Melanka deicidio no volver a hablar y tampoco relacionarse con otros nunca.
Luego de ser vendida de pequeña, aprendiendo a sobrevivir por las suyas, se hizo una mujer bastante peligrosa que sólo un tonto decidiría comprar.
Huérfana, rebelde, esclava...
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MELANKA.
La tal Madison parece ser una mujer importante, entre tanto lugar abierto y descontrol, la enorme tienda de campaña con luces rojas en su interior son el único sitio custodiado por guardias, es más, nos dejaron entrar únicamente porque teníamos la ficha del trebol, digo, yo entré gracias a eso, los trillizos entraron sin más, esperándome al otro lado de la seguridad para ir juntos.
Ahora tengo más curiosidad por saber quién es esta elegante mujer poderosa y saber en qué podría beneficiarme a mí conocerla.
Ya dentro de la enorme tienda, intenté disimular mi asombro al ver alfombras de la mejor calidad a modo de piso, sofás rojo vino bien acomodados por todas partes, luz tenue para mantener cierto anonimato entre las muchas practicas aquí ¡Están todos desnudos! Intercambian sexo, todo tipo de posturas y ofrecimientos, se ven deseosos, hay tanto morbo, tanto placer...
Mordí mi labio inferior viendo al hombre que derrama el liquido de su pequeño vaso en los pechos apretados de su acompañante para beber el licor desde ahí, la mujer abre la boca y suelta un gemido que me erizó la piel.
¡Este lugar es el paraíso sexual!
Miré a mi derecha, una barra más que bien hecha, de madera negra y bordes de terciopelo rojo, taburetes del mismo color para que los clientes se sienten a pedir, soy capaz de ver a tres parejas haciendo sexo oral, una sentada y la otra de rodillas entre sus piernas, hombres y mujeres por igual.
Los meseros, la seguridad y bartender trabajan con normalidad, como si no estuviese pasando nada fuera de lo común.
Quiero jugar aquí.
¿Quién es Madison? ¿Querrá jugar?
— Madame Madison, es un gusto como siempre que nos honre con su belleza.
Dijo Neil, al llegar a nuestro destino, tomando la mano de la mujer desnuda y de piernas cruzadas en un largo sofá, besándole el dorso.
Y no sólo él la saludó de esa manera, Nash y Nero repitieron la acción, besando la mano de esa hermosa mujer...
Oh joder... nunca vi una mujer cómo ella.
Su cabello rojo brilla y sobresale a pesar de la luz de fondo del mismo color, ondulado y salvaje, cubriéndole los pechos a la perfección, aún así soy capaz de ver lo perfectos, redondos y pesados que se ven, su piel es clara, y entre ambos senos, un montón de pecas se amontonan, y me encantaría dedicarme una noche completa a contarlas.
Tienes unas pestañas mortalmente largas y curvadas, ojos color miel que transmiten experiencia, calma y seducción, una mujer segura y fuerte, no hay nada más sexy que eso, si miro más abajo, una delgada nariz puntiaguda con un montón de pecas recorriendo su blanquecina piel, labios carnosos pintados de rojo, un arco perfecto que me hace pensar en un corazón, las clavículas bien marcadas, desde el centro de estas hacia el ombligo, está tatuada, los ciclos de la luna a color, cintura estrecha, caderas generosas, muslos gruesos, va en tacones...
