris, que era hispanohablante y el francés, que era la segunda lengua que había escogido, le resultaba más fácil que al resto por las similitudes con el español, su idioma natal.

Mi compañero llegó corriendo, con la mochila colgando de su mano.

―A Jonas le queda una página entera y a Rajesh un poco más. No acabarán antes del descanso.

―Pues venga, al lío.

―Me quedo aquí. Si viene alguno de los dos, llamaré a la puerta tres veces, ¿vale?

―Entendido.

Abrí el laboratorio y me metí dentro.

Empezaba la cuenta atrás.

La mesa de Jonas era un auténtico caos, lo que hacía más fácil buscar entre sus cosas porque no debía preocuparme por dejarlo todo exactamente como estaba, ya que ni él sabría cómo lo tenía colocado. Sobre la mesa solo había papeles, papeles y más papeles, así que decidí rebuscar en los cajones, que eran tan profundos como un pozo. Y desordenados.

Medidas Desesperadas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora