MELANKA.
Arrastro mi maleta (Vacía) tomando la mano de Charlie con la que me queda libre, siendo seguida de cerca por Chispas, Chocolate y Caramelo, mis mascotas, un perro grande y dos lobos que mi tonto esposo le regaló a mi bebé mayor, tengo una panza envidiable de casi ocho meses y... ahí aquí vamos.
— Melanka.
— Nilak, buenos días, querido.
Pasando por su lado, continuando con mi recorrido con toda la normalidad posible.
— ¿Puedo preguntar por qué en esta fría mañana estás arrastrando una maleta hacia los estacionamientos?
Siguiéndome sin dejar de mirarme, aparentando calma, manteniendo las manos atrás.
— Sí, bueno, dile a Enok que es un tonto y que me iré ahora.
— ¿Te vas por...?
— Porque sí.
Haciendo sonar la alarma de auto que tengo en la mano que sujeta la maleta, robé unas llaves al paso, pero no tengo idea de qué auto son, así que toca adivinar.
— Mamá dijo "Quiero comer melón", papá dijo "No hay, tonta, no es temporada" y nosotros irnos ahora.
Le contó Charlie con tranquilidad, caminando conmigo entre los autos, buscando el que suena, con Nilak pisándonos los talones.
— Ah... es por tus antojos, son una cosa increíble de ver ¿Y dónde te vas?
— A comprar melón congelado al supermercado.
Dije sin más, celebrando al pararme frente al auto dueño de las llaves, abriendo la maleta para meter la maleta atrás.
— ¿Y la maleta?
— Para meter el melón, obvio, una o dos bolsas no será suficiente y no puedo cargar mucho peso porque esta panza me molesta.
Señalando mi bulto.
— Em... cielo, yo encantado cumplo tus caprichos, tú no puedes conducir embarazada, lo sabes, y menos salir sola, tienes que avisar.
Rodé los ojos.
— Cómo si fuese a perderme.
— Es por si te hacen daño ¿Recuerdas quien eres? ¿Ser una Kavanagh te suena de algo? ¿Esposa del Capo? ¿Reina del desastre? ¿Encantadora de hombres?
Carcajee por lo bajo con lo de conquistadora de hombres, hace unos meses, antes de que se me notara la panza, fui con los trillizos y mis hermanos al territorio de Rory para divertirnos en grande, yo le hice ojitos a medio mundo para que me dejara ser su siamesa o su copiloto en las carreras, y terminé siendo la chica que da la salida en tres oportunidades, me la pasé en grande, claro que a Enok no le hizo ninguna gracia, sigue sin hacerle gracia que me llamen encantadora de hombres a pesar de que él se encargó de anunciar por todo lo alto que soy su esposa, ahora todos se van con cuidado conmigo y nadie me deja subir a su moto.
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Conquistando al desastre +21
RomansaMelanka deicidio no volver a hablar y tampoco relacionarse con otros nunca. Luego de ser vendida de pequeña, aprendiendo a sobrevivir por las suyas, se hizo una mujer bastante peligrosa que sólo un tonto decidiría comprar. Huérfana, rebelde, esclava...