III: Desgracias, mentiras y... ¿cruces amorosos?

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—¿Sunghoon y Haerin? Es la combinación más rara que alguna vez escuché. Y digamos que este pueblo no es lo más normal del mundo, ¿o no? —ellas tres asintieron —. ¿Recuerdan cuándo el abuelo de Beomgyu hizo una marcha en protesta de que nos habían dejado sin leche? —eso había sido memorable. —Es raro lo de Haerin y Sunghoon, pero a la vez no.

Danielle solo se mantenía expectante a los comentarios que sus amigas hacían en relación al rumor que ya había aclarado con anterioridad junto a la muchacha involucrada. Y eso a ella la dejaba un poco tranquila, pero los demás parecían no soltar el chisme y crear más conclusiones algo inútiles en base a eso.

—¿Será que se quiere aprovechar de él? —preguntó una de ellas, en un susurro.

La australiana giró a mirarla porque eso llamó su atención.

Haerin, esa mañana, le había dicho básicamente que en su vida le gustaría un chico sin necesidad de habérselo pedido, pero a decir verdad eso también podía ser una excusa para hacerle olvidar el hecho de que algo relacionado dijo sobre Sunghoon. Y Danielle sabía mejor que nadie que su novio era dejado a llevar con todas las chicas que querían algo con él y fueran visiblemente atractivas. ¿Pero por qué Sunghoon querría algo con Haerin, si estaba con ella? Imposible. Además, Kang Haerin y su grupito de amigas tenían una reputación algo destruída. Danielle no justificaba el hecho de que las tratasen mal o las tacharan de raritas, pero conocía el tipo de muchacho que era Sunghoon y él no estaría con una chica que su reputación se basaba en que era increíblemente callada y era homosexual (aunque el muchacho parecía no saberlo)

¿Sería capaz de utilizar a Sunghoon para ocultar que era lesbiana? ¿Haerin sería capaz de eso? La chica parecía un gato mojado de la calle que temía decir su opinión frente a cualquier persona, entonces era difícil para Danielle llegar a esa conclusión incluso si parecía creíble.

—¿Por qué lo dices? —otra de sus amigas se acercó a la mesa para susurrar, como si estuvieran haciendo algo malo.

—¿No saben? —todas la miraron confundidas, incluso Danielle —. O sea, Haerin de por sí es medio rarita, pero específicamente ella es... lesbiana.

Casi todas soltaron una expresión de sorpresa, aludiendo a que eso podía ser una de los peores descubrimientos en esa escuela.

Danielle no estaba de acuerdo en cómo se mostraron hasta incómodas con la información, pero ellas eras sus amigas, las únicas, entonces no era conveniente defender su real pensamiento. Solamente se quedó callada, eso daba señal de que estaba de acuerdo, aunque era todo lo contrario.

—¿Estás segura? —murmuró otra.

La que anteriormente había mencionado la información, Huh Jiyu, asintió completamente segura y hasta asustada.

—Es raro todo el trasfondo de lo que le pasó, pero creo que el padre Truman casi la exorciza. Y nadie quiso estar con ella después de que algunos se enteraron por lo que andaba diciendo su abuela con la hermana Hana —continuó contando —. Mi abuela me contaba que su madre la apoyó y todo, pero solo ella. Los demás la rechazaron. E igual entendemos por qué ¿cierto? No es normal. Es una rara —expresó con disgusto y todas asintieron (excepto Danielle) concordando con toda la historia. —Ahora se hizo amiga de esas tres y supongo que todo quedó igual para ella. Es triste, ¿no creen? Qué terrible para su madre que seguramente por obligación tuvo que aceptar su... condición, o lo que sea.

Danielle sintió que el tiempo, en su lugar, se detuvo. Si bien en ese pueblo se sabía casi todo, ella no tenía conocimiento absoluto en la situación de Haerin y parecía ser triste, porque de por sí era una rechazada frente a todos en la escuela según podía ver.

típicamente popular | daerinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora