Capítulo 21

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MELANKA

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MELANKA.

Pisé el acelerador en cuanto escuché el primer estallido, por supuesto que Charlie ni se inmutó, digamos que soy una madre un poco descriteriada que lo llevaba al campo de tiro para que viera a su madre volarles el culo a los demás reclutas, soy simplemente mejor que el promedio, las reglas aquí hacen que todos se estropeen, es mejor matar a lo loco, improvisar, eso es lo que me hace buena, soy muy, muy buena matando, y casi no me han dejado hacerlo.

— Haber... ¿Cómo que es tu hijo?

Tomándolo de mis piernas, afirmándolo bien, mientras yo me encargaba de sacarnos de aquí sin que mi bebé saliera lastimado.

— Es que pasaron muchas cosas en estos años — intenté explicarme— Mi padre... temía hacer cosas que no le agradaran, por lo que le di en el gusto en todo lo que quiso.

— ¡¿Tuviste un hijo con Elijah?!

Gritó con horror, mirando a mi hijo y luego a mí, probablemente buscando similitudes.

— ¡¿Qué?! ¡No! — asqueada— ¿Cómo llegaste a esa conclusión?

— Explícate bien entonces, mujer, casi me da un infarto mientras vomito y convulsiono, todo a la vez.

Llevándose la mano al pecho, siempre tan dramática.

— Siempre hice lo que pensé que a mi padre haría feliz, temía que atacara nuestro hogar, el castillo, a ustedes, mi casa son ustedes ¿Entiendes? Intentaba protegerlos. Y Lucas le agradaba, Lucas es hijo del general, inventé una mierda por culpa de Madison cuando vino aquí, la familia de Lucas y la mía pensaban que estábamos saliendo y no pudimos salir de esa mentira, Lucas se aprovechó de la situación y me dijo que me delataría con mi padre si no tenía sexo con él al menos un par de veces, se hace el niño bueno, pero es bastante manipulador, en uno de esos encuentros no se puso condón, dijo que se rompió, pero no soy tonta aunque lo parezca, me embarazó, y yo intenté de todo, hierbas, pastillas, golpes, y nada, incluso me fui a la guerra en Ghana, salí herida bastantes veces y ni aún así sufrí un aborto, al llegar a casa estaba a punto de parir, fui meses completos a la guerra, y nuestras familias decidieron que debíamos casarnos porque era indigno que yo tuviera un hijo fuera del matrimonio, y terminé mudándome con Lucas. Él se hizo cargo del bebé porque yo no quería verlo, lo aborrecía, eso fue hasta que aprendió a hablar, su primera palabra fue mamá, y fue cuando mi perspectiva sobre el mundo y sobre él cambió.

— Y entonces lo amaste ¿No es así? — sonrió entendiéndome— Y te sacrificarías por él también, por protegerlo del tal Lucas, porque es la única forma en la que sabes amar, sacrificándote ¿Escuchaste eso, Enok?

Voltee el rostro al menos dos segundos hacia ella, mirándola entre el asombro y la molestia, estaba preparando un discurso mental para hablar con Enok más tarde y ella lo arruinó todo.

— Escuché todo, sí. Matar a Lucas, lo tengo.

Dijo mi Capo al otro lado del radio, se escucha tranquilo, pero... ¿Lo estará? ¿O se habrá hecho un maestro ocultando emociones otra vez?

Conquistando al desastre +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora