Los rumores son muy comunes en el mundo, y más aún en espacios pequeños donde hay poca gente. En este caso, como en Jeonju.
Sin embargo, era extraño saber que Haerin aún no sabía muy bien de lo que hablaban los demás sobre su relación de menos de un mes con Danielle. Y es que Haerin vivía bajo una piedra o algo parecido, pero no estaba consciente de lo mismo porque tenía otras cosas que hacer en ayuda de su madre.
Luego de su viaje a Seúl, la señora Haewon pido dar con un contacto considerablemente importante que le permitía la disponibilidad de un consultorio en el centro de Jeonju, para que así su casa no fuera más un espacio de atención dental que incomodaba igualmente a la familia (a Haerin y los gatos de Haerin)
Ella no solo lo tomó porque era algo muy bueno y debía pagar la mitad del precio ya puesto, sino que también lo hizo porque eso la ayudaría a traer mucha más clientela y un lugar específico para atender, donde no aparecen gatos de la nada, no una joven tica yendo a buscarlos mientras se disculpaba. Entonces, la oportunidad era más valiosa que toda su casa, y Haewon la aprovechó inmediatamente.
La disponibilidad de la clínica se concretaría a mediados de junio, pero ahora ya podía ir a ver qué tal estaba el lugar de espacio, ubicación y todo lo que la señora Kang necesitara para tener la seguridad de que su futura consulta sería la que ella deseaba con todas sus ganas.
Y ese día, antes de que Haerin se enterase del rumor, ambas fueron al centro de Jeonju con intenciones de inspeccionar el alrededor ya obtenido.
—¿Ya viste esto? —preguntó Haewon.
Haerin tenía su cabeza algo elevada para ver la estructura de dos pisos, con paredes blancas y un cartel grande que decía "próximamente". Era mucho mejor a cómo lo imaginó y se veía un buen trabajo hecho por los maestros de construcción.
—En junio, esta clínica será oficialmente mía. Y así tendremos una casa que será una de verdad y no la mezcla de consultorio y hogar —la mujer se acercó a abrazar los hombros de su hija y ésta, torpemente, abrazó la cintura ajena.
—Sofi, Akiro y Nino serán los más felices —opinó.
—Por supuesto.
—Sofi se esconde cuando vienen clientes.
—Asocial igual que tú —se burló y Haerin sonrió, asintiendo orgullosa.
Nunca se mencionó que uno de los sueños de Haewon era tener su propia clínica. No lo mencionaba porque decían que contarle a todos de tus deseos es de mala suerte, así que ella fue fiel a su propia meta y finalmente lo logró.
La importancia de ahora tener su consultorio dental, con una vista preciosa al mar y en una localidad igualmente transitada de Jeonju, era una de las cosas más inimaginables para Haewon. Siempre decía que antes de morir quería tener su propio lugar de trabajo y aprovecharlo al máximo, pero muchas veces lo vio imposible. Ahora no, ahora lo estaba viviendo y era una satisfacción sin comparación.
Podía sentir su corazón latir en paz gracias a sus logros.
Y Haerin estaba feliz por su madre. También por qué dejaría de ver gente en su casa todos los días y podría salir con más naturalidad por los pasillos para ir a comer algo o ir al baño, pero principalmente por su mamá.
Sabía lo importante que era, desde que se separó de su padre. Ella se esmeró cada segundo por tener el dinero suficiente, abrió hasta una cuenta de banco en Seúl y lo monitoreo la mayoría de tiempo con la intención de tener la suma exacta para pagar lo que correspondía.
Y estaba completado. Haerin sentía esa felicidad tan linda como le reflejaba su madre.
—¿Has hablado con Danielle sobre la cena? Para que venga con su abuela a casa —preguntó de repente.
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típicamente popular | daerin
Fiksi Penggemar"Es solo una pianista tímida e introvertida cruzando su vida con la chica más popular, ¿qué podría pasar? O donde Haerin termina en un tipo de triángulo amoroso con Danielle y Sunghoon, la pareja más popular de la escuela". Luego de que el grupo irr...