Sobrevivir || FreenBecky G!P

¿𝐄𝐧 𝐏𝐚𝐳?

Me levanté cuidadosa de la cama, pues dar un movimiento brusco causaría a que la herida nuevamente se abra, y seguida de ello me metí a la ducha. Antes de que Nita se fuera me dijo que cuando me bañe trate de que el jabón no toque el área de la herida.

Con la recomendación advertida me bañé pasando la esponja por los brazos, piernas y la mayoría parte del cuerpo, excepto la herida.

Cuando terminé de lavarme el cuerpo me puse una bata que cubriese mi cuerpo. Cuando llegué de nuevo a la habitación me dirigí al pequeño clóset en el que saqué mi ropa de cambio. Consistía en un short holgado y una camiseta del Manchester United. Con cuidado retiré mi bata y empecé a secar mi cuerpo con una toalla.

Cuando estuve cambiada, me miré al espejo notando mi cabello un poco húmedo. Lo dejé así, con el ambiente natural se secará. Bajé a la planta baja y me encontré a Kirk y Nita hablando. Cuando notaron mi presencia me saludaron con la mano a lo cual correspondí de igual manera. Observando más en la sala no presencié a mi Becky, me fui a la cocina pero igualmente no la hallaba. Mi única opción era al patio de la casa y como buena presentista que era la encontré. Estaba regando a las plantas. Sonreí como boba viéndola. Me dirigí hacia ella.

–Hey, que tal amor– me puse detrás de ella. Becky al sentir mi presencia giró su cuello tan rápido que pensé que se le rompería. Chilló de emoción al verme y se abalanzó hacia mí. Jadeé del dolor cuando su peso golpeó mi herida, ella lo notó y se separó tan rápido como me abrazó.

–Hay no, mi amor, lo siento mucho– dijo apenada mientras aún mantenía esa mirada de felicidad. Sonreí mientras ponía mis manos a su cintura, ella colocó sus brazos alrededor de mi cuello. Nos miramos como si el mundo a nuestro alrededor no existiese y nos dejamos llevar por un largo y amoroso beso.

No podía pedir nada más que esta mujer frente a mí, su aura resplandeciente era algo magnífico. Ver esa sonrisa que siempre la caracterizaba era algo hermoso. Me sentía cómoda con ella, ella era mi mundo, era la mujer que siempre esperé y que ahora la encontré.

Nos separamos por la falta de aire, pegué mi frente con la de ella mientras nos sonreíamos. Me puse de rodillas y besé el vientre de mi novia. Ella al sentir el contacto sonrió. Su pancita ya se hacía notar y era algo increíble –Hola bebé, yo soy tu madre, me llamo Freen. Espero que te encuentres bien, te amo mucho, a tí y a tu mamá– alcé mi mirada y la vi, estaba sonriendo mientras sus ojos se humedecían. Me puse de pie y la abracé, esa cálida sensación de sentir a la persona que amas es indescriptible. Simplemente bonito –Te amo mucho mi amor, perdoname por ser tan idiota estos días, perdóname por dejarte así. Cuando te vi en ese estado te juro que mi mundo se derrumbó, gracias a Dios estás bien y me estoy muy agradecida por ello. Te amo mucho y quiero que siempre lo recuerdes cada vez que te despiertes– Becky me miró con esos ojitos cristalinos, limpié su hermosa mejilla sonrosada mientras le plantaba un pico en sus labios.

–Yo también te amo mi amor– aclaró Becky mientras me pegaba más hacia ella para profundizar el abrazo. Se sentía tan bien estar abrazada a ella, es como si mis penas y problemas se esfumara cuando la tenía cerca.

–Siento interrumpir su momento romántico, pero solo pasaba a decir que el almuerzo está listo– maldita sea Kirk, siempre inoportuno.

Suspiré molesta, giré mi cabeza y lo fulminé, el sonrió mientras sacaba la lengua y se adentró de nuevo a la casa. Me separé un poco de mi Bec y la observé, me miró con ese brillo en sus ojos, sonreí.

–Vamos mi amor– asintió y enrolló su brazo en el mío y así nos dirigimos a casa.

(...)

Después de un largo almuerzo con chistes y bromas, me encontraba sentada en el sillón.
Estaba pensando en todos los problemas que sucedían hasta ahora. A parte tenía que traer una cuna para mí próxima hija, conseguir otro cuarto......No queda cuartos y mi hija necesita un lugar donde dormir. Joder ahora que haré.