—Oh, psiquiatra... ¿cuándo tienes que ir?
—El quince de febrero.
—Ya veo... —Hanni asentía con su mirada perdida en sus manos.
Al principio, la vietnamita no esperaba que Haerin fuera con ella en el almuerzo para hablar de esas cosas, pero se sentía agradecida con su amiga por que ella tuvo la confianza de comentarle la situación con la mejor de las intenciones.
—No quiero que se lo digas a nadie, por favor —pidió. —Minji no sabe, Hyein tampoco y... —suspiró —, mucho menos quiero que Dani lo sepa.
Hanni frunció el ceño.
—¿Por qué?
—No quiero preocuparla —murmuró —. Además, me avergüenza.
—Pero... supongo que es algo normal —opinó y Haerin ladeó su cabeza con inseguridad. —Quiero decir, son cosas que van a ser parte de tu vida. Ella no debería decirte algo malo porque estás empezando a tomar terapia psiquiátrica.
Por un lado tenía mucho sentido, pero Haerin seguía con ese temor de que Danielle la empezara a ver como un bicho raro o la dejara por tener "problemas". Quería ser lo más normal para Dani y que ella no se sintiera incómoda con su presencia.
—¿A ti te dijeron algo? —preguntó con delicadeza.
Hanni tragó en seco.
—Bueno... yo fui al psiquiatra por medicación —contestó con un poco de temor. No le gustaba mucho hablar de esas cosas, pero entendía la preocupación de Haerin y podía orientarla mejor en ese proceso nuevo para ella. —No era exactamente terapia. Mi psicólogo me derivó para allá y me recetaron antidepresivos, pero no sé si es lo mismo para ti.
—Mi mamá no me dijo para qué era. La señorita Ban menos —suspiró —. Me da un poco de miedo, unnie.
Hanni se sentía reflejada en Haerin. Podía sentir su nerviosismo y su preocupación a la hora de pensar en que iría a tomar terapia en otro lugar, con una persona mucho más especializada. Lo peor, era esperar un posible diagnóstico. Eso se suponía que pasaba cuando las cosas se tornaban más complicadas y Hanni lo sabía por experiencia. A pesar de que solo fue depresión, sentía que habían más cosas involucradas.
—Tranquila, todo va a estar bien —trató de sonreírle —. Piensa en que esto es para mejor. Y es para que estés bien.
La de ojos gatunos asintió con su cabeza, dándole a entender a Hanni que tenía razón, si es que su intención era hacerle ver que sí tenía que empezar a considerar su bienestar.
Quedaron en silencio por unos largos segundos; Hanni, nerviosa, miraba su fruta en la bandeja. No sacó almuerzo en la cafetería, pero si un vaso con fruta. Y aunque para ella eso no era "dañino" y tenía muchísima hambre, le costaba meter una simple uva a su boca y saborearla con deseo. Sentía que no lo merecía y, a su vez, recordaba lo que Boeun le dijo el fin de semana; estaba delgada. Muy delgada, hasta los huesos, pero Hanni no veía el problema de eso y era más bien un logro.
Por otro lado, Haerin estaba en el limbo de sus dudas si decirle a Hanni o no lo que realmente pasaba para ir al psiquiatra. Ese hecho aún no la dejaba dormir en paz y no había descansado nada esos días. Los suelos extraños persistían, tanto así que una noche fue a dormir con su madre por el temor de que alguien volviera a hacerle algo.
No era sencillo hablar de la situación en absoluto, pero Hanni siempre había estado con ella. Fue su primera amiga luego de años de acoso escolar y burlas. Fue con quien creó su único grupo social. Hanni era la unnie más importante para ella, que siempre la hacía sonreír y la cuidaba, incluso si no se cuidaba a sí misma.
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típicamente popular | daerin
Fanfic"Es solo una pianista tímida e introvertida cruzando su vida con la chica más popular, ¿qué podría pasar? O donde Haerin termina en un tipo de triángulo amoroso con Danielle y Sunghoon, la pareja más popular de la escuela". Luego de que el grupo irr...