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VI: Cake, Juice and Bread by NewJeans.

—Creo que la idea del Instagram sigue siendo tonta... —murmuró.

Haerin mantenía su cabeza agachada mientras caminaba detrás de Hyein y Minji a la casa de la última mencionada. Como la mayoría de días, irían a ensayar las canciones propuestas con la ilusión de que las dejaran tocar en el festival de navidad en dos semanas más.

—Lo es un poco —confesó con sinceridad la menor del grupo —, igualmente no te desanimes. Quizás es la oportunidad de que te hagas famosa.

—No subiré fotos. No me gusta eso —su sonrojo era notorio en sus mejillas.

—Tampoco es necesario —opinó Minji —. Sabes que no es obligación mandarle una solicitud a Danielle. Podemos inventar algo para decirle que no y listo.

La de ojos gatunos ladeó su cabeza e hizo una mueca, sumergiéndose nuevamente en sus pensamientos.

Danielle Marsh era la chica más popular de la escuela desde séptimo año y todo pasó cuando la chica quedó en la herencia más importante del pueblo con gran cantidad de dinero y una vinícola de gran importancia. El abuelo paterno de Dani, el señor Michael, había fundado una villa de vino principalmente para vender en el pueblo, pero luego de recomendaciones y un éxito innegable la importación pasó al resto de ciudades en Corea.

Luego de que él falleciera por un ataque al corazón hacía ya cinco años todo pasó a manos de la abuela de Dani, la señora Ruby. Ésta se encargó de todo lo demás y continuó con la venta a otras ciudades y restaurantes cercanos al pueblo. El solo negocio, sin apoyo externo, generaba ganancias considerables y todo eso había bastado para que Danielle tuviera la imagen de "una riquilla extranjera con una posible herencia fantástica".

Además, no se podía negar que tenía una apariencia angelical y su personalidad era tan encantadora como pasar la tarde con la persona que más quieres en el mundo. Danielle simplemente lo tenía todo para ser amada y con justa razón.

No era engreída, no era insoportable. Le gustaba ayudar a quienes lo necesitaban, dedicaba más tiempo a los demás que a ella misma. Nunca se metía en peleas, jamás criticaba a alguien, trataba a los demás respetuosamente y les hablaba con cariño. Cuidaba a los animales, a sus amigos, incluso a su novio que era un poco idiota. Danielle era perfecta.

Y el grupo de amigas lo sabía, entonces tampoco tenían miedo de que ella empezaría a molestar a Haerin en Instagram, pero la inseguridad estaba igual y la ansiedad de Hae era increíblemente intensa.

—Quedaré como una mentirosa —recordó.

Las dos se quedaron calladas dándole la razón. Difícilmente podía salir de esa situación si ya había metido casi toda la información en Danielle.

—Pero... le puedes explicar que realmente no tienes Instagram —Minji trató de ayudar, haciendo una mueca —. Digo, dudo que te golpee o algo así.

—Su novio me va a golpear —aseguró.

No se veía preocupada por eso ya que Haerin sentía que lo merecía después de todo el enredo que Hanni había empezado.

—Sunghoon es un idiota, y lo sabes —con las palabras de la mayor, Hyein tragó en seco —. No te preocupes por él. Es mejor preocuparse por Danielle.

—Ninguno. Ella... no es mala onda —Hae suspiró —, simplemente me intimida. Más aún sabiendo que quiere mis redes sociales. Y peor, que sepa que no tengo nada de eso.

—¿Y si de verdad le dices la verdad? —Hyein trató de verse normal y no nerviosa con la opinión de Minji hacia Sunghoon —. Creo que es peor que seguir alargando todo esto. Ella tampoco le miente a los demás como para que Haerin lo haga.