Jeon Jungkook - Máscara

Ser amigo de un monstruo

Había una pequeña pizarra blanca delante de la puerta de la pastelería, en el pasillo que llevaba al despacho del señor Morgan y a la sala de personal. Llevaba mucho tiempo allí, pero, por lo que Luv recordaba, nunca habían escrito en ella. Quizá Elliott Jeon pensó que sería un buen lugar para escribir horarios o recordatorios, pero nunca llegó a hacerlo. Luv decidió que era perfecto. No podría escribir nada demasiado sugerente… aunque, después de todo, eso tampoco era de su estilo. Si escribía un mensaje en la pizarra sobre las ocho, después de que cerraran la pastelería, pero antes de que Jungkook llegara para preparar la comida en la cocina, sería el único que vería lo que había escrito en ella. Y Jungkook podría borrarlo si no quería que nadie más lo viera. La cuestión era escribir algo que le hiciera sonreír, algo que supiera que era para él, pero que nadie más pudiera entender y que no hiciera a Luv quedar como una idiota. Tardó dos días en decidir las palabras que quería poner. Se le ocurrieron muchas opciones, desde escribirle «¡Hola, qué bien que ya hayas vuelto!» a «Me da lo mismo que tu cara no sea perfecta, quiero tener hijos contigo». No le gustaba ninguna de las dos, y entonces, de repente, supo lo que tenía que escribir. Escribió en la pizarra con letras grandes y negras «¿Cometas o globos?» y enganchó al lado un globo rojo, el color favorito del chico. Sabría que era ella. Tiempo atrás se habían hecho millones de preguntas como estas. De hecho, Jungkook le había hecho esa misma pregunta: «¿Cometas o globos?». Luv eligió las cometas porque, si ella fuera una, podría volar pero siempre tendría a
alguien que la sujetara. Jungkook respondió que prefería los globos: «Me gusta la idea de irme volando y dejar que el viento me lleve. Creo que no quiero que nadie me coja». Luv se preguntó si su respuesta seguiría siendo la misma que entonces. Cuando Jungkook se dio cuenta de que ella era la que escribía las cartas, no Rita, dejaron de escribirse, y lo que más extrañaba Luv eran las preguntas que se mandaban. Gracias a las
respuestas de Jungkook, a veces una simple palabra o una frase, había podido empezar a conocerlo y ella se había dejado conocer también. Ella, no Rita. Luv miró durante dos días la pizarra, pero las palabras siguieron ahí, sin que nadie les hiciera caso, sin respuesta alguna. Así que las borró y lo volvió a intentar y escribió: «¿Shakespeare o Eminem?». Tuvo que hacer memoria para acordarse de esa. Cuando se escribían las cartas, ella pensaba que Jungkook compartiría con ella la fascinación secreta que sentía por la habilidad de rimar del rapero blanco, pero él había respondido, para sorpresa de Luv, Shakespeare. Entonces Jungkook le envió algunos de los sonetos de Shakespeare y le había dicho que el autor habría sido un rapero fantástico. Ella descubrió también que Jungkook era mucho más que un rostro bonito, era un deportista con alma de poeta. Los héroes de las novelas de Luv no se parecían a él en absolutamente nada.
Al día siguiente, la pizarra siguió sin respuesta. Nada. Segundo strike. Tendría que ser más directa. Borró «¿Shakespeare o Eminem?» y escribió «¿Esconderte o buscar?». Jungkook había hecho esa pregunta primero, hacía tiempo. Ella había rodeado «buscar»… ¿No era eso acaso lo que hacía, buscarlo? Luv se preguntó si debía elegir otra pregunta, ya que él, evidentemente, se estaba escondiendo, pero quizá consiguiera una respuesta. Al día siguiente, cuando llegó a las tres de la tarde, miró a la
pizarra al pasar, sin esperar nada, y se detuvo de golpe. Jungkook había borrado la pregunta y había escrito otra.
«¿Sordera o ceguera?».
Ella le había hecho esa pregunta antes. Por aquel entonces, Jungkook había elegido sordera y Luv había estado de acuerdo, pero había hecho una lista de todas sus canciones favoritas a modo de respuesta, para que él viera a todo lo que tendría que renunciar a cambio de la visión. La lista de canciones de Luv había dado pie a preguntas del tipo «¿Música country o rock? ¿Rock o pop? ¿Canciones de bandas sonoras o un tiro en la cabeza?». Jungkook había dicho que prefería el disparo en la cabeza, y la respuesta propició nuevas preguntas sobre cómo morir, pero Luv no iba a hacer ninguna de esas preguntas en la situación actual. Luv rodeó «sordera», igual que la otra vez. Al día siguiente, al mirar la pizarra, vio que
Jungkook había marcado las dos palabras. Luv se había preguntado si estaba ciego del ojo derecho, y ahora ya lo sabía. ¿Estaba también sordo del oído derecho? Ella sabía que no estaba totalmente sordo porque la había oído cuando hablaron la noche que casi lo había atropellado con la bicicleta. Debajo de las palabras rodeadas había una nueva pregunta. Jungkook había escrito «¿Izquierda o derecha?».
Nunca antes habían hecho esa pregunta, pero Luv sospechaba que Jungkook se refería a su cara. ¿Perfil derecho o izquierdo? Ella rodeó las dos opciones, como él había hecho con «ceguera» y «sordera».
Al día siguiente no había nada en la pizarra, lo habían borrado.