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X: Los problemas que carga una estrella en la noche, pt 1.

—Así que... ¿invitaste al grupo de Haerin a mi cumpleaños? —Danielle asintió —. ¿Qué te hace pensar que es buena idea?

—Hey, dijiste que no te reías de ellas.

—No, no me estoy burlando, estoy preguntando que te hizo pensar que es buena idea —repitió —. Sabes cómo son todos. A mí no me molesta y me atrevo a decir que me agrada porque es una oportunidad de conocer a más personas, pero creo que la situación puede ser... no lo sé, ¿incómoda para ellas?

La australiana se mantuvo callada en ese momento dándose cuenta que eso no había pasado por su mente cuando Haerin la acompañó a comprar pasteles de arroz y luego la llevó a casa. Y era extraño que ella hubiera aceptado, aunque Dani no podía negar que sí fue algo insistente y tal vez por eso accedió.

«—¿Me trajiste a comprar pasteles de arroz?

La pregunta de Haerin hizo a Dani reír dulcemente, algo que solo sumó más confusión en la menor.

—¿Por qué te ríes? —sus cejas se mantenían fruncidas.

—Nada, solo recordé algo —mintió. En realidad, se reía de lo confundida que se veía Haerin junto a ella y que aún así no haya salido corriendo.

Danielle la había "obligado" un poco en acompañarla, pero Haerin podía escaparse sin problema alguno. Ahí se daba cuenta que era bastante obediente cuando se trataba de algo y dependía mucho de las decisiones de alguien más para reaccionar.

—Así que... ¿eres de segundo año? —preguntó, acomodando la bolsa de papel entre sus manos que contenía los pasteles de arroz. —Pensé que eras más grande.

—¿Tanto? —Haerin afirmó los tirantes de su mochila —. Iría en tú mismo salón de ser más grande.

—Bueno, sí —rio con torpeza —, pero tampoco es imposible la idea de que vayas en cuatro año.

Haerin no sabía muy bien como tomarse los comentarios de que parecía mayor a su edad o su año académico. Varias personas destacaban eso, generalmente adultos, por lo que se daba cuenta que era común y tal vez denotaba ese aire de mayor edad por lo callada que era o algo así. En la escuela, los chicos de primer y segundo año eran los más ruidosos. Incluso Hyein lo era un poco y tenía la misma edad de Haerin, solo que iba en primer año por haber repetido sexto de primaria.

Hae era todo lo contrario. Era la más callada y tímida, así que su ambiente social en su curso era muy ajeno a ella. Tal vez por eso sus amigas eran de cursos mayores y cursos más bajos; se entendía más con la madurez y tranquilidad de Hyein, Hanni y Minji que con el alboroto de sus compañeros de salón y eso estaba bien para ella, no necesitaba más. Se sentía igualmente como una rechazada social, pero no era terrible porque tenía a sus tres amigas y eran suficientes para la soledad que Haerin experimentó años.

Insistía en pensar que la cercanía de Danielle era muy extraña. Nadie se acercaba así a ella, menos una muchacha reconocida en la escuela y el tonto pueblo en el que vivían, entonces era algo a destacar.

—Danielle —la llamó con su tono calmado.

La otra giró su rostro y con su sonrisa. Siempre estaba ahí. Haerin se preguntaba si se cansaba de sonreír tanto.

—¿Por qué de repente te acercas a mí? —fue bastante directa.

Haerin era asi con casi todos; muy directa. Claro que trataba de ser sutil con algunas cosas, pero su honestidad era característico de ella.

La australiana lo pensó, buscando no exponer una de las reales razones que era descubrir si Haerin sentía algo por ella o no, pero también tenía que ser sincera y decir que la chica le llamaba la atención. Era extraño entender a Haerin y tal vez era todo lo opuesto a ella. Sin embargo, eso hacía que quisiera acercarse más y saber más. ¿Por qué no podía ser amiga de Haerin? Ella se veía una buena muchacha, con buenos modales, nada malo había para que Dani quisiera alejarse.