típicamente popular | daerin

X: ¿Qué tan típico y popular fue?

Pongan Beautiful Restriction de las NewJeans y fantasmas de Humbe para disfrutar más el capítulo.

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¿Qué significa cerrar una etapa en nuestras vidas?

Significa que ya tenemos que avanzar a otra, y quizás un poco más complicada.

Como bien se sabe, no hay nada lo suficientemente sencillo como para decir que nadie se esforzó haciéndolo. Todos damos lo mejor de nosotros incluso si sentimos que no es suficiente y gracias a eso pasamos a nuestro siguiente capítulo.

Todos hemos superado cosas que nunca pensamos vivir y que nos volvieron locos mientras lo sentíamos o lo veíamos.

Haerin logró pasar a esa etapa de su vida donde tenía que esforzarse, pero ya no dolía hacerlo. Ya era parte de su vida, de lo que tenía que hacer y de lo que aprendió en todos esos meses.

Mirar hacia atrás era mirar al tiempo en el que todo era un poco oscuro, sin embargo, Haerin se dio cuenta de los cambios que tuvo desde el inicio del año hasta ahora y eran muchos.

Uno de ellos era el amor. Como veía el amor, como sentía el amor y como entregaba el amor.

Para Haerin era como tener unos lentes que aclaraban su camino y la ayudaban a entender cosas que nunca antes supo. Ahora se daba cuenta que ella tenía que amarse a sí misma como podía amar a los demás, y quizás hasta más (y no volverse egocéntrica). Aprendió que si podía ser amada, que no era un fallo natural en el amor y que los demás podían apreciarla genuinamente.

Esas cosas no las enseñan en las escuelas y muy pocas veces en las casas, pero es muy importante aprenderlo porque va en nuestro cuidado personal. Todos deberíamos considerar lo que somos y cuánto valemos porque por algo estamos aquí, incluso si nos dicen que fuimos un error. Nada es un error realmente, solo tenemos que encontrar la realidad de por qué estamos aquí y a qué vinimos al mundo.

Haerin sabía que venía a aprender sobre el amor y a dar amor a otros. Algo así como cupido.

¿Lo había hecho bien?

Haerin creía que sí.

Una persona tan introvertida y tímida como ella seguía teniendo algunos problemas para relacionarse con otros, pero ahora ya no era tanto. Ya no se quedaba callada por minutos mientras se escondía detrás de Minji o Hyein (porque eran altas), ni evitaba los encuentros sociales que a veces tenía con sus amigas o con Dani. No le gustaban la verdad, pero podía enfrentarlos mejor que antes y comunicar lo que le pasaba y lo que sentía; algo que Haerin no hacía nunca antes.

Sí, Haerin lo había logrado y ahora era feliz. Muy feliz y estaba contenta con lo que había en su vida. No quería más.

Cuando empezó su clase de literatura, Haerin se preparó mucho.

Su trabajo tenía una calificación final y era coeficiente dos (tenía dos calificaciones en una), por lo que debía esforzarse mucho en hablar frente a toda su clase de manera correcta y dar a conocer su informe ya completo sobre el amor.

—Haerin-ah —llamó su maestra.

Todos voltearon a mirarla y eso le provocó gran ansiedad, pero antes de echarse para atrás y morir por hablar al frente, tomó aire como la señorita Ban le dijo.

—Es tu turno —avisó.

Y luego de tranquilizarse, Haerin se levantó con su carpeta en la mano y se dirigió al frente de toda la clase.

Mientras algunos murmuraban cosas y otros simplemente la miraban fijamente, Haerin se puso a pensar en qué hubiera hecho la Haerin de hacía unos años atrás, presentando sola frente a todo su salón.