𝐂𝐞𝐥𝐨𝐬

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Estaba nerviosa, por fin veré de nuevo a mi Becky. Mi Becky...

No tengo ni idea de lo que pasará, irme y después de casi dos días regresar. No sabía cómo reaccionaría. Kirk notó mi nerviosismo, me observó desde el espejo retrovisor con una sonrisa mientras me asentía.

Sonreí devuelta, pero aún así mis manos me sudaban. Cada que limpiaba mis manos con mi pantalón, no duraba ni un minuto que volvía a sentirlos sudorosos. Me perdí en mis pensamientos, pues no daba crédito de que ya estábamos frente a nuestra casa. Nerviosa bajé de ésta mientras Kirk hacía lo mismo.

Caí en la realidad cuando vi a ese niño bajar del auto, olvidé por completo que estaba con nosotros. Con molestia lo observé de pies a cabeza, él también me observó, dio una sonrisa que para mi al parecer era falsa y se acercó a nosotros.

—Hermosa casa —elogió con una sonrisa. Nos quedamos en silencio, Kirk y yo nos miramos, batallando sobre que hacer. Al parecer el niño lo notó, movía la pierna con ansiedad—¿Pasamos? o ¿Me tendrán aquí parado toda la tarde? —Kirk al igual que yo lo observamos con molestia.

—¿Perdón? —pregunté enfurecida, agachó la cabeza mientras se arrascaba ésta.

—Perdona... —susurró levantando los hombros, fruncí más el ceño. Sentí a Kirk agarrarme el brazo, el niño sonrió divertido—No te pongas así, solo bromeaba —enarqué una ceja —chico, calma a tu novia —me paralicé, ¿Novia?. Osea, varias veces nos han confundido con que lo seamos, pero que éste lo pregunte me enfurece más de alguna manera inexplicable.

—No es mi novia —habló Kirk de forma tosca -será mejor que entremos y tú... —señaló al niño —hablaremos contigo

Y sin más Kirk abrió el portón, me adentré en el coche con él y pasamos a guardarlo en la cochera. El niño se adentró a la casa y cerró el portón, estaba por salir cuando una voz que tanto anhelé volver a escuchar me interrumpió al bajar. Estaba paralizada...

—¡Kirk! —escuché la voz de Becky, mi Becky

—Hey... —por la ventana del coche podía ver sus movimientos, notaba a Kirk nervioso. Yo lo estaba más aún

Vi como Becky observaba su alrededor —¿Freen? —preguntó, ella me estaba buscando. Ella lo estaba haciendo, mi Becky lo hacía

—Este... —Señaló el coche, yo me congelé. Dió unos golpes en la ventana del coche incitándome a bajar. Con toda la cordura que me quedaba de a poco fui bajando.

Cuando bajé observé a Becky de pies a cabeza, su mirada decía todo. bajé la cabeza, sé lo que venía. Ella no dijo nada, se mantuvo en silencio. Todo estaba en silencio, sentía la tensión y estaba por más decir que Kirk sobraba en ese lugar, notaba su incomodidad.

Pero la voz de ese niño interrumpió todo, agradecía internamente por su intromisión.

—Hola —saludó, su mirada se posó en Becky. La observó de pies a cabeza y se relamió los labios, fruncí el ceño. No me gustó, con instinto me acerqué y rodeé a Becky de la cintura con un brazo. Sentí como se tensó, al parecer ese lo notó, pues rió bajo algo que me sacó de mis casillas —Me llamó Non, mucho gusto...

—Becky —se presentó, sonrió hacia el chico, no me agradó. El idiota le devolvió la sonrisa. Estaba rara, de pronto quería golpear a ese imbécil

Becky se soltó algo brusca de mi agarre -los espero en casa. Iré con Nita —aclaró Becky a Kirk antes de desaparecer por la cochera. Ni siquiera me dió una mirada antes de irse. Vi a ese niño mirar el trasero de MI mujer, se la comía con la mirada. Apreté los puños ya perdiendo los estribos.

—Hey —llamé alzando la voz, rápidamente se volteó hacia mí —ella es MI novia, esos ojitos que le haces no me agraden. Ten más respeto si no quieres terminar fuera de éste lugar —advertí con molestia en mis palabras, Kirk posó su mano en mi hombro dándole un pequeño apretón. El niño se sorprendió antes de asentir algo molesto, ¿Qué se creía?

—Sí, claro —murmuró irónico, me enfadé

—¿Qué dices? —escupí acercándome hacia él

—Nada —me enfrentó sin siquiera moverse de su lugar. Sentí el brazo de Kirk separarme de ese niño

—Vamos con las chicas Freen —gruñí antes de separarme de su agarre e ir con dirección a la casa.

Kirk se quedó con el niño, no me importó. Lo que me importaba ahora era hablar con mi Becky, me dolió demasiado que me tratara con indiferencia. ¿Pero que esperabas idiota?, Si tú misma te largaste dejándola así.

Con molestia me dirigí hacia la casa con la idea de poder hablar con Becky, no quiero dejar las cosas así y mucho menos ver a mi Becky tratándome de esa manera. No lo soportaría...

—Nita... —saludé con un hilo de voz, mi pánico volvió. Rápidamente cogió algo de la mesa que no me dió tiempo de ver que era, se dirigió hacia mí. Por instinto retrocedí varios pasos. Becky que estaba en la mesa veía todo los movimientos de Nita. Quería ir hacia ella arreglar todo, todo con ella y Nita.

No me dió tiempo de reaccionar cuando sentí un golpe en mi parte baja —a-ahhg! —gemí de dolor cayendo de rodillas. Tapé mi zona afectada, Nita lo había hecho con todo el odio posible al dármelo.

—Te lo mereces por haber hecho esa ridícula huída -escupió de cólera —Irte, sabiendo que aún estás mal, MAL. ¿Acaso no entiendes la palabra "Mal"?, Quieres irte sabiendo que Becky está delicada de su salud. ¡JODER, ESPERA TU HIJO!, Ella te ama imbécil, juraste estar con ella en las buenas y en las malas. ¿Pero qué haces?, ¡TE VAS! —dolía, dolía tanto. Empecé a llorar en silencio. Aún manteniendo esa posición solté lágrimas, tenía razón. Juré tantas cosas que siempre lo termino estropeando —¡¿Qué pasó con la promesa de meñique?!, TAMBIÉN LA ROMPISTE. Si te lo preguntas por cómo lo sé, es porque ella tiene esa confianza, confianza que ya no la puede tener contigo, porque eres alguien... Joder, Mira a Becky, mírala. Ella está tan mal por todo lo que pasa, eres un...-

—¡Nita, basta! —Becky la calló. Yo aún mantenía la posición, no quería alzar la cabeza. No quería. Hasta en ello eres ridícula imbécil, tienen toda la razón al decirte esas palabras, te mereces eso y mucho más.

Me repetía una y otra vez esa maldita voz, quería hacer tantas cosas. Quería retroceder el tiempo y arreglar todas las cosas que hice mal, quería...

—Freen —me llamó esa hermosa voz que tanto me gustaba escuchar. Voz que me tenía templada y enamorada —Necesitamos hablar. Te espero en la habitación

Ahora, ahora me siento muy asustada, no quería ir. No quería escuchar lo que ya tenía imaginado, no quería que esas palabras salieran de esos hermosos labios, no no quiero. Solo quiero arreglar todo. Decirle cuánto la amo, despertar a su lado. Becky no lo harías...

...o sí?




















Sobrevivir || FreenBecky G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora