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XV: Como si nos conociéramos de toda la vida.

Minji llegó a la casa de Sunghoon con pasos agresivos y fuertes, totalmente dispuesta a hablar con el chiquillo y decirle unas cuantas cosas en la cara para que dejara de hacer estupideces que dañaban a otros.

—Unnie, no hagas nada que te deje en problemas —pidió Hyein, detrás suyo mientras Danielle dejaba caricias en su brazo.

—No me interesa. Yo le voy a romper la cara —golpeó con fuerza.

—Creo que se lo merece —murmuró Dani.

—¡Obviamente! —Minji volteó al cuarteto detrás suyo. —Haerin, ¿lo golpearías conmigo?

—¿Yo? —se señaló a sí misma. —¿Por qué haría eso?

—Fue un asco con Danielle y ahora con Hyein —aportó Seonwoo. —Yo que tú, si me enojaría.

—¿Tú sabes algo? —preguntó preocupada, al chico.

—¿Qué ustedes dos son novias? —Danielle y Haerin desviaron la mirada y se sonrojaron rápidamente. —Sí, lo sé. Creo que todo el mundo sabe.

—¿¡Cómo!? —exclamaron al mismo tiempo.

Sunoo asintió con orgullo.

Haerin nunca tuvo novia, o al menos no una oficial, por lo que no le preocupaba mucho que el rumor (el cual era cierto) fuera popular por el pueblo. Su reputación no podía estar menos estable a esas alturas del año y que empezarán a decir que tenía novia, no le preocupaba en exceso. Lo que sí alteraba sus sentidos y preocupaciones, es que Danielle tuviera muchos comentarios pésimos por la homofobia del pueblo.

Ella ni siquiera había salido del closet, ¿qué pasaría cuando todos supieran que sí había algo entre ellas? No eran oficialmente novias, pero se podía interpretar libremente así.

—N-No somos novias —murmuró Haerin, muy avergonzada.

Enseguida pudo sentir la mirada de Danielle en su nuca y se dio cuenta que esas no fueron las palabras adecuadas para la situación.

—Todavía —añadió. —Estamos saliendo.

—Tranquila, yo lo entiendo —el chico restó importancia con una sonrisa cálida.

Haerin no había pensado en ser novia de Danielle hasta ese momento, incluso si era evidente que sus intenciones se acercaban a eso. ¿Una relación con Dani? Debía ser precioso, pero aún no sabía cuándo iba a ser el momento adecuado de oficializarlo o si ella tenía que preguntarle a Dani si quería ser su novia.

Eran muchas cosas y a Haerin le provocan ansiedad. Aunque no una mala, tal vez es solo la preocupación de que sería correcto ahora.

Por otro lado, Minji volvió a golpear fuertemente la puerta. Estaba impaciente y a la vez molesta; Hyein tenía su mejilla enrojecida debido a la cachetada. Todo eso sucedió porque Hyein se interpuso a defender a Seonwoo de las burlas de su amigo y lo insultó, llevándolo a tomar medidas de total agresividad hacia la chica.

Y eso, ninguno de los cuatro que acompañaban a la menor, lo iba a permitir.

La puerta fue abierta a los cinco minutos después por Sunghoon. Minji agradeció mucho que no fuera la mamá o el papá del chico, ya que eso iba a ser peor.

—¿Qué es esto? —él salió con una expresión de burla al verlos todos ahí. —¿Reunión de retrasados?

—Oh, sí, y tú eres el líder de la reunión —dijo Minji, con fuerza. —¿Qué hiciste?

Sunghoon fingió demencia encogiéndose de hombros.

—Dime qué le hiciste a Hyein —insistió.

—Nada —mintió. —¿Por qué? ¿Te dijo algo? Es una mentirosa.