Sobrevivir || FreenBecky G!P

𝐌𝐮𝐞𝐫𝐭𝐨𝐬

Narra Freen:

Era obvio que fallaron el tiro. Yo y Kirk estábamos a la defensiva a cualquier otro movimiento que puedan hacer.

-¡¡¿Quién anda ahí?!!- fue lo que se me ocurrió soltar.

-Freen, ésos malditos ya llamaron la atención de los caníbales. Debemos irnos ¡ya!- me susurró kirk.

-Bien, escúchame. Salgamos por ese callejón- apunté a la izquierda señalando un pequeño lugar de la ciudad -y giremos a la derecha para poder ir a casa lo más rápido posible- Kirk asintió a mi pedido. Aprovechando a que los idiotas no tomaban la valentía de mostrarse aprovecharíamos a salir de este lugar.

No se hacían esperar a los caníbales que se dirigían a nuestra dirección. Yo y Kirk empezamos a movernos más rápido para no ser detectados por los idiotas.

No se podía esperar más que otro tiro casi a nuestra dirección. No lo pensamos dos veces y yo y Kirk empezamos a correr con el corazón a la mano de tanta adrenalina por alejarnos de allí.

-¡No escaparán!- escuché la voz de uno de los idiotas decir a lo lejos. Estaban detrás de nosotros.

Giramos a la derecha como le mencioné a Kirk y después de una esquina giramos a la izquierda. Tendríamos que perder a los imbéciles para poder estar más tranquilos, no podíamos darnos el lujo de mostrar la casa en donde estábamos por qué las más perjudicadas serían mi Bec y Nita.

-Maldita sea Freen si no son los idiotas son los caníbales- comentó Kirk apuntando hacia al frente observando un gran grupo de caníbales corriendo a nuestra dirección.

-Por aquí- lo llevé a un pequeño centro comercial. Cuando estuvimos ahí, matamos al pequeño grupo de canibales dentro de ella.

Nos sentamos y recostamos en un estante de productos para poder respirar y regular nuestra respiración. Kirk me vió por el rabillo del ojo y me sonrió.

-Debemos alejarnos de aquí Freen, pero antes debemos matar a los idiotas que tratan de cazarnos- dio un pequeño respiro, aún estaba agitado -debemos recuperar nuestras armas como también recuperar el auto- asentí, lo primero es matar a los zombies para después encargarnos de los imbéciles.

Escuchamos disparos fuera del centro comercial, ya estaban aquí. Estaban matando seguramente a los caníbales de allá fuera. Esos idiotas no saben qué están llamando más zombies por la bulla que hacen.

-Debemos movernos o nos encontrarán- mencionó Kirk.

-Que vengan, los esperaremos. Podremos atacarlos, podemos acabar con ellos Kirk. Recuerda; no somos cobardes- Kirk me sonrió y asintió. Ya estaba amaneciendo y estaba preocupada en qué estará pensando mi Bec. No quiero que se preocupe, pero las cosas pasaron de esta manera. Dios, quiero estar con mi Bec y mi bebé que me espera en el vientre de mi amor.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por qué sentimos a alguien entrar en el centro comercial.

-Que debemos hacer Saint- escuché a uno de los idiotas preguntarle a su amigo. Yo y Kirk Estábamos atentos de lo que hablaban. Gateamos, nos escondimos detrás de un estante y observamos cada movimiento de ellos.

-No lo sé Chin, esos idiotas no se saldrán con la suya. No debieron ir lejos- comentó el idiota -mas bien, las municiones se están acabando y todo por tu culpa. Todo por gastar en vano- le recriminó.

Observamos como el tal Chin cogía una pelota de los estantes y lo aventaba lejos -Cállate, solo quería distraerme un rato- se defendió -¿Qué haremos?- preguntó a su amigo.

-Yo que sé- se encogió de hombros -solo quiero dormir- dijo sin más.

El descuidado de Kirk se asustó por una araña que caminaba cerca de nosotros y se removió provocando ruido.