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Taehyung dijo que nunca había ido al monumento conmemorativo en honor a Namjoon, Seokjin, Jimin y Yoongi. Jungkook lo entendía, porque para llegar hasta ahí había que subir por un camino de tierra demasiado inclinado para que una silla de ruedas lo recorriera. Elliott le había dicho a su hijo que iban a pavimentar el camino, pero no lo habían hecho todavía.
Cuando Taehyung le mencionó el lugar, Jungkook vio que Taehyung se moría de ganas de ir, y él se dijo a sí mismo que lo llevaría. Pero todavía no, esta vez, su primera vez, tenía que ir solo. Había evitado ir desde su regreso, ahora hacía casi seis meses, pero la charla sobre las magdalenas, la humildad y la falta de orgullo que había mantenido con Taehyung lo convenció de que ya era hora de empezar a dar pequeños pasos. Comenzó a subir la colina que llevaba al bonito mirador donde estaban enterrados sus cuatro amigos.

Formaban una línea recta; cuatro lápidas blancas que daban al instituto en el que habían luchado y jugado al fútbol americano, donde habían crecido hasta convertirse en personas maduras. Había un pequeño banco de piedra cerca de las tumbas para que las familias o los amigos pudieran sentarse un rato y muchos árboles al otro lado del claro. Era un buen lugar, tranquilo y apacible. Había flores y unas cuantas cartas y peluches alrededor de las tumbas. A Jungkook le alegró ver que otros habían ido al lugar a menudo, aunque esperaba que no fuera nadie hoy. Necesitaba estar un rato a solas con sus amigos.
Namjoon y Yoongi estaban en el medio, y Jimin y Seokjin en los lados. Qué gracia, así había sido también cuando estaban vivos. Namjoon y Yoongi eran el pegamento del grupo, los que lo afianzaban; Jimin y Seokjin eran los protectores, los salvajes. Los que se quejaban y se metían contigo pero al final siempre estaban ahí para ayudarte y apoyarte. Jungkook  se agachó al lado de cada tumba y leyó las
inscripciones en las lápidas.

Park Jimin «Jimin»
8-5-1984 † 2-7-2004
Mi hijo, mi corazón

Kim Namjoon
29-6-1984 † 2-7-2004
Amigo, hermano e hijo querido

Min Yoongi
1-11-1983 † 2-7-2004
Siempre en nuestros corazones

Kim Namjoon
24-10-1983 † 2-7-2004
Padre, hijo, soldado y amigo

El banco de piedra tenía una inscripción que decía «En la batalla se encuentra la victoria». Jungkook recorrió las palabras con los dedos. El entrenador Kim siempre decía esa frase, la gritaba desde el borde del tapiz. Para el entrenador lo que importaba no era el resultado final, sino que lucharas hasta que el silbato marcara el final del combate.
Jungkook se sentó en el banco y miró el valle que se extendía a sus pies, la ciudad en la que habían pasado todos los días de su vida hasta los años que lo cambiaron todo. Jungkook habló con sus amigos, no porque pensara que podían escuchar lo que decía, sino porque tenía que decírselo.

Les contó lo que Taehyung había dicho sobre recuperar su vida. No estaba seguro de lo que eso quería decir, porque a veces no puedes recuperarla tan fácilmente. A veces está muerta y enterrada, y solo
te queda empezar una nueva. Jungkook no sabía cómo sería esta nueva vida. La cara de Luv apareció entre los pensamientos de Jungkook. Quizá ella formara parte de esta nueva vida, pero, por raro que pudiera parecer, no quería hablarles sobre el tema. Era muy pronto todavía y él quería protegerla, incluso de los fantasmas de sus mejores amigos. Se habían reído muy a menudo de la pequeña pelirroja y habían hecho muchas bromas a su costa, se habían metido con ella y se habían burlado un millón de veces. Por eso decidió no decir nada al respecto, mantenerla a
salvo en un rincón cada vez más grande de su corazón en el que solo él sabía que la llevaba. Cuando el sol se empezó a esconder detrás de los árboles, Jungkook se levantó y bajó la colina, aliviado de haber encontrado finalmente la fuerza para subirla. La sala de entrenamiento olía a sudor, a lejía y a recuerdos. Recuerdos alegres. En las esquinas
había dos cuerdas colgando. Las había trepado y se había colgado de ellas muchísimas veces. Los tapices, trozos rojos de goma con un círculo que marcaba las diferentes áreas y las líneas que definían la zona de lucha en la que los combates tenían lugar, estaban desenrollados. El
entrenador Kim estaba fregando los tapices, algo que en treinta años de carrera habría hecho miles de veces.

Jeon Jungkook - Máscara Donde viven las historias. Descúbrelo ahora